Vamos a ser ordenados y a comenzar por el principio, así que cuéntanos cómo empezaste en este mundo del debate…
Pues he de decir que estoy aquí por una plena, a la vez que maravillosa, casualidad. En mis primeros días de universidad salía de clase cuando al llegar a los jardines de la Facultad de Económicas de Málaga, me llamó la atención un stand de color burdeos, que según me pareció estaba relacionado con algo de oratoria pero, como iba con prisas y perdía el autobús, dije “buah mañana me acerco que hoy no llego”.
Al día siguiente, y tras salir de clase, estaba desayunando con varios compañeros y les comenté si sabían algo del stand porque ya no estaba en el mismo sitio. En ese momento, María Guerrero me dijo que era de Cánovas Fundación, que estaban publicitando la Escuela de Debate Universitario, y comenzó a contarme todas las maravillas que la llevaron a apuntarse el día anterior. Cuanto más hablábamos, más ganas tenía de sumarme, siempre me habían encantado los debates y las exposiciones en público, así que aquellas palabras resonaban en mi mente como música celestial. Pero, cuando por fin le pregunté cómo me podía inscribir, su respuesta me cayó como un jarro de agua fría…el plazo de inscripción había cerrado. Desilusionado, llegué a casa y le conté lo sucedido a mis padres, que sin embargo me animaron a enviar un correo a la Escuela, con la carta de motivación y el currículum que se solicitaba, a ver si se podía hacer algo. Redacté y revisé el email mil veces, y esperé su respuesta nervioso y preocupado. Esta no tardó en llegar, me habían aceptado como nuevo debatiente.
¡Qué maravilla! Quién te diría que llegaría el día en el que tú serías quién escribiría esos correos…
Ya sabemos cómo fue tu inicio, ahora vamos a adentrarnos un poco en tu trayectoria, cuéntanos ¿en qué punto de tu carrera cómo debatiente te encuentras?
Es una pregunta bastante interesante. Este ha sido mi tercer año en debate, y es cierto que no he participado en muchos torneos como debatiente porque ante mi nula disponibilidad de tiempo en el primer cuatrimestre, mis esperanzas estaban depositadas en el segundo, y por desgracia la grave situación que padecemos me ha impedido poder acudir a los torneos previstos. No obstante, este año he podido desarrollar tres nuevas facetas como debatiente: juez, formador y miembro de organización, que me han enriquecido enormemente y que me han aportado más razones aún si cabe para seguir con más ilusión que nunca en el mundo del debate.
Ya que nos has dado la buena noticia de que piensas seguir involucrado en este mundo el año que viene, ¿qué expectativas o planes tienes para el siguiente curso?
El curso que viene se presenta como una oportunidad más para seguir creciendo y mis planes, siempre que las circunstancias lo permitan, son continuar participando en torneos académicos, reforzar mi asistencia a BP, y sobre todo mantener mi gran pasión que es formar parte del equipo de organización y formación de debate universitario.
Sabemos de primera mano que tienes muy buena relación con todo el mundo, pero especialmente con los novatos pues hablan maravillas de ti. ¿Qué consejo les darías a quiénes se acaban de iniciar en este mundo?
Les diría a todos que sean ellos mismos. Me explico, muchas veces cuando uno entra en el mundo del debate, tiene la tendencia de intentar parecerse a debatientes famosos o de gran prestigio pero, para mí, es un error muy grave. Puede parecer tópico lo que estoy diciendo, pero es fundamental, cada uno contamos con una serie de atributos y defectos que juntos configuran nuestra personalidad y estilo, y siempre que se apuesta por intentar ser quién no se es, el debatiente pierde a mi juicio los mandos de una riqueza única que posee, y la sustituye por una actuación, un escaparate, que a todas luces demuestra que no es real. Valéis mucho (no dejéis que nadie os diga nunca lo contrario), lo único que tenéis que hacer es trabajar para cada día ser mejores, pero nunca seréis mejores imitando a alguien porque sólo vuestra idiosincrasia os permitirá sacar la mejor versión de vosotros mismos.
¡Qué consejo más sabio! Ojalá todos nuestros lectores te hagan caso.
Esta pregunta quizás sea muy general, pero queremos conocer tu opinión… ¿Cómo definirías el mundo del debate en día de hoy? ¿Qué crees que le falta y le sobra?
