Desde intentar abrir un periódico online hasta probar una nueva red social, todas comparten algo en común: “Para seguir aceptar cookies”. Os sonara, ¿no? Estas cookies son un contrato por el cual dependiendo de la página web tendrán acceso a una serie determinada de nuestros datos privados. Navegadores como Google tenderán a ponernos en su página principal noticias relacionadas con lo que hemos buscado recientemente gracias a su acceso directo a nuestro historial y redes sociales como lo es el caso de Tiktok, a parte de tener en cuenta tus búsquedas, también llega a tener acceso a nuestra edad, nuestra localización y nuestros contactos.
Por lo tanto, parece que desde internet se tiene un control riguroso de lo que hacemos y de lo que dejamos de hacer, pero el kit de la cuestión es el siguiente: ¿Es todo este seguimiento justificado, o únicamente existe para poder aumentar ganancias y facilitar el control de estas webs sobre nosotros?
En primer lugar vamos a ver la postura en contra de la respuesta de esta pregunta. La idea más apoyada a la hora de atacar este tipo de seguimientos está relacionada con la infracción del derecho a la privacidad de cada persona. Según el Artículo 18 de nuestra Constitución, se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Las cookies y otro tipo de contratos que dan las webs y redes sociales, tienden muy repetidamente a romper este derecho fundamental de todos los ciudadanos españoles, generando un malestar en los usuarios que descubren esto, no solo por estar siendo opacado uno de sus derechos, sino que descubrir esta falta de intimidad personal y familiar por parte de las cookies generan miedo, ira y estrés llegando a ser un perjuicio directo no solo en un aspecto legal, sino también en uno personal en cuanto nuestra salud mental.
En segundo lugar también tengamos en cuenta la postura a favor de esta pregunta. La gran mayoría de empresas y paginas webs que defienden el uso de cookies, tienden a decir varias cosas. La más usada es en la que dicen que estas cookies facilitan la personalización del contenido que vayas a consumir. Con tanto contenido en internet es muy fácil encontrar mucho que no te vaya a interesar, por lo tanto, las cookies lo que en teoría harían, es darte un contenido que se asemejaría más a tu gusto. También defienden, que al vender las cookies a terceros no solo se te daría un contenido más cercano a tí, sino que también generan un beneficio económico muy útil para el desarrollo de la web o la empresa, la cual sin este dinero tendría mayores problemas a la hora de evolucionar como empresa.
En conclusión. Es cierto que las cookies traen consigo una clara desconfianza ciudadana, malestar en incluso rompen leyes, pero también es innegable su utilidad y capacidad de desarrollo económico.
Así pues, el debate está servido.