Otro de los torneos por los que me he pasado este fin de semana ha sido el III Torneo de Debate Babel. Y sí, estoy muerto por los viajes, y no, aún nadie ha apoyado mi crowdfunding para comprar un jet privado. El caso es que me planté en un piso en el centro de Granada, para que me pillase cerquita de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, que era dónde se celebraba el debate (al menos en su fase preliminar).
He de decir que en este torneo se respiraba un buen rollo tremendo entre los 12 equipos que participaban: CMU Elías-Ahúja, Aula de debate de la UCO, Universidad Complutense de Madrid, Asociación de Debate de la Universidad del País Vasco, Cánovas Madrid, Asociación de debate Dilema, Centro Universitario Sagrada Familia, Cánovas-UMA, Universidad Pontificia Comillas, Colegio Mayor Fundación SEPI.
La pregunta que nos traían desde el equipo de Babel era la siguiente: ¿Deben regularse las criptomonedas para proteger la estabilidad económica?
Para debatir sobre este tema, tan complejo como interesante, se establecían dos fases:
La primera era una fase preliminar, que constaba de seis rondas en las que debatían todos los equipos. Esto garantizaba que como mínimo cada equipo debatía seis veces. Además, se servían de un sistema suizo de emparejamiento, y añadían dos refutaciones cruzadas a cada debate para maximizar el tiempo de los oradores. Esto era así porque, en palabras de los organizadores, querían que el debate aportase lo máximo posible en cuanto a formación a la gente que había venido hasta Granada.
La siguiente fase, se iniciaba con cuatro equipos que pasaban a semifinales y entraban ya sí a un sistema eliminatorio, que conducía hacia una gran final. Esta fase al completo se desarrollaba en la Sede de Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía.
Entre debate y debate daban a los oradores un rato para descansar, que venían bien, ya que la mayoría no sabíamos si estábamos en la ETS de Arquitectura o en el Laberinto del Fauno (con más de uno haciendo el cabra). Pero la parte positiva es que una vez que acabamos de debatir, mis gemelos eran más duros que un día sin pan. Al próximo torneo de Madrid voy haciendo running, ya veréis.
Tras las comidas en común (de las mejores que he probado en un torneo), y las amenas charlas de micro y macroeconomía por los pasillos avanzamos de ronda hasta la final, que enfrentó a los equipos de la Universidad Complutense de Madrid (Isabel Díez Cereceda, Iván Bejarano, Víctor Corpa Rubio y Manuel Fukuda León) a favor, y Cánovas-UMA 1 (Cristina Negro Martínez, Andrea Alonso Castellón, Carmen Sánchez Robles y Santiago Santaella García) en contra.
La victoria al final la obtuvo el equipo de la Universidad Complutense de Madrid, junto con el premio de 400 euros. El equipo de Cánovas-UMA 1 se llevó el premio de subcampeón de 150 euros, y el premio para el mejor orador fue para Víctor Corpa Rubio de UCM.
Y si esto es todo, ¿entonces qué pasa con la fiesta? Pues como dicen, de forma bastante acertada, mis compañeros de Babel: “En Granada no se trabaja bisutería”.
Nos acercamos a tomar un cóctel-aperitivo en el Carmen de la Victoria, con una deliciosa barra libre de zumos de cebada y de uva fermentados, y después nos acercamos a la discoteca “El Camborio”, donde le dimos un poco al cuerpo. Eso sí, lo mejor no fueron los refrigerios que nos tomamos allí, sino las increíbles vistas a La Alhambra que teníamos desde ambos locales.
Si una cosa fue mala del torneo, fue claramente el momento de tener que marcharse, ¡pero no os preocupéis porque nos veremos por allí en la próxima edición! ¡Por el momento os dejamos la tabla de oradores y de equipos!
Y esto ha sido todo de este torneo, así que… ¡nos vemos la semana que viene!