Bueno Almudena, como siempre y desde el principio, ¿cómo y cuándo entraste en el mundo del debate?
Conocí CDU hace cuatro años gracias a varios amigos que eran socios y decidí probar suerte. Siempre me había llamado mucho la atención hablar el público, investigar sobre diferentes temas y estudiarlos desde múltiples perspectivas. El principal inconveniente en aquel momento era que estaba acabando bachillerato, por lo que difícil compaginar los estudios con debate y lo acabe dejando un poco de lado.
Al año siguiente entré en la facultad y decidí retomar el debate de nuevo. Se lo comenté a quiénes por aquel momento eran compañeros de clase, y quiénes han pasado a ser amigos, y fuimos juntos a la presentación del curso. Aquello fue todo un acierto.
Hoy en día volvería a tomar esa decisión una y mil veces más, porque CDU, además de darme grandes herramientas, me ha dado grandes momentos y amigos y eso es algo que nunca dejaré de agradecer.
Y en el tiempo que llevas en debate, ¿cuáles dirías que han sido tus mejores momentos?
Uno de mis mejores momentos y que, sin duda, con más cariño recuerdo, fue el VI Torneo Nacional de Cánovas. Era mi primer torneo nacional, además de la primera vez de estrenarme como segunda refutadora, y la verdad que la experiencia fue única.
Incluso contando con los nervios previos al torneo, tuve la suerte de estar con mis amigas en el equipo, lo que hizo el trabajo mucho más fácil. Y a pesar de ser novatísimas llegamos a cuartos, y nos sentimos muy orgullosas de nuestro trabajo (además de disfrutar muchísimo de la fiesta). Es un torneo al que le acabe cogiendo mucho cariño.
Según tu experiencia, ¿qué crees que le falta y le sobra al mundo del debate?
Bajo mi punto de vista, creo que una de las cosas que le sobra al mundo del debate es la competitividad tóxica. Últimamente veo con frecuencia en los torneos como la gente, a pesar de hacer un papel increíble, se frustra muchísimo por no pasar a las rondas finales o no ganar el torneo. Al final se acaba desvirtuando la verdadera finalidad del debate y se acaba convirtiendo en una competición donde, o ganas, o no eres nadie. Todo el esfuerzo parece olvidarse, lo cuál me parece bastante triste.
Por otro lado, una de las cosas que le falta es lo que los socios veteranos de CDU llaman “intensivos de debate”, es decir, pasar días enteros preparando los torneos con tu equipo. Gracias a esto, además de realizar una profunda labor de investigación y volverte un experto en el tema, hacías piña con tu equipo, que al final es lo que te hace coger fuerzas para los momentos de bajón dentro de los torneos.
También creo que es importante que se empiece a confiar más los novatos que empiezan cada año. Al final son diamantes en bruto que hay que pulir, pero nos centramos tanto en ganar los torneos que no se les da la oportunidad de brillar. Considero que es importante animarlos a que participen en torneos y que disfruten de las experiencias porque, al final, depende de ellos que el debate siga existiendo de aquí a unos años.
Ya que me lo mencionas varias veces, ¿cuál crees que es la clave para que se generen buenas relaciones entre los miembros de un mismo club de debate?
Siempre decimos que CDU es una familia y, sinceramente, creo que ahí está la clave para que se fomenten las buenas relaciones dentro de un club.
El ser socio de un club de debate no puede consistir en ir, debatir y adiós muy buenas, ya que, eso genera un ambiente distante y frío dentro del club. Para evitar eso, siempre intentamos crear ese sentimiento de familia, ya sea con unas cervezas después de una formación, mientras preparamos un torneo o quedando cualquier fin de semana para hacer lo primero que se nos pase con la cabeza.
Resumiendo, podría decir que la clave está en que seamos un club de amigos que debaten, en vez de simplemente un club de debate.
¿Y por qué CDU es diferente? Cuéntame que hace bueno a tu club de debate
Otra de las cosas que hace que CDU destaque del resto, como dice el lema de este curso, es que, Juntos Sumamos. El principal sustento de CDU son las personas que lo forman.
Dentro del club, cada persona cuenta y todos los sabemos, por eso cada proyecto, cada torneo, cada evento, no solo incumbe a unos pocos, sino al todo el club. Al final, sin las ganas y de los socios no existiríamos, y creo que eso es lo que nos hace estar tan unidos en un proyecto común. Vamos todos a una.
