Adriana Lado

Conoce a Adriana Lado, estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual y debatiente de la Universidad Carlos III desde hace 3 años. Aunque lo cierto es que el mundo del debate entró a su vida cuando sólo tenía 16 añitos... Entra en la entrevista para saber más cosas sobre ella.
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Buenas tardes. Es un placer tenerte hoy con nosotros. Cuéntanos. Para saber un poquito más de ti, debemos conocer mejor quién es Adriana Lado.

Uy, qué pregunta. Yo qué sé quién soy. Voy a empezar con lo mítico. Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual, estoy en quinto curso, y pensando un poco dentro del debate… Empecé a debatir con 16 años, en el cole, y tuve mucha suerte. Yo soy de La Coruña, y en Galicia, ahora porque está UVigo ahí, muy fuerte, pero antes no había tanto debate y, sobre todo, que saliera de Galicia. Había debates en Galicia, torneos en gallego, como el Parlamento Xove, pero no había muchos torneos en Galicia y no había prácticamente colegios en Galicia que hicieran debate cuando yo tenía esa edad. Entonces, mi cole lo hacía y solíamos bajar a Madrid o a Málaga. Nuestra profesora empezó a meterse en el mundo del debate porque le gustaba, pero creo que hice cuatro torneos con muchísimo en bachillerato, tampoco hice muchos.

En aquella época, en el cole lo típico, yo era la típica capitana del equipo, la R2… y luego, claro, llego a la Carlos III, donde todo el mundo son unos cracks, que por mucho que se va a hacer un R2, hay mil personas mejores que yo. Yo, al final, soy de las más veteranas que hay ahora mismo, pero por encima de mí tengo una generación, que son todos buenísimos, como toda la gente de mi generación. Entonces, empecé a debatir en la Carlos hace dos o tres años, en tercero de carrera. Quería empezar en la época de Covid, pero no me molaba lo de batir online, que se puso de moda, pero eso no me gustaba, no me lo imaginaba. Y ahora, pues, a la vez, estoy debatiendo y organizando un poco la sociedad de debate, las formaciones, quién viene a los torneos… Estoy en la Junta Directiva ahora, que es cierto que hemos cambiado un poquito la forma de funcionar. 

¿Qué viste en el debate que te llamó la atención y te hizo querer introducirte?

Si te soy sincera, cuando tenía 15 años, me acuerdo que yo veía a la gente de dos años más que se habían metido en debate mi cole y que se iban de viaje a Madrid. Nosotras pensamos: “Nos encanta hablarte en público, y viajar a Madrid con amigas tiene que ser súper divertido”. Lo enfoqué como una experiencia en la que me iba a ir de viaje y a pasármelo genial con mis amigas. Luego hice el primer debate, me enganché muchísimo, hice tres o cuatro más en el cole, y lo dejé. Siento que tuve ese parón pero fue volver a la carrera y volver a debate. 

No sabría decirte qué vi: el factor competición, el factor gente, el estar constantemente aprendiendo y estar haciendo lo mejor, superándote… Yo creo que aunque vayamos subiendo de nivel, y aunque vayamos mejorando a nivel individual, siempre, en cada debate, por muy bien que lo hagas, hay algo que dices: “Esto en el siguiente lo tengo que hacer mejor”. Es un vicio.

Como nos has contado, este año formas parte de la Junta Directiva de tu club. ¿Cómo llegas a ser presidenta del Club?

Bueno, yo no soy presidenta del club. Esto es como un pensamiento muy general que hay, pero no es así. 

En líneas generales, no nos gustaba mucho cómo funcionaba la Sociedad de la Carlos III, porque dependía de un profesor y estábamos muy limitados. Los alumnos, al fin y al cabo, nos preparábamos solos, muchas veces nos formábamos solos, y queríamos un poco más de poder de decisión. Como nuestra sociedad depende de la Universidad, no podíamos modificarlo. Por eso, decidimos hacer una asociación, de la que yo iba a ser la presidenta. Cuando la Universidad vio que íbamos a hacer una asociación, nos llamó y nos dijo que si nos quedábamos, nos darían más competencias. Yo no soy la presidenta, iba a ser la presidenta de una Asociación, pero ahora mismo es la Sociedad de debate y somos cinco o seis personas en la Junta Directiva.

