Carmen Vallecillo Morcillo

Carmen compagina la medicina con su rol de debatiente, juez, formadora de escolares y universitarios –a los que Iñigo Vallejo califica de “hooligans”-y coordinadora de la Escuela de Debate Cánovas-UMA. Todo esto le ha permitido conseguir ganar varios torneos, colarse entre los mejores oradores y acudir a sus tan deseados CMUDE pero sobre todo nos ha permitido a los demás conocer una persona que –pese a su estatura- es muy grande.
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1. A la mayoría nos liaron en el colegio para entrar en debate pero, ¿cómo piensas salir? 

No lo sé, pero si algo tengo claro es que de alguna manera quiero seguir vinculada cuando deje de ser debatiente y me gustaría hacerlo como jueza, pero sobre todo me haría ilusión la adjudicación. No se cómo funciona desde dentro pero para mí lo más interesante de las mociones es la estrategia y lo que se espera que debatamos sobre ellas. Decidir qué se debe debatir, cómo equilibrar la moción, cuál es el debate de principios y de estrategia que debería darse en la sala creo que puede llegar a ser un reto que me gustaría vivir. 

2. ¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha dado el debate? ¿Qué le falta?

Para mí la falta de tiempo. Con diferencia ese es el mayor problema que tengo con el debate. Al final el tiempo que tenemos al día son 24 horas y aunque intentemos estirarlas lo máximo posible hay que decidir a qué las dedicamos. En nuestro caso, elegir el debate significa invertir mucho tiempo, porque para qué negarlo, el debate necesita muchas horas. 

Lo mejor que me ha dado el debate (además de la gente) es la posibilidad de no encerrarme solo en mi carrera. Medicina es una carrera que requiere de mucho tiempo y es bastante específica, por lo que elegirla suponía para mí abandonar otras muchas cosas que también me gustan y me resultan interesantes, sobre todo la comunicación. Gracias al debate he podido seguir vinculada y estudiando un montón de cosas diferentes.

En cuanto a lo que le falta al debate, sin duda creo que más carácter formativo y menos individualismos (esa es la filosofía que me enseñaron desde que entré en Cánovas y que no me cansaré de defender). No me refiero a cursos, conocimientos o estrategia. Me refiero a algo tan básico como querer compartir lo que otros te han enseñado. Esa formación. Inculcarle a los debatientes desde que empiezan que esto es, además de la competición, un sitio para crecer y mejorar. 

3. ¿El académico ha muerto? ¿Al menos tu etapa de académico?

No creo que el formato haya muerto, pero mi etapa en él a priori sí. Por dos razones fundamentales:

La primera es que la forma de distribuirte el tiempo de trabajo es diferente. En Académico tienes para prepararte únicamente el par o tres de semanas antes del torneo (vamos, desde la publicación de la pregunta); en BP puedes decidir cuándo investigar y estudiar sin depender de la fecha del torneo (Esta distribución es la que construye la falsa percepción de que BP necesita menos trabajo que el Académico)

La segunda es que al menos para mí es mucho más entretenido aprender y profundizar en debates que se deriven de temas de actualidad, porque cambian todas las semanas y me permiten sacar conclusiones propias de forma holística. En cambio el académico se centra en un asunto y aunque es verdad que te permiten profundizar sobre él, no dan pie a que conectes tu realidad con lo que debates de forma tan eficaz como el BP.

En cuanto el formato me reitero en lo que se ha dicho en otras entrevistas, es un formato ideal para empezar: mucho menos ocupado por equipos completos de veteranos, con tiempos y roles menos flexibles (lo que da tranquilidad al principio), y más tiempo para preparar un único tema (por lo que si estudias vas sobre seguro).

4. Ya sea en académico o BP, ¿es cierto que cuando sales a debatir pasas de minion amarillo y adorable a minion morado y desquiciado?

Jajaja. Aunque cada vez menos, sigo pasando a minion morado, sobre todo el sí rol incluye refutación. Sé que no es el estilo más recomendable, pero ser un minion amarillo y bajito fuera de los debates tenía que tener alguna ventaja, y desde luego poder ponerse un pelín más agresiva es una de ellas. Sin embargo al estar obligada a probar nuevos roles como Primer Ministro (que requiere casi únicamente de construcción) me he dado cuenta de que tengo que desarrollar otros registros y por eso últimamente estoy intentando cambiar a un rol de minion amarillo didáctico (si es que eso es posible).

5. ¿Cuál es el mayor fallo del BP?

Probablemente la novedad del circuito en español. Los criterios de lo que es un buen debate y lo que deben juzgar los jueces aun no es uniforme y eso genera una amplia variabilidad entre jueces y torneos, aunque por suerte es un problema que se arreglará con el tiempo.

6. ¿Habría que establecer un tope de edad?

No sé si esa es la solución, pero desde luego creo que gente de 18 años no debería estar enfrentándose a gente de 30 años (entiéndase que con gente de 30 años me refiero a debatientes que llevan en debate desde que empezaron en la universidad con 18). El debate aunque es una actividad competitiva tiene un componente formativo importante, y creo que esta diferencia no contribuye a que las nuevas generaciones tomen el relevo. Eso es precisamente lo que creo que ha pasado en los últimos años en el circuito español: la generación que brillaba cuando yo empecé en debate me ha acompañado (y me sigue acompañando en parte) hasta el día de hoy. Para mí es normal encontrármelos, pero entiendo que para una persona de 18 años debatir contra los que, en muchos casos, son los referentes de sus formadores no es fácil de