¡Buenas Gerardo! Ya sabes como va esto así que vamos a empezar igual que siempre. ¿Cómo y cuándo entraste en el mundo del debate?
Me acuerdo perfectamente. Fue a finales de 2012 cuando un profesor del colegio me comentó que Carlos Valverde y Natalia Gascón, antiguos alumnos de La Salle Córdoba, estaban montando un nuevo club de debate. Al principio nos reuníamos todos los domingos en La Salle para formarnos y éramos como 20 personas, ahora somos más de 100 socios. Y sí, como todos, también empecé de staff y crono.
Todavía en Bachillerato, en abril de 2013, gané el I Torneo Interescolar CDU con otros compañeros de clase. Entonces era un torneo para equipos de Córdoba, seis años después hemos conseguido casi 30 equipos de toda España. Ese mismo año, ya en la universidad, participé en el torneo que más he disfrutado, el II Torneo Cánovas Fundación. Desde entonces Debate me ha dado muchos de los mejores momentos y amigos de mi vida.
Volvería a comenzar de nuevo, si no fuese por la carrera…
Y, ya que llevas un montón en debate y me comentabas antes que eres presi de CDU… ¿Cómo es la experiencia de estar al cargo de un club? Y de cara a los años que vienen, ¿crees que es necesario que la cúpula directiva vaya cambiando?
La verdad es que es reconfortante. No te puedo negar que hay momentos de agobio en los que maldigo el momento en el que presenté la candidatura. Sin embargo, ver cómo la gente evoluciona y cómo el club va creciendo y consiguiendo objetivos hace que todo esfuerzo valga la pena. Este año además modificamos la estructura de la directiva de forma que conseguimos implicar más a los socios y compartir el trabajo. Estoy muy contento de la base que hemos conseguido. No me puedo quejar, tengo un equipazo.
Este es un punto al que le llevo mucho tiempo dando vueltas. Por una parte, es fundamental dar el relevo de la dirección a posteriores generaciones, al final son ellos de los que va a depender todo, necesitamos gente con ganas y capacitada para gestionar y dirigir el club. Pero, por otra parte, con este sistema se hace muy difícil consolidar proyectos a largo plazo. En CDU como sabéis no nos apoyamos en ninguna universidad, por lo que es fundamental ir dando espacio y responsabilidades a los más jóvenes.
Escuchando tu respuesta, creo que esto me interesa. ¿Cómo se vive el relevo generacional en debate? ¿Crees que los nuevos debatientes traen algún cambio significativo?
Bueno, en general creo que tendemos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿no crees? Es difícil ver cómo pasan los años y hay gente que se marcha o de la que te distancias, pero eso es algo que es común en todos los aspectos de la vida. Al final hay que quedarse con los recuerdos y los momentos que te ha dado Debate.
Tenemos la suerte de estar viviendo un buen momento para el Debate en nuestro país. Estos últimos años he estado juzgando varios torneos escolares y es brutal la evolución cuantitativa y cualitativa de los debatientes. De las nuevas generaciones espero que terminen de asentar el debate en el sistema educativo, aunque eso es algo que nos incumbe a todos.
Y en relación a lo que hablábamos antes de implicarse en el proyecto, ¿crees que es importante sentirse identificado con tu club? ¿Por qué?
Los proyectos valen lo que valen las personas que los forman. Es muy importante que nuestros socios se sientan parte activa del Club, ellos son el motor y la razón de nuestras actividades.
Me parece genial cuando veo clubes en los que sus debatientes no paran de participar en torneos, para eso existimos fundamentalmente. Pero creo que el Debate, para poder aprovecharlo en todas sus perspectivas, hay que complementarlo con una dimensión más personal. En CDU siempre hemos tenido la costumbre de comenzar a preparar un torneo conociéndonos con unas cervezas.
Sólo con un equipo unido y motivado podemos seguir creciendo y asumir nuevos proyectos.
Vale, ahora vamos con una más personal. Si tuvieses que elegir un formato para debatir, ¿sería académico o BP?
Voy a romper una lanza a favor del Académico. Disfruto realmente del trabajo de investigación y análisis que hay detrás de cada debate. Pero me gusta cómo lo tenemos montado en España.
Académico y BP son dos modelos que se complementan perfectamente. De Académico echo de menos la espontaneidad y la lógica del BP, y del BP echo en falta el trabajo, la investigación y las formas del Académico. En cualquier caso, la enorme oferta de torneos que hay hoy en día (fuente: listado de Paco de principios de año) no hace más que reafirmar la buena salud del Debate en España.
Y ya que hablamos de salud del mundillo… ¿Crees que todos los debatientes tienen capacidad para juzgar torneos? ¿Y en el caso de los torneos escolares?
No sé si es pillarme los dedos, pero no creo que sea así. Al menos no de primeras. Estaréis conmigo en que el Debate, ya sea Académico o BP, tiene de base una gran carga lógica. Me parece fundamental formar a los debatientes, no sólo en debate sino en cómo juzgar un debate.
El caso de los torneos escolares es el mismo que el de los universitarios, no hago distinción alguna, hay algunos torneos con muchísimo nivel.
Vamos a hacer un ejercicio de imaginación. Si pudieses cambiar solo una cosa del mundo del debate, ¿qué sería?
Creo que le hace falta bastante reflexión. Creo que en cierto sentido hemos perdido la visión del Debate como una herramienta profesional y lo hemos convertido en pura competición. Como dice Miguel García, fuera del Debate te piden una comunicación eficaz, saber transmitir, empatizar… algo que estamos perdiendo.
Por otra parte, hoy en día sigue habiendo muchos egos, más que hace unos años diría yo. Son muchas las ocasiones en las que me he encontrado con gente altiva que no saben medir y relativizar la dimensión del Debate. No consigo concretar qué factor es, pero no creo que sea positivo para la comunidad debatiente. ¿Es esa la imagen que queremos dar de cara al exterior?
Ya que me cuentas que hay un perfil de debatiente «malo», ¿cuáles crees que son los valores necesarios de un debatiente 10?
Creo que en España tenemos la suerte de tener muchos “debatientes 10”.
En mis referentes he podido comprobar que no es únicamente cuestión del número de torneos que participan o ganan. Es esencial una persona que sepa hacer equipo, gestionarlo e involucrar a los demás dentro de un proyecto, un líder. Pero, sobre todo, un debatiente 10 tiene que compartir y transmitir sus conocimientos. Hay que ver el debate con perspectiva de futuro, no sirve de nada tener grandes “estrellas” si no saben compartir su éxito a los que vienen detrás.
Y por último, y como siempre, si tuvieses que concluir toda tu vida en el debate con una frase, ¿cuál sería?
Pues creo que le estoy robando la frase a Miguel Ángel Ruiz, pero no hay una que defina mejor mi paso por este mundo que la de “Si hay proyecto y hay equipo, hay futuro”. Después de estos siete años me retiro quedándome con la gente que he conocido y los proyectos que juntos hemos logrado.