Y en la Junta Directiva estoy porque soy de las más veteranas y porque soy de las que tuvimos la idea de hacer la asociación.

O sea que se unieron la veteranía y la iniciativa propia en ese momento.

Justo. Al final tuvimos la suerte de que la Universidad nos respaldó y nos permitió hacer los cambios que quisimos.

¿Qué crees que hay que tener para pertenecer a la Junta Directiva de la Sociedad de Debate UC3M? ¿Y qué piensas que aportas tú?

Creo que hace falta tener vocación, en el sentido de que le dedicas mucho tiempo y adquieres muchísimas responsabilidades. Los trámites con la Universidad son difíciles, porque aunque la tengan disponibilidad y quiera darnos la mano, hay un montón de trabas burocráticas que tienes que ir haciendo mucho papeleo, muchos trámites, mucha justificación… Es mucho tiempo, sin recibir nada a cambio material. Lo que recibes a cambio es que los más novatos puedan ir a debates, y tengan el camino hecho. Creo que hace falta vocación y ganas, y amor por el debate. Hay que pensarlo como: “No solo quiero que me vaya bien a mí y a los que son potencialmente de mi equipo, sino también a los que van a venir detrás de mí”. Son fundamentales esas ganas de que todo vaya bien en el futuro. Y personalmente, creo que aporto lo mismo que todos. 

Yo soy una persona muy resolutiva. Si tengo un problema, lo tengo que resolver ya, así que supongo que también aporto esa prisa, la “cañita” de: “Vamos a hacer esto ya”.

Has comentado también que desde que empezaste un poco, te introdujiste especialmente en el debate académico. ¿Cuál es el rol que más has trabajado y qué crees que es imprescindible para ser el mejor dentro de ese rol?

Yo en preuniversitario era siempre fiel a la R2. Luego llegué a la Carlos y me metieron en el equipo de más veteranos, pero era la más nueva y la que menos sabía de debate. No podía comparar lo que sabía en el cole de debate con lo que sabían ellos. Así empecé a hacer la intro, y a excepción de alguna línea interna que he hecho refutaciones, lo que suelo hacer son las introducciones, el examen cruzado por obligación y las refutaciones cruzadas. Suelo hacer la intro y la R3 si la hay. Ahora, ¿qué hace falta? En la cruzada, que es un turno más cortito, hace falta leer bien el debate e ir a los puntos que creas que debes de resolver. Nosotros siempre decimos que lo que tenemos que hacer es ir al choque principal del debate. Esto me lo enseñó un poco Juan Gabriel, que le hizo la cruzada de la LEDU, y se hizo súper conocido por ella, y siempre me dice: “Hay que ir al punto, no hay que intentar meter muchas cosas”, y tiene razón. 

En la intro, yo siempre digo, que los introductores somos como los traductores del debate. A lo largo del debate se van a tratar temas muy complejos que un juez de primeras no tiene por qué saber y es el introductor quien tiene que condensar toda la información que va a ocurrir en el debate y hacerla súper sencilla. Yo creo que el punto para hacer la intro es tener una puesta en escena en el sentido de hablar bien, hablar claro, saber sintetizar bien. Y luego, evidentemente, saber simplificar y traducir esas cosas un poco más complicadas. 

Y luego, el examen cruzado, pues qué decirte. Yo he aprendido a hacerlo a la fuerza, porque fue  un turno un poco nuevo para mí. Te quedas en el atril, expuesto a que el más chungo del equipo te haga las peores preguntas que se le ocurran. Al final, con práctica, vas cogiendo soltura, vas aprendiendo a improvisar mejor… Es muy importante conocerse muy bien el tema para que no te puedan pillar ni de broma. Cuando tienes un examen cruzado, la intro tiene que estar muy preparada, porque si no, te pueden dejar ahí expuesto.