Creo que le sobra ego en todos los sentidos. Sí, sé que quien lea esto pensará “oh el ego que original” porque es verdad que es el recurso habitual en estas entrevistas, pero… ¿por qué lo es? Siempre he mantenido que para mí el debate es un deporte (si aceptamos el ajedrez esto es inapelable) pero que es un deporte diferente, donde el respeto está mucho más extendido y la competitividad es mucho más sana que en otro tipo de actividades. Sin embargo, esta realidad no nos puede conducir a pecar de conformistas, es innegable que hoy en día hay conductas en debate que requieren de una pronta solución. No puede ser que unos novatos entren a sala y cuando acabe la ronda ningún equipo les salude, no es la regla habitual ni mucho menos pero ocurre y lo sabemos todos, y si aspiramos y vendemos al resto de la sociedad que queremos ser mejores personas a través de este mundo no podemos tolerar en forma alguna este tipo de cuestiones. Y esto implica que todos seamos conscientes de que el novato que entra por la puerta de clase su primer día, sin haber visto ni hecho nada de debate en su vida, vale como mínimo lo mismo que cualquiera de nosotros. Quien no tenga claro esto pienso humildemente que tiene un problema muy serio, que no es un debatiente, será otra cosa, pero para mí no es un verdadero debatiente.
Y brevemente, creo que le falta apoyo institucional. A las autoridades les encanta hacer declaraciones grandilocuentes defendiendo la necesidad de crear espíritu crítico, pero la verdad es que luego el apoyo a este mundo es escaso, ha mejorado en los últimos tiempos es verdad, pero no es ni mucho menos suficiente.
Y pasando de lo general a lo más concreto, ¿qué te ha aportado el debate en lo personal y profesional?
En lo profesional creo que el debate nos aporta a todos nociones que son muy demandadas en el ámbito laboral, hablamos de gestión de equipos, liderazgo, resolución de problemas… Y en lo personal, me ha dado una segunda casa y familia que es mi Escuela, me ha permitido hacer amigos en toda España, de todos los clubes y de todas las ciudades posibles, pero sobre todo me ha hecho feliz, y los que me conocen saben que no uso esta palabra porque sí, creo que lo más bonito que se puede decir de algo hoy día es que te hace plenamente feliz.
Dado que estudias económicas y no derecho como suele darse en este mundo, ¿crees que afecta en algo? ¿Te supone algún problema? ¿Qué les dirías a quiénes estudian diferentes carreras y no se atreven a apuntarse porque creen que eso es un obstáculo?
Bueno creo que, en mi caso, como en economía siempre estamos a la gresca, mi carrera se presta bastante al debate y no tengo excesivos problemas. Los que me conocen saben que siempre intento sacar un argumento económico de debajo de las piedras (los presupuestos generales son mis mejores amigos). Eso sí, un poquito harto del BOE si estoy (risas). Tengo compañeros que son excelentes debatientes y estudian ingeniería, historia o ciencias, y no tienen ningún problema, o sea que yo les diría a todos a los que les “pique el gusanillo” del debate que se animen, siempre hay preguntas de todas las temáticas en los torneos y si te toca una que no tienes ni idea eso hace que la investigación (en caso de académico) sea más interesante y te permita profundizar en ámbitos que nunca habrías explorado. De hecho, creo que el no estudiar “ADE-Derecho” no debe suponerles un obstáculo ni mucho menos, todo lo contrario, creo que los debatientes que se salen de ese marco son capaces de aportar puntos de vista y enfoques diferentes y muy originales
Nos está gustando mucho la visión que nos estás dando, pero queremos conocerte un poco más a ti, así que vamos a centrarnos en tu faceta más personal.
Sabemos que has formado este año por primera vez parte del equipo de Debate Universitario en la Fundación Cánovas, ¿podrías contarnos un poco el funcionamiento y la experiencia?
La verdad es que este año ha supuesto un reto muy importante para todo el equipo de Debate Universitario, porque teníamos más alumnos que nunca (130), dos ciudades que administrar (Málaga y Madrid) y, además, estrenábamos una nueva estructura en las clases, con 3 grupos diferentes. El funcionamiento lógicamente es complejo, hay mil funciones que hacer, definir estrategias, campañas de comunicación, programación académica, equipo de formación, estructura de las sesiones, inscripción a los torneos que ofertamos, organización de los torneos internos… Para ello hemos tenido reuniones todas las semanas, y hemos estado 24/7 en llamada y hablando por nuestro grupo.
