Ángel Domingo

En el especial de Navidad, hoy hablamos con el director técnico y de comunicación de la LEDU.
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– Para romper el hielo, ¿cómo entraste en el mundo del debate?

Llamadme viejo. Entré en el siglo pasado, en 1999, cuando anunciaron que arrancaba la Liga Nacional de Debate Universitario. Había debatido algo, sin mucho conocimiento de formatos, con compañeros de la universidad, pero me postulé a uno de los equipos de la Universidad de Valladolid y, fruto de mi trayectoria como representante de estudiantes, me seleccionaron como capitán formador. Obviamente, habría preferido orador, pero confiaban demasiado en mí.

No existían libros de debate en español y los pedí a EEUU cuando empezaba Amazon. Luego conseguimos el manual de Alan Cirlin, que vino invitado por la LNDU, y es toda una referencia en el ámbito del debate norteamericano y leí muchos libros sobre oratoria. Éramos un tanto naïf y autodidactas.

No nos fue mal, durante dos años alcanzamos las semifinales, y ganamos los premios de oratoria e investigación. Aquella era la única competición por entonces. Así la Liga me fichó para crear uncomité de competición y junto a mis dos compañeros en el mismo, Guillermo Sánchez y Aiuola Pérez, nos encargamos de pulir el reglamento, que tanto ha inspirado a torneos posteriores, formar y conformar un cuerpo de jueces, dar seguridad a los equipos participantes en cuanto a la preparación de los jueces…

No te puedes imaginar la alegría que nos da ver que personas que aportaron tanto a este mundo unos años atrás, siguen involucradas con el mismo. Algo estaremos haciendo bien entre todos… jeje

Y después de tantos años, ¿cuál es tu relación con éste a día de hoy?

Yo nunca abandoné el debate y continué dando formación, así como participando en calidad de juez en diversos torneos, además de aplicarlo profesionalmente en otros ámbitos de la comunicación. Hoy en día, además de mantener estas actividades, tengo el privilegio, con el cual nunca soñé cuando empezaba, de ser director técnico y de comunicación de la renacida Liga Española de Debate Universitario (LEDU).

Qué recorrido más completo y que final más envidiable (envidia sana). Desde luego que todo lo que hayas ganado, será porque te lo has merecido.

Viendo tu largo recorrido y por todos los roles que has pasado, ¿con cuál te quedas? ¿Qué te ha aportado cada uno de ellos? (Debatiente, formador, juez, organización…)

Todos son apasionantes y me aportan mucho, pero nada me sube más la adrenalina que entrar en la arena del debate. Soy un polemista nato desde la infancia.

¡Seguro que muchos de nuestros lectores comparten tu opinión!

Cambiando un poco de tema, ¿cómo definirías el mundo del debate hoy día?¿Qué le falta y que le sobra?

Me parece muy vivo. Es apasionante ver cómo La Liga inspiró la proliferación de torneos y clubes.Fue el germen de la eclosión que vivimos hace unos años e incluso impulsó que muchas universidades introdujeran la oratoria en sus planes de estudio. Le debemos mucho a aquella iniciativa en el páramo de entonces.

Al debate le falta apoyo institucional y social para impulsarlo más como una actividad que forma en múltiples capacidades y ayuda a construir una ciudadanía crítica, analítica… También echo de menos que las competiciones atraigan más público, como en EEUU o Francia. 

En líneas generales no le sobra nada, salvo algún exceso de ego, pero todo suma.

Nos parece todo un piropo que describas este mundo como un mundo vivo, pues desde dentro tratamos estar siempre a la orden del día para satisfacer las necesidades cambiantes de la sociedad cada vez más preparada.

¿Y qué aconsejarías a quiénes se acaban de iniciar en este mundo?

Siempre que presento un debate, mi principal recomendación a los equipos es que disfruten. Aconsejaría ánimo de superación, capacidad para afrontar críticas, tesón, constancia, formación, mucha lectura porque de ahí nos alimentamos y… humildad.

Ojalá todo el mundo tome nota de lo que dices, porque hay tanta verdad en esas palabras…

Dejando a un lado la parte más general para adentrarnos en la parte más personal y cercana…

Cuéntanos, ¿cómo surge la LEDU o cómo llegas a involucrarte tanto con ella?

