Este fin de semana he vuelto a dividirme para poder ir a todos los torneos que se celebraban, pero estoy acostumbrado y ya es pan comido. Este ha sido el que me ha pillado más cerca, después de pasarme por el Torneo Injuve hasta este miércoles. El caso es que he estado en el Torneo Universitario Villa de Madrid, celebrado en la Universidad CEU San Pablo. Los equipos que se habían desplazado hasta allí a debatir eran trece: Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Universidad Francisco de Victoria (UFV), Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Sociedad de Debates Sevilla, Club de Debate de la Universidad de Alicante, Universidad Complutense de Madrid, Colegio Mayor Elías-Ahúja, IE University y la Universidad CEU San Pablo.
¿La pregunta que se debatía?: ¿Debería Gibraltar ser español?
El torneo se desarrolló en base a un sistema con dos partes. La primera fase era una preliminar en la que todos los equipos tenían garantizados cuatro debates. Bueno, garantizados si es que llegaban a debatir, porque los compañeros de la Sociedad de Debate de Sevilla casi no llegan. Camino de Madrid en coche tuvieron una avería, y tuvieron que volverse para Sevilla en grúa y coger un tren que les dejase en Madrid. De Atocha al torneo y con las maletas, pero como no hay mal que por bien no venga, les tocó al lado de una familia gibraltareña que les puso al día en el contexto que se vive allí.
Después de esa ronda los ocho mejores equipos pasaban a cuartos, y de ahí en el desarrollo eliminatorio común los equipos fueron avanzando hasta que llegaron a la Gran Final.
Hablando de la Gran Final, los dos equipos que se enfrentaron fueron: Universidad Complutense de Madrid (Miguel Serrano, Sara Merayo, Isabel Sayago, Mónica Pulgar y Rául Viñas) en la postura en contra, y la Sociedad de Debates de Sevilla (Alberto Pérez Mesa, Álvaro Rivas y Ramón José González) defendiendo la postura a favor.
El equipo que al final se alzó con la victoria fue la Universidad Complutense de Madrid.
Cabe mencionar también, que el debatiente Alberto Pérez Mesa obtuvo el título de mejor orador del torneo.
Y esto es todo por este torneo, (que no por este número de El Debatiente), así que… ¡Nos vemos la semana que viene!
