Anto, es un placer estar contigo hoy en ElDebatiente. Si eres lector fiel, sabrás cuál es nuestra primera pregunta: ¿cómo entraste en este mundo?
Fue en mi primer año de universidad, varios amigos me dijeron que había clubes de debate y por uno de ellos pude conocer a Cánovas. No dudé en apuntarme, ya que desde bien pequeño me gusto eso de compartir y defender opiniones.
Aunque siempre he dicho que conocí tarde tanto el mundo del debate como a Cánovas ya que me habría gustado haber empezado desde escolar.
Eres miembro de Cánovas Fundación y Responsable de Organización… Se dice pronto, pero eso significa que tienes una gran trayectoria en la propia Fundación y en debate. Cuéntanos, ¿cómo llegaste has llegado hasta aquí?
Las únicas claves que me han llevado hasta aquí han sido creer en el proyecto al cien por cien, arriesgarme a fallar, hacerlo, poner dedicación e ilusión en todo lo que hago y, muy importante, dejarme guiar por los líderes de este proyecto y formadores, aprendiendo de ellos desde el primer día.
A Cánovas ya te he contado cómo pude llegar, pero a organización llegué gracias a las oportunidades que constantemente te da la Fundación de crecer. Todavía recuerdo la vídeo llamada que recibí una mañana, recién despertado en pijama, para ofrecerme entrar en el departamento de organización. Tres años más tarde sigo encantado con el gran equipo que formamos y cómo funcionamos porque, trabajar con amigos haciendo lo que te gusta, creo que es de las mejores experiencias que uno puede vivir.
Respecto al pijama esperamos que no acudas también a los eventos con él…En esa medida, también queremos saber qué crees que aportas a tu equipo.
Creo que aporto un firme compromiso. A mí la Escuela de Debate fue la que me abrió el mundo, no ya del debate, si no también el de la Fundación, donde he podido crecer mucho como persona. Ese compromiso además ha ido acompañado de ganas de aprender, curiosidad y, ahora, de arropar a los que vienen tanto como lo hicieron conmigo. Creo que eso es esencial para que sigamos creciendo como proyecto.
Todos los debatientes tienen cosas buenas. Pero, ¿qué me dices de las malas? Siempre hay nervios, manías, expresiones que se pegan que no van acorde al debate, etc. ¿Cuáles son tus aspectos que quisieras cambiar en tu forma de debatir?
Es cierto que no estoy encasillado en una postura a la hora de debatir y en debate académico me atrae especialmente la postura de la contrarrefutación. Sin embargo, uno de los aspectos a mejorar es que soy bastante nervioso, y ésta postura los potencia aún más. Es curioso porque todos los nervios en cuanto salgo al atril se van, pero antes están bastante presentes, y durante el debate cuando hago este tipo de posturas tengo que aprender a relajarme más y no estar tan en tensión.
Bueno, acabas de ganar el torneo de CDU por lo que esos nervios no te deben haber pasado mucha factura. Cuéntanos esta experiencia. No nos queremos perder ningún detalle.
Ha sido de las experiencias más bonitas en el mundo del debate que he tenido.
Nos preparamos una pregunta, que a priori nos despertó mucho interés pero que era compleja, con el máximo esfuerzo posible entre épocas de exámenes, torneos, y visitas a la sede.
Los lectores sabrán las cábalas que uno hace mientras van pasando las rondas para saber si pasas, o no, y no os miento si digo que mi equipo y yo nos veíamos totalmente fuera. Sin embargo, pasamos.
Pasar a cuartos fue un chute de motivación, pero nos llenó de nervios. Tuvimos unos cuartos de final ajustados, y llegó la semifinal, que fue uno de los debates, sino el que más, he disfrutado. Tanto el nivel del equipo contrario, que era de categoría, como el tener a nuestros compañeros y amigos de la Fundación en el público, nos hizo crecernos. Estoy muy orgulloso de mi equipo por la dinámica de equipo tan positiva que llevábamos, en esa ronda especialmente y durante todas las demás. Aquí hay que hacer mención especial a mi capitana Chándani Montañez, que siempre sabe cómo sacar lo mejor de cada uno, y así llegamos hasta la final. No había debatido nunca en un lugar como aquel y, ante tanta gente, volvimos a dar lo mejor de nosotros, ya con la tranquilidad de haber llegado hasta allí.
Luego, pudimos celebrar el resultado como se merecía con todos nuestros compañeros. Siempre le tendré un cariño inmenso al club de CDU.
Y tras esta última victoria, ¿qué prefieres BP o académico? Porque nos han comentado que te gusta mucho el estilo BP.
Os han comentado bien. Tras haber probado el formato BP me ha despertado bastante interés, aunque, como siempre, ello depende en gran parte de los compañeros con los que compartas la experiencia, y en mi caso eran excelentes.
Sin embargo, si tuviese que elegir, sin pensárselo escogería el formato académico. Es un ambiente mucho más familiar, hay más esfuerzo y dedicación puestos tanto en la pregunta como a nivel de equipo.
Vamos a hacer un juego. Te vamos a pedir que imagines una situación extrema: mañana mismo tienes que dar comienzo a un torneo BP de 4 rondas clasificatorias, una semi y una final. El tema el que tú quieras. ¿Cuáles serían tus rondas?
Ronda 1: Esta casa cree que el deporte está sobrevalorado.
Ronda 2: Esta casa, siendo la Unión Europea, le declararía la guerra a Rusia.
Ronda 3: Esta casa haría pagar a los presos su estancia en prisión.
Ronda 4: Esta casa cerraría las empresas que utilizan los datos personales con fines económicos.
Semifinal: Esta casa sólo permitiría gobiernos tecnócratas.
La gran final: Esta casa crearía un ejército propio para la Unión Europea.
Ahora te vamos a pedir que nos cuentes quiénes son tus referentes en el mundo de la oratoria. Puede ser desde un amigo/amiga hasta un político/política. Y el porqué de esa elección.
Sin duda, las dos primeras personas que se me vienen a la cabeza cuando escucho la palabra referentes son Álvaro Aleñá y Chándani Montañez.
Así con los apellidos suena más serio, pero no os engañaré, son dos personas a día de hoy esenciales en mi vida a las que aprecio bastante.
Los dos me acogieron desde el primer momento y, aunque por supuesto las cosas que uno consigue son gracias a uno mismo, en una gran parte gracias a ellos estoy donde estoy, porque apostaron por mí desde el primer día. Por eso siempre les estaré agradecido. Ejercen un liderazgo diario cada uno desde su aportación a Cánovas y contagian de ese liderazgo a los demás siendo inspirador, por eso creo que son dos de los mejores activos en la Escuela y en nuestra Fundación.
Y por último, si te tuvieras que definir en una sola frase como debatiente, ¿cuál sería?
Decía Antonio Escohotado; “no permito estancamientos porque a mí lo que me gusta es conocer, y eso nunca tiene fin”.
Me define esta frase, porque una de las cosas que me mueve a estar en el mundo del debate es conocer. Conocer sobre numerosas temáticas y aprender de ello, conocer a las personas, y conocerme a mí mismo.
Hoy no tenemos tiempo para más. ¡Muchísimas gracias, Anto, por tu tiempo y esperamos verte pronto por aquí de nuevo!
A los demás, nos vemos la semana que viene aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.