La LEDU es el renacimiento de la Liga Nacional de Debate Universitario, que murió en 2008 por la crisis económica, ya que es un evento muy ambicioso, y el cambio de propietarios de la empresa que lo organizaba, Unipublic. Pero, como he dicho, dejó la semilla para los posteriores clubes y torneos actuales.

Hace un par de años, Alfonso Rodríguez de Sadia, quien trajo el modelo de EEUU tras su paso por la universidad de allí, me lanzó el guante para recuperarla. Enamorados como estábamos con la Liga, no lo dudé ni un instante. Llamamos A Belén y Arancha Franco, que también formaron parte del equipo inicial que organizó la LNDU, y aquí estamos. Cada día más ilusionados por la respuesta que estamos recibiendo tanto de los nuevos participantes como la emoción de quienes pasaron por la antigua LNDU y que ahora ocupan altísimos puestos en los sectores públicos y privados o que conocieron a sus mejores amigos, incluso a su pareja, y es un hito en sus vidas. Aspiramos a que la LEDU conserve ese espíritu y esos resultados.

Tras escuchar la historia de cómo surge, lo único que podemos hacer es agradecerte a ti y a todas las personas que como tú os involucráis tanto en actividades para que nosotros disfrutemos, aprendamos y crezcamos como personas.

¿Podrías contarnos desde dentro en qué consiste, qué objetivos persigue, cuál es la dinámica…?

La LEDU aspira a reunir a los mejores equipos de debate de España como gran competición final de todo el curso académico y de los torneos que se organizan a lo largo del mismo. De hecho, estamos en contacto e iniciando una colaboración muy estrecha.

Nos mantenemos fieles a los valores que despertaron el gusanillo del debate en España: respeto a la visión ajena; comprensión de que cada postura se cimienta en unos argumentos más o menos sólidos, compañerismo y convivencia; desarrollo de habilidades tan necesarias como la oratoria, la dialéctica o el trabajo en equipo; potenciación del currículum para las empresas… 

Como ya sabéis, los participantes experimentan una considerable mejora de aquellas disciplinas que menos controlan habitualmente. Las exposiciones en público se convierten en una habilidad adquirida como la aplicación del método científico y la objetividad a todos los ámbitos de la vida cotidiana. En definitiva, el debate cambia la visión del mundo, termina con la polarización y ayuda a la ampliación de nuestro punto de vista. 

Acompañamos a los jóvenes en su desarrollo académico y profesional, facilitándoles las herramientas necesarias e impulsando el desarrollo de capacidades y habilidades complementarias que contribuyan a mejorar su futuro laboral.

En cuanto a la Liga en sí misma apostamos por el formato académico, que fue con el que nació, porque, además, consideramos que resulta el más pedagógico, transversal y fomenta el trabajo en equipo, entre otros valores.

Con la pandemia, la situación actual y las opiniones que nos transmiten los clubes y los torneos, nos estamos reinventando constantemente. En esta edición organizamos una primera ronda online, la Fase Talentos, de inscripción abierta a todos los que quieran participar.

De ahí se clasificarán los mejores cuatro equipos a la Fase Final, que confiamos en que pueda ser presencial, en la que participarán también los ganadores de los torneos con más trayectoria y calidad junto al ganador del año pasado y algún otro equipo invitado por sus méritos.

Creo que con tu explicación tan completa nos has solucionado las dudas a todos los que estamos interesados, así que una vez más; ¡gracias!

¿Qué expectativas tienes del mundo del debate en general en este año tan diferente que se nos plantea? ¿Qué opinas de los debates online?

Como 2020, será un año complicado. Ahora mismo reina la incertidumbre y muchos torneos no saben si se organizarán este año, si podrán ser presenciales u online… Los debates online me parecen sumamente interesantes porque nos han permitido salvar la pandemia y abren la participación, además de otros formatos y posibilidades, pero no hay nada como un debate cara a cara. Suelo compararlo con el teatro televisado, pierde. Sería diferente si los equipos compartieran escenario, pero prefiero destacar todo lo positivo del debate online.

Nos quedamos con tu última frase y con el positivismo que nos transmite.

Personalmente, ¿qué te ha aportado el debate?

Crecimiento personal en muchos sentidos junto a grandes amigos que conservo dos décadas después. Además, me permitió desarrollar una vocación latente que he convertido en mi profesión como formador y consultor en comunicación, debate y oratoria.

