30 de Noviembre de 2022, hace exactamente dos años la conocida aplicación ChatGPT fue lanzada al público, como uno de los grandes contactos entre la Inteligencia Artificial (IA) y las personas.
En este sentido nosotros somos los primeros que le preguntamos a esta aplicación de chatbot de IA sin comprender el razonamiento que lleva de nuestra pregunta a su respuesta, y es precisamente esta incertidumbre y sus potenciales riesgos que desconocemos parte de los problemas que trae esta nueva tecnología.
En el Torneo de Debate de la Universidad de Valladolid nos enfrentamos para dar respuesta a uno de estos grandes riesgos de la IA, que nos fue planteado a través de la siguiente cuestión:
¿Es necesario limitar la IA para salvaguardar el empleo?
En la final defendimos las posturas A favor y En Contra, y hoy queremos poner en común las conclusiones a las que hemos llegado.
Desde la posición a favor, coincidimos en que es necesaria la limitación para evitar que la IA vulnere los derechos del trabajador, por ejemplo el derecho a su dignidad y no discriminación, debido a que un algoritmo de IA puede servir para la filtración de curriculums o decisiones empresariales discriminatorias, como fue el caso del algoritmo retirado de Amazon en 2018 por penalizar la palabra “mujer” o por otro lado la automatización de determinados trabajos, causando el despido masivo de empleados de baja cualificación.
En este caso una de las soluciones que planteamos fue el establecimiento de las Standard Contractual Clauses, como se hizo con el Reglamento de Protección de Datos Europeo, enfatizando en la adopción de unas mismas reglas para el uso de IA a nivel internacional evitando así una deslocalización de empresas hacía países con menos restricciones que provoque una pérdida de empleo nacional.
Desde la posición en contra, la idea base del debate fue que el uso de la IA nos conduce a su desarrollo y con ello a una serie de beneficios que perderíamos con su limitación tecnológica, tales como: la mejora de las condiciones laborales en sectores como el científico, industrial, educativo, sanitario… para el que mostramos como evidencia el uso del sistema de IA Versius, asistente en cirugía que reduce la fatiga y aumenta la eficiencia del cirujano, o en las corporaciones industriales con una mejora de prevención de riesgos para los trabajadores.
En otro punto se recalcó la creación de nuevos puestos de trabajo gracias a la irrupción de la IA, como el caso de ingeniero de prompts de IA o educador de alfabetización en IA entre otros.
A la postre, la solución argumentada es adaptarnos, desde la promoción de una nueva formación laboral, que logre una sólida educación en IA para que todos los trabajadores puedan ser auxiliados por esta herramienta.
Sin embargo la diferencia entre Inteligencia artificial e inteligencia humana es que, entre pregunta y respuesta nosotros, sí podemos dar un razonamiento.
Y ahora les toca a ustedes razonar ¿limitamos o no la IA?
Así pues, el debate está servido.