¿Son las criptomonedas el futuro de las divisas tradicionales?

Parece que las criptomonedas han llegado para quedarse… ¿van a suponer el fin de las divisas tradicionales? Alfonso Sánchez Lara, estudiante de Segundo de Bachillerato del Colegio El Limonar y debatiente en Cánovas Fundación, analiza su futuro en ElDebatiente.
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“Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos”. José Ortega y Gasset.

Tenemos miedo. Miedo al fracaso, miedo a lo que no vemos o sabemos. Somos instintivamente escépticos de lo novedoso y así lo ha demostrado la historia, pues no se concibe ésta sino como un continuo progreso hacia lo desconocido del que muchos renegaron. Es la propia dinámica de la revolución tecnológica, la que ha hecho próspero el avance y triunfo de esta clase de divisas, y son las multinacionales y gigantes del sector tecnológico con inversiones millonarias quienes incentivan su proliferación. Pero, ¿qué son realmente estas criptomonedas?

Se trata de una moneda virtual. La primera de ellas fue el Bitcoin creada en 2009, aunque desde finales del siglo XX ya se imaginaba un posible futuro basado en este sistema aparentemente perfecto. La estructura de esta moneda está fundamentada en un concepto informático denominado blockchain, que se basa en distribuir entre varios equipos y servidores la información y datos que mantienen en pie su estructura.

Los últimos acontecimientos han mostrado una cierta inestabilidad en este sistema, pues al igual que incrementa drásticamente su valor, también puede caer de la noche a la mañana, todo sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Es esto mismo lo que hace de las criptomonedas un activo, de momento, especulativo y que no llegue a cuajar como método de pago habitual. Por otra parte, al no estar supervisadas, han servido como caldo de cultivo para la criminalidad y el fraude. Según señala un informe de la compañía Cipher Trace, los ciberdelincuentes se embolsaron en 2020 la nada despreciable cantidad de 4.260 millones de dólares. La Comisión Europea ya ha comenzado a trabajar en una regulación que dote a los inversores de cierta seguridad, aunque este proyecto aún esté en fase inicial. Es por ello que, a corto plazo, las criptomonedas no van a sustituir a las divisas tradicionales, aunque como toda revolución debemos mirar con perspectiva. 

Las ventajas son también numerosas. Como ha sido comentado anteriormente, este sistema se basa en el blockchain y lo destacable de este, es su descentralización de un servidor principal. Por ello son independientes, no están supervisadas por gobiernos u organizaciones, y a su vez tienen como característica fundamental la globalidad. Esto da, por tanto, la posibilidad de utilizarlas en todo el mundo sin más limitaciones que la conexión a una red. Otra de sus características más interesantes es la capacidad de mantenerse al margen de la inflación gracias a su mecanismo de funcionamiento. Este se basa, en el caso de Bitcoin, en limitar el número máximo de monedas posibles existentes. Cuando se llegue a ese límite se revalorizará su valor, ya que no se podrán obtener más unidades, y las que ya se encuentran en mercado variarán según la demanda existente en ese momento, ¿veremos el fin de las monedas físicas?

Así pues, el debate está servido.

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