Para romper el hielo Adrián, ¿cómo
entraste en el mundo del debate?
Siempre me ha llamado mucho la atención todo lo referido a la oratoria y el debate político, pero no fue hasta primero de carrera cuando decidí dar el paso y apuntarme a la Sociedad de Debate de la UC3M.
¿Y en qué punto de tu carrera como orador crees que te encuentras?
Me encuentro en un momento muy dulce, pero con ganas de seguir debatiendo y mejorando cada día.
¡Esa es la actitud!
¿Cómo definirías el mundo del debate hoy día?
Un mundo que te aporta mucho para tu vida personal y profesional, en el que puedes hacer grandes amigos. Además, suele ser gente con gustos parecidos a los tuyos.
Por otro lado, siempre me ha parecido interesante que sea un mundo muy plural ideológicamente hablando.
Muy de acuerdo, de hecho, es una de las grandes ventajas, no hay mejor manera de poder crecer constantemente.
¿Qué podrías contarnos sobre tu club o sobre la importancia del sentimiento de pertenencia a uno?
Creas una pequeña familia, y empiezas por llamar compañeros a todos y terminas por llamar a muchos de ellos amigos. Pasamos demasiadas horas juntos y aprendemos mucho unos de los otros, porque cada uno tiene su estilo propio.
Qué bonito es tener a gente en la que poder apoyarte.
¿Algún referente personal en el mundo del debate?
Una mujer y un hombre: Yolanda Díaz y Alfredo Pérez Rubalcaba.
¿Qué características crees que debe tener un buen debatiente?
Lo fundamental es saber transmitir tus ideas. Creo que es clave no parecer un robot que habla mucho y no siente lo que dice. La vida es sentimiento, y la política y el debate también.
Muy de acuerdo, la naturalidad es la mejor herramienta que tenemos.
¿Y qué características crees que tienes tú como debatiente? Venga va, señálanos una virtud y un defecto que tengas como orador.
Como virtud destacaría esa: me creo lo que digo, aunque tenga que defender una postura que no comparta. Me meto bien en el papel que me toca y creo que hago llegar al oyente lo que quiero transmitir.
Como defecto creo que diría que no termino de controlar bien el tiempo del que dispongo, y eso hace que me cueste organizarme a la hora de establecer qué ideas son prioritarias y qué ideas no. También creo que debería organizar los debates con más tiempo, pero bueno… bajo presión funciono mejor.
Jajaja desgraciadamente algo me hace pensar que aquí todos dejamos para el último momento más cosas de las que deberíamos…
Como mejor orador de la LEDU, ¿podrías compartir con todos nosotros algún truco o secreto que guardes a la hora de debatir? Y si quieres comentarnos algo sobre la LEDU, estaremos encantados de oírlo.
Aunque suene a tópico, que sé que va a sonar, lo mejor es seguir tu estilo propio. Ser fiel a ti mismo. A mí me ha pasado que un juez ha salido encantado con algo que he hecho en un debate y a otro juez no le ha gustado nada. Siempre hay que escuchar y tomar nota de la gente que más entiende de esto, pero siguiendo siempre nuestro estilo, creo que ese es mi mejor truco: sé cuál es mi estilo y voy a muerte con él, gane o pierda.
Qué importante es ser fiel a uno mismo, ¡no dejes nunca de hacerlo!
La LEDU ha sido una oportunidad para reivindicarnos. Nunca había tenido la oportunidad de ganar un torneo tan importante fuera de la Carlos III, por un motivo u otro nunca había quedado campeón, y a nivel personal ha sido muy bonito poder hacer este doblete.
¡¡Enhorabuena por todo lo que estás consiguiendo!!
Bueno, pasamos a un clásico: ¿BP o académico? ¿Postura favorita?
Me gusta más el debate académico, porque aprendo más cosas que con el BP, aunque no me cierro puertas a empezar a practicar BP, siempre me ha parecido interesante. La postura que más me gusta suele ser en contra, especialmente la Segunda Refutación porque tienes la oportunidad de hacer una enmienda a la totalidad del debate y hay que saber leer muy bien todo lo que va ocurriendo.
¿Alguna moción/pregunta favorita o sobre la que te gustaría debatir alguna vez?
