«A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad». —Patrick Rothfuss.
¿Pero qué ocurre si a donde huimos, empieza a convertirse en una nueva realidad?
El concepto de Metaverso cada vez toma más voz entres las personas. Y la similitud que se me viene a la mente ante un avance tecnológico de tal calibre es cuando estás en la playa y sin que te des cuenta, acabas frente a una gran ola ante la que no puedes hacer otra cosa que esperar a que te engulla. El caso, es que es innegable que el uso del Metaverso va en aumento, al igual que el continuo y veloz desarrollo del mismo. Evidencia de ello, datos aportados por Statista.
Sin embargo, aun siendo comentada por tal magnitud de personas, expertos en tecnología e IA como Ahmed Banafa, en un artículo de la BBVA, aseguran las evidentes lagunas de conocimiento que padece la mayoría de la población. Concretamente, él señala algunos mitos sobre esta tecnología como:
- Nadie sabe qué es el Metaverso. Él lo explica diciendo que no es otra cosa que el futuro de Internet: «una plataforma masiva, interactiva e interoperable en tiempo real que abarca mundos virtuales interconectados».
- El Metaverso no es solo realidad virtual. Ahmed, compara: «decir que el Metaverso es solo RV con decir que Internet es solo un teléfono móvil».
Y la que más debemos focalizar:
- El Metaverso no sustituirá al mundo real. Será un complemento.
Una vez hemos aclarado que no será un sustituto (al menos de momento), no podemos negar que repercutirá de manera jamás vista en la sociedad. Hablamos de sociedad, economía, tecnología, filosofía, incluso medioambiente. Sin embargo, centrémonos en el ámbito social.
Volviendo a la pregunta del titular. Entendemos «beneficioso» como aquello que beneficie más que perjudique. Evidentemente habrá beneficios sobre las personas. Tan solo giremos la cabeza hacia la pandemia de la Cóvid-19. En un estudio realizado con la colaboración de la Universidad de Ámsterdam, se evidencia que las clases en línea tomaron un papel esencial en los jóvenes, que les hicieron sentirse menos solos y más acogidos.
Si las videoconferencias avivaron el sentimiento de acogida de los estudiantes, el Metaverso impulsará esto todavía más. Será clave para las personas que viven a distancia.
Por el contrario, no podemos evitar fijarnos en los perjuicios sociales como consecuencia. Otra gráfica de Statista, demuestra el peligro que ocasiona el Metaverso en la privacidad, la salud mental o la posible adicción en los usuarios.
En definitiva, el Metaverso tiene el potencial tanto para ser el fiel acompañante de la humanidad y su evolución, como para su más letal perdición.
Está en nuestras manos ejercer las regulaciones necesarias para darle un correcto uso. Y no olvidar a los autores del romanticismo, los cuales cayeron en la desesperación por el ansia de fugarse de la realidad.
Así pues, el debate está servido.