Además, este fin de semana has ganado el II Torneo Nacional de Retórica de la Universidad de Vigo. ¿Cuál crees que es la clave para obtener la victoria en torneos académicos?

Uf, qué pregunta. Te diría la preparación. Creo que Vigo ha sido el torneo el que más he preparado junto a la LEDU de este año. Cuando iba a debate en el cole, nos preparábamos los torneos con dos o tres semanas y sentíamos que nos lo habíamos preparado súper poco. Y en la Carlos nos los hemos llegado a preparar con tres días, menos este. En este, por ejemplo, nos preparamos el en contra en un día, porque las otras dos semanas se las dedicamos al a favor, que era complicadísimo, pero quizás te diría la preparación, no en cuanto a tiempo, sino en cuanto a saber el tema.

Nosotros, aunque nos lo preparemos en tres días, le dedicamos muchísimo tiempo, vamos muy formados, vamos superleídos, conocemos un montón, las evidencias, rebuscamos un mucho… Creo que es saber más y saber vender bien lo que sabes. 

Por supuesto, también es muy importante tener una buena cohesión de equipo. Se nota mucho cuando el equipo funciona bien, cuando os cuadráis bien y os sabéis comunicar bien dentro y fuera de la mesa. Yo creo que es eso. Y, sobre todo, que las personas del equipo hagan su mejor rol. Me refiero a que la gente no mire por lo que quiere hacer, sino por lo que realmente somos todos mejores como equipos. Si realmente quieres ir a un torneo con las máximas capacidades, creo que muchas veces hay que saber decir: “Mira, yo voy a hacer el turno que consigue que el equipo sea más eficiente”. No digo que no haya que probar, pero hay que saber maximizar los beneficios del equipo, no mirar por ti, sino mirar por el equipo.

También, al principio hemos estado hablando de que estudias Periodismo. ¿Qué ventaja consideras que tienes con respecto a tus compañeros a raíz de haberte formado en oratoria y debate?

Me parece súper buena pregunta. A nivel comunicativo, el debate te lo da todo. Yo lo noto muchísimo en esas expresiones orales. Desde las exposiciones en clase, a la hora de sintetizar el contenido, yo estoy acostumbrada a hacerme un momento a una intro, porque nosotros cambiamos mil veces la línea, y tengo que ir cambiando mi intervención en muy poco tiempo.. Pero no solo a nivel oral, sino también a nivel escrito. Por ejemplo, a la hora de estar en una entrevista, de hacer las preguntas, sigues el mismo proceso mental que tienes a la hora de leer el debate y saber qué cosas chocan, qué decir o qué no. Los periodistas, a la hora de escuchar a una persona, y querer hacerle preguntas tiene ese debate interno que también hay en un debate.

Se nos va acabando el tiempo, pero queremos cerrar haciéndote una pregunta un poco más personal. ¿Qué le dirías a un debatiente novato que quiere aprovechar su experiencia al máximo en este mundo?

Que intente superarse constantemente a sí mismo: que se apunte a la mayor cantidad de torneos que pueda, que vaya todas las formaciones… A cuantos más torneos vayan, mejor se lo va a pasar, más le va a enganchar, más va a aprender y, sobre todo, que tengas ganas de aprender de los demás, de la gente de su equipo y de equipos rivales, y de aprender de sí mismo. Creo que, realmente, cuando mejoras en debate es cuando te fijas en qué te ha quedado pendiente por hacer de 10 en este torneo y lo intentas hacer de 10 para el torneo siguiente.

Pues sí. Bueno, pues hasta aquí esta mañana. Muchas gracias por tu tiempo y por responder a nuestras preguntas.

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