Pasos a seguir, tanto en lo profesional como en lo personal para cualquiera que te lea.

Todos coincidís en que el debate os aporta muchas cosas, pero ¿te ha quitado algo?

Mucho tiempo… pero lo considero bien invertido.

Cada uno invierte su tiempo en lo que considera importante y viendo todo lo que has recogido, creemos que te mereció la pena sembrar tantas horas.

Durante tu trayectoria en este mundo, ¿hay algún momento que guardes con especial cariño?

Fue muy emotivo ganar los premios de investigación y oratoria, además de alcanzar las semifinales, porque no lo esperábamos y, además, una de nuestras oradoras había enfermado esos días.

Y, más que con cariño, con muchas risas recuerdo que llegamos a la sede de la Liga escoltados por la policía porque nos perdimos en coche por Madrid y acabamos, trajeados, en un poblado de venta de drogas y los agentes nos pararon porque debíamos tener una pinta de pardillos… Les explicamos que estábamos desorientados, no había Google Maps, la situación y que íbamos contrarreloj para nuestro último debate y clasificarnos. Les debimos dar tanta pena que nos escoltaron hasta la sede. Imagina el espectáculo.

Jajaja lo que pagaríamos por haber conocido al Ángel de esa época y haberos visto en ese momento…

Por conocer un poco más de cerca la parte que has mencionado antes del Ángel más crítico, ¿qué preguntas crees que necesitan ser debatidas actualmente?

En eso soy pelín socrático o cartesiano y pienso que todo necesita ser cuestionado o debatido, pero no hay más que ver un periódico para ver el número de temas candentes que requieren una reflexión pública y escuchar todas las opiniones pero no en tertulias partidistas a gritos sino con expertos en la cuestión y de una manera sosegada. Echo mucho de menos un programa que veía de niño viejo, La Clave, en la que grandes intelectuales abordaban asuntos interesantísimos tras la proyección de una película. Fíjate si será antiguo que fumaban sin cesar en el plató. Es una lástima que ya solo quede el recuerdo, como meme, del gran Arrabal anunciando que “el milenarismo va a llegar” mientras se caía perjudicado sobre la mesa.

Qué interesantes lo que cuentas y desde luego que sí que haces honor al concepto del “Ángel crítico” jajaja

¿Qué características cree que debe tener un buen debatiente? ¿Qué es lo que buscáis en nosotros desde la cúspide de este mundo?

Sonará paradójico, pero un buen debatiente debe ser humilde y tener el ego suficientemente fuerte para plantarse delante de un atril a defender su postura con firmeza. Buscamos gente con hambre, con ganas de aprender y crecer, con seguridad, con una sólida cultura, que sepa argumentar y analizar la pregunta del debate, con capacidad para trabajar en equipo, saber que la competición no es más que una excusa y es accidental, respeto hacia sí mismo y los demás, personalidad, capacidad para transmitir, riqueza verbal, dominio del lenguaje no verbal y paraverbal… y, de nuevo, humildad.

Tomamos nota para trabajar y mejorar todos los aspectos que has señalado

Pregunta de la que creo que podremos aprender mucho: ¿Para qué te ha servido el debate en tu vida personal/profesional?

Para enfrentarme a cualquier situación en público, perfilar el mensaje con el que quiero persuadir, mejorar mi comunicación oral, aprender de mis errores y no hundirme sino aprender de ellos y sobreponerme porque siempre habrá otra ocasión para mejorarme, respetar todo tipo de opiniones y ver que, tras cualquier argumentación, hay una persona con la que empatizar.

Qué bonito ver las cosas con las que te quedas.

Ya para ir terminando, 

Te retamos: En una palabra, ¿qué es el debate para ti?

Civilización.

Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión

Últimamente cito mucho una sentencia de Wittgenstein que me ha hecho pensar mucho: “Los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo”. Casi la he convertido en un lema personal.

Será verdad eso de que lo que no se expresa, se pierde.

Pues Ángel, agradecerte una vez más tu tiempo, tu predisposición, tu entrega, tu pasión y un largo etcétera, y no solo ahora, sino en los 20 años que nos has comentado que llevas involucrado con este mundo. Gracias por todo lo que sembraste que ahora mi generación y yo estamos disfrutando. Eres todo un referente, tanto personal como laboralmente. Un saludo y nos vemos entre atriles.

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