Pero, la clave de toda buena gestión es sin duda el equipo, y a lo largo de este curso creo de corazón que he trabajado con el mejor posible. Cuando el equipo del que formas parte convierte el trabajo en placer, sabes que todo va a salir bien. Así que me van a perdonar los lectores, pero tengo que dar un pequeño homenaje a las personas que han hecho de este año uno de los mejores de mi vida:
“¿Puedes dejar de leerme la mente?
A ver, como tal no, pero tú no te preocupes”.
“Convertir el trabajo en placer”, que reflexión más bonita… Y qué suerte para aquellos que lo consiguen.
Venga va, continuamos. En tu opinión, ¿qué características debe tener un buen debatiente?
Yo creo que hay dos cualidades claves en todo buen debatiente: inconformismo y humildad. Debemos ser inconformistas, trabajar a diario para superar nuestras limitaciones, reconocer nuestros errores y actuar para corregirlos, intentar en definitiva dar siempre el 110%. Pero debemos ser humildes, comprender que los triunfos sin equipo no tienen sentido, que todos somos un grupo de amigos que nos juntamos para pasar un buen rato. Para mi el ego, los personalismos y la arrogancia no tienen cabida en el alma de un buen debatiente.
Al fin y al cabo, un buen debatiente no trabaja para ser mejor que el resto, trabaja para ser la mejor versión de sí mismo.
Ahora toca una pregunta que sabemos que te va a incomodar…
¿Cómo te definirías? En lo que a este mundo se refiere, claro. ¡Venga va, no seas humilde! Dinos una virtud y un defecto
Tengo muchos defectos, pero creo que de todos ellos me quedo con la impaciencia. Vivo estresado por los plazos, odio las esperas y soy un ser nervioso por naturaleza. Estrés como filosofía de vida (risas). Y realmente no me gusta hablar de “virtudes”, pero sí que hay algo que considero que es importante que todos compartamos: escuchar, darse cuenta de que cuando alguien nos dice que no está de acuerdo con algo que pensamos, su crítica muchas veces (y siempre que sea lógicamente constructiva) nos servirá o para enriquecer la idea que teníamos de partida o para abrirnos los ojos y darnos cuenta de que nos equivocábamos.
¿Cuáles son tus mayores inseguridades a la hora de debatir? ¿Y cómo las afrontas?
Pues, a diferencia de lo que mucha gente cree, soy muy inseguro, y me cuesta confiar en mi mismo, y evidentemente eso me afecta a la hora de debatir. Pero, lo que yo hago, y le recomiendo a todos los inseguros por naturaleza, es afrontar cada intervención como si fuese la más importante de tu vida, decirte a ti mismo “venga va Álvaro, tírale que lo vas a hacer bien”, se por experiencia que cuando se es así, o te esfuerzas cada día por superar tus miedos, o estos pueden acabar devorándote sin piedad.
Si tuvieras que destacar a una figura personal dentro de este mundo, ¿quién sería?
Tengo la inmensa fortuna de poder ser una persona con muchos referentes, perteneciendo a una generación que ha podido tener el amparo, cariño y enseñanza de las precedentes. Personas de mi club como Antonio De La Cruz, Beatriz Valcarce, Almudena Cordero, Francisco Hernández, Ana Messa, Manuela Piera, Isabel Navas o Cristina Ríos, y de otros clubes como Miguel Merediz o Juanjo Tello, entre muchos otros, son un espejo en el que mirarse y al que admirar.
Pero si me tengo que quedar con una sola persona, lo tengo claro. Me quedo con un debatiente competitivo, pero con una calidad humana sin igual, motivador, experto en oratoria y formador único, Alejandro Pena. Es una persona, que ha confiado en mi siempre, que me ha brindado los más valiosos consejos, que me ha tratado como un hermano, y al que quiero y admiro como a pocas personas, los que le conocen saben que no sólo no exagero, sino que la extensión de esta entrevista me obliga a quedarme corto.
Creo que a más de uno se le va a escapar una lagrimita…
Ya que estamos sentimentales, ¿hay algún recuerdo que guardes con mucho cariño?
Justo al inicio de esta entrevista comentaba que me aceptaron en la Escuela fuera de plazo. Pues, precisamente mi mejor recuerdo es el correo de confirmación, cuya redacción me hizo emocionarme. Años más tarde descubrí quién me lo había escrito, y no es otro que el referente que he mencionado antes, una razón más para admirarle. No había ido ya a clase y ya me sentía en casa, es sin duda el recuerdo más bonito que guardo de estos tres años.
Desde la redacción de el debatiente hemos podido rescatar ese magnífico email:
Estimado Álvaro.
Somos conscientes de que el plazo de inscripción para nuevos alumnos cerraba el día 28 de septiembre de 2017 y su solicitud fue enviada una vez cerrado dicho plazo. Uno de los principales rasgos que caracteriza a esta Fundación es la puntualidad en todos y cada uno de sus eventos. Sin embargo, utilizar únicamente la puntualidad para justificar una determinada situación no tendría sentido y es por ello por lo que se tendría que acompañar de otros rasgos como el elemento humano.
En su caso, por el ímpetu puesto en el correo de inscripción así como en la carta de motivación se ha dilucidado una decisión. Como bien suele decir un refrán español: «nunca es tarde si la dicha es buena» y con ese refrán nos gustaría comunicarle que, tras haber estudiado su petición de inscripción a la Escuela de Debate Cánovas-UMA, ha sido aceptado en la misma.
Nos gustaría agradecerle con especial énfasis el interés y la atención mostrada por nuestra Cánovas Fundación y nuestra Escuela de Debate Cánovas-UMA. Será todo un placer contar con personas como usted en nuestra Escuela de Debate.
Le damos la bienvenida a un año lleno de oratoria y comunicación. La bienvenida a un año completo de torneos. La bienvenida a un año repleto de experiencias y gente por conocer.
En definitiva…La bienvenida a la Escuela de Debate Cánovas-UMA.
¡Le esperamos!
¿Y podrías contarnos alguna anécdota?
La verdad es que los torneos dan mucho de sí (risas), pero si me tengo que quedar con una no tengo dudas. El año pasado participé en la Liga de la UC3M junto con María Guerreo, Ana Costas, Victoria Pulido y Paloma Domínguez. Pues bien, nosotros reservamos un Airbnb que tenía una pinta espectacular y efectivamente cuando llegamos el piso era una maravilla, todo reformado y con una domótica propia del bolsillo de Doraemon. Total, que llega la primera noche y pedimos comida a domicilio, así que cogimos unos platos del salón, nos pusimos a cenar y cuando acabamos nos levantamos los cinco con los platos sucios en la mano y nos fuimos al pasillo, de pronto nos miramos y decimos ¿y la cocina? Después de pasar todo el día en el piso no nos habíamos dado cuenta de que no había cocina, imagínense nuestras caras… pero bueno, defino aquel momento con un bonito juego de palabras:
“Cuando el fregadero no puedas hallar, el lavabo ocupará su lugar”
Nos acabas de mostrar la mejor cara de la moneda, si tuvieras que hablarnos sobre la otra, ¿qué momento dirías que ha sido el más complicado al que te has tenido que enfrentar?
Dentro de lo que es el ámbito del debate, creo que el momento más complicado ha sido este año, en el Torneo de la UJA. Chándani Montañez, Sergio Duarte, Jesús Fúnez y yo formábamos uno de los equipos que fuimos al torneo. La cosa es que somos grandes amigos, nos habíamos preparado a muerte la pregunta del torneo (Chan es especialista en documentales de historia de Navarra, y yo en las dichosas leyes de concierto económico) y la organización del torneo era magnífica, pero allí cada uno tuvimos una especie de “crisis existencial de debatiente” (que no me pidan los lectores que la defina, porque ni siquiera nosotros tenemos idea) y no terminábamos de adaptarnos bien a la situación. No obstante, a la vez que es el momento más complicado, también lo guardo con mucho cariño, primero lógicamente porque el Torneo de la UJA es una maravilla que recomiendo a todo el mundo, te sientes en tu casa enseguida y todo el equipo de organización, jueces, etc., se vuelca en los debatientes. Pero, segundo, porque creo que nos sirvió a todos para crecer como debatientes, y sobre todo como equipo, la sinergia que alcanzamos y el grado de compenetración compensan cualquier dificultad pasada, así que lo único que quiero es volver a intentarlo, se me ocurren muy pocas personas más en las que confíe tanto y me hayan aportado tanto como ellos. Siempre les estaré agradecido.
Nos acabas de mencionar que en la UJA os sentisteis como en casa, ¿por qué eso es tan relevante? ¿Crees que el sentimiento de pertenencia a un club es importante? ¿Qué podrías destacarnos del tuyo?
Sí, creo que es muy importante. Es decir, todos los debatientes debemos relacionarnos como si fuésemos un equipo, porque al final por mucho que seamos de clubes distintos todos somos compañeros. Pero creo que el club, en nuestro caso la fundación, es el paraguas que nos protege y ampara a todos, y para mí su labor es indispensable. Cánovas Fundación es mi casa y mi familia, son las personas que trabajan dejándose la piel cada día para hacer algo por lo demás sin ningún tipo de interés, que cuando peores momentos puedes atravesar en tu vida personal, más apoyo te brindan, que creen en nosotros y nos dan confianza, motivación e ilusión, que actúan según unos valores, que no son un mero papel mojado, sino que importan, y dan sentido y forma a todas nuestras actuaciones. Son, en definitiva, personas para las que la humildad, el sentido de equipo, la ilusión, el liderazgo real, y otras muchas cualidades, no son un mero espejismo sino una apreciada realidad. Mi club es, al fin y al cabo, y ruego me disculpen los debatientes de toda España, el mejor en el que podría haber estado.
Dejando lo sentimental un poco al lado, pregunta obligatoria: ¿BP o Académico? ¿Postura favorita?
Con esta pregunta voy a ser claro y me voy a mojar… Académico. El BP para mí es un formato que estoy explorando, que te aporta una capacidad rápida de respuesta, argumentaciones sólidas y un análisis comparativo muy bueno. Pero me quedo con académico por dos motivos: primero porque soy un enamorado de sus formas y estilo, y creo sinceramente que son las más extrapolables luego al mundo profesional, académico o laboral, y segundo, porque aunque muchas personas ven monótono debatir sobre lo mismo a lo largo de todo un torneo, para mí, el hecho de tener que defender varias veces lo mismo, contando con la misma materia prima (a pesar de los cambios que vayamos planteando entre ronda y ronda, o en la noche) constituye un reto muy interesante. En ese sentido, creo que en un torneo BP aprendes a vender muchas motos a mucha gente y en un académico aprendes a vender la misma moto a la misma gente, consiguiendo que te la compren varias veces, esa es para mí la magia que me hace decantarme por él. Y brevemente con respecto a posturas, me quedo con la R2 en académico y con cámara baja en BP.
¿Alguna pregunta o moción sobre la que te gustaría debatir alguna vez?
¿Debería implantarse en España el impuesto negativo sobre la renta? O en su defecto, EC implantaría el impuesto negativo sobre la renta en España
Ya que te tenemos vamos a aprovechar. Sabemos que eres muy culto, ¿hay algún autor o libro que recomiendes especialmente?
Pues fíjate, no me gusta nada recomendar libros (risas), porque no me gustan las proposiciones tipo “si eres un debatiente tienes que leer este libro”, lo que sí recomiendo es que cada cual lea lo que le guste y le atraiga, porque muchas veces en debate se estila mucho esto de que, sino lees libros de política o filosofía, estás fuera, y para mí es absurdo. Bastantes problemas tenemos cada día, como para que cuando vas a descansar un rato leyendo un libro que te guste, te digan lo que tienes que leer. Lo que recomiendo es que cada cual busque el género, saga, o libro en general, que le ayude a desconectar y a disfrutar, creo que lo mejor que se puede decir de un libro es que lo has disfrutado, sino es así, para mí la lectura deja de tener sentido.
Y la última pero no por ello menos importante: una última reflexión.
Para esta ocasión me reservo una frase, que mis amigos saben que me encanta, y que en debate la he usado varias veces, porque creo que todos deberíamos aplicarla a nuestro día a día.
«La vida siempre te da dos opciones: la cómoda y la difícil. Cuando dudes, elige siempre la difícil, porque así siempre estarás seguro de que no ha sido la comodidad la que ha elegido por ti».
Don Adolfo Suárez