Me han comentado que este año estás en organización. ¿Cómo está siendo tu experiencia dirigiendo CDU?
Tengo mis días buenos y mis días malos. Hay días en los que es todo agobio y desesperación, donde no veo nada positivo. Gracias a Dios, tengo la suerte de estar rodeada de una Junta Directiva formada por amigos, lo que hace mucho más fácil y llevadera la experiencia. Nunca podré dejar de darles las gracias por tener tanta paciencia conmigo y por darse tanto a este proyecto.
Además, si recapitulo todo lo que llevamos de curso, los días buenos superan con creces a los malos. Uno de los mejores momentos hasta la fecha fue la celebración de nuestro VIII Torneo Interno. Ha sido todo un orgullo para mi poder ver como nuestros niños han mejorado tanto de un año para otro, y como los novatos estaban cada vez más motivado y felices debatiendo. Son momentos como ese los que me dan fuerza para seguir creando proyectos para mejorar el club y que poco a poco vaya creciendo.
Espero poder devolverle a CDU, y a todas las personas que confiaron en mi todo lo que me han dado.
En cuanto a debate, si te diesen a elegir… ¿Académico o BP? ¿Por qué?
Hay momentos en los que peco de perezosa y me decanto más por el BP, ya que muchas veces me cuesta hacer una profunda labor de investigación y prefiero improvisar, pero mi verdadero amor es el académico.
A pesar de que un debate académico siempre exige mucho más a la hora de prepararlo, creo que al final se acaba convirtiendo en todo un arte. Además, en académico todo el mundo puede encontrar un lugar donde esté cómodo, lo que lo hace mucho más atractivo. Me quedo con las formas del debate académico porque, aunque es verdad que en BP no son importantes, hay personas que directamente las olvidan y se acaba creando un ambiente bastante agresivo.
Hablando de nuevo desde tu experiencia, ¿crees que existe discriminación por sexo en el mundo del debate?
Hoy en día no veo la discriminación por sexo como un problema que exista dentro del mundo del debate. Esto puede darse gracias a que al final en debate todos tenemos una mentalidad bastante abierta, y no nos dejamos llevar por etiquetas o roles de género.
Además, gracias a la popularidad que tienen las preguntas o mociones sobre esta temática, hemos aprendido a verla desde diferentes perspectivas y a ponernos en el lugar del otro, lo que ha contribuido mucho a alcanzar esta situación de igualdad.
Ya que hemos hablado más de una vez de novatos, si tuvieses que dar un consejo a la gente que va a empezar en debate, ¿qué les dirías?
Que vivan al máximo la experiencia y disfruten como niños pequeños.
Que nunca tuvieran duda sobre echar algún torneo, y fueran a la mayor cantidad de torneos posibles, que se expriman al máximo y lo den todo. Y no solo limitarse a torneos, sino simulaciones, conferencias, viajes… Todo lo que conlleva este mundo.
Pero sobre todo les diría que se lo tomarán con cabeza y no hicieran de esto su mundo. Al final el debate es un medio y no un fin, así que no deberían alargar esta experiencia más de la etapa universitaria, porque nada en exceso es bueno. El debate en su justa medida es perfecto, pero, si abusamos de él, puede ser contraproducente.
Y teniendo en cuenta que todos nos fijamos en alguien cuando empezamos, ¿cuál dirías que es tu referente en el mundo del debate?
Quizás es un poco difícil elegir a un solo referente dentro del mundo del debate. Personalmente, creo que hoy en día soy quién soy, tanto como debatiente como persona, gracias a todos mis veteranos de CDU como: Alberto López, María León, Alejandro Trujillo, Marian Rivas y un muuuy largo etcétera.
Cada uno de ellos me han aportado algo diferente en todos los torneos en los que me han ayudando, tanto siendo mis capitanes como mis formadores. Siempre serán personas a las que admiro y como las que me gustaría llegar a ser, aunque sean difíciles de superar.
Y como siempre acabamos, si tuvieses que concluir toda tu vida en el debate con una frase ¿cuál sería?
Pecando un poco de orgullo CDU, la frase que mejor podría representar mi vida en el debate es: “Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo”.
Al final debate me ha dado las herramientas y la fuerza para ser capaz de hacer cosas que realmente, nunca creía que iba a acabar haciendo y que, al final, han sucedido.