Siempre me ha apasionado todo lo relativo a los derechos sociales, así que algo de ese estilo. La eutanasia o la educación concertada y privada en España, por ejemplo.
Temas muy a la orden del día, seguro que se generarían unos debates muy interesantes
E independientemente de tus preferencias, ¿crees que hay algún tema de actualidad que estimes que debería ser debatido actualmente?
Creo que hay dos cuestiones que son claves a corto, medio y largo plazo: el feminismo y la lucha por la conservación de nuestro planeta. Sin embargo, no creo que sea posible plantearlos dicotómicamente: a favor o en contra, así que habría que debatir sobre cómo afianzar y mejorar esos dos aspectos.
Qué manera más interesante de enfocarlo, nos dejas dándole vueltas al asunto…
Dejando al margen el debate en sí y pasando un poco a la parte más emocional, ¿alguna anécdota o momento de “tierra trágame”?
Siempre recuerdo cuando en un debate sobre lo políticamente correcto, el compañero del equipo contrario me hizo una pregunta sobre qué pensaría si fuera homosexual y me llamaran gay. Quizá pensaba que utilizar la palabra gay era algo despectivo, y supongo que tampoco sabría que yo soy gay. La cuestión es que me dio un pequeño ataque de risa en medio del debate… No se me olvidará nunca.
Jajaja seguro que luego se te habrán ocurrido un montón de ideas sobre formas en las que le podrías haber respondido, ¡pero nada mejor que las risas que te echaste!
¿Algún recuerdo que guardes con mucho cariño?
El primer torneo de debate que gané hace ya 3 años en la Carlos III. El primero siempre es especial.
Ni que lo digas, los buenos recuerdos nadie nos los puede quitar.
Por el contrario, ¿momento más complicado al que te has enfrentado?
Ha habido algunos debates en los cuales he tenido momentos de bajón en los que de repente quieres cambiar toda la línea argumental y te piensas que todo lo estás haciendo mal. Ante eso lo mejor, siempre, es salir y debatir.
Que consejo más sabio.
¿Cuáles son tus mayores inseguridades a la hora de debatir?
Yo cuando era pequeño tenía problemas de tartamudez, y algunas veces todavía se me notan resquicios de aquella época. Mi mayor miedo es trabarme en público y no poder seguir hablando.
Para que luego digan que con esfuerzo y práctica no se puede conseguir todo lo que te propongas.
¿Qué expectativas tienes de la LEDU y del mundo del debate en general en este año tan diferente que se nos plantea? ¿Qué opinas de los debates online?
Es una experiencia nueva, está claro, pero espero no tener que volver a debatir nunca más online. Lo bonito del debate es todo lo que conlleva hacerlo presencial… espero que todo vuelva a la normalidad pronto. Eso sí, entre debatir online o no debatir elijo la primera opción.
Yo creo que todos opinamos más o menos lo mismo, esperemos que todo salga bien.
Y esperamos verte en nuestro torneo online 😉
Para ir terminando: En una palabra, ¿qué es el debate para ti?
Pasión.
Vemos que esta vez tampoco ha dudado mucho…
¿Qué te ha aportado el debate?
Me ha ayudado mucho en aspectos fundamentales de mi vida: confianza en mí mismo, capacidad comunicativa, pensamiento más rápido y sobre todo me llevo grandísimos amigos y momentos inolvidables.
¿Qué aconsejarías a quiénes se acaban de iniciar en el mundo del debate?
Que tengan un estilo propio, y que no tiren la toalla cuando algo no salga bien a la primera.
Pues ya sabéis chicos, habrá que seguir los consejos de un campeón como es Adrián.
Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión.
Necesitamos una mayor inversión y apuesta por la comunicación y la oratoria en España, ahí todos estamos de acuerdo. Sin embargo, creo que no podemos olvidar que lo importante es tener un buen discurso de fondo, por lo que se antoja necesario que la juventud sea competente y sobre todo tenga capacidad crítica. De nada serviría una juventud con un pico de oro sin nada relevante que decir.
Maravilloso fin, como era de esperar.
¡¡Muchas gracias por todo Adri!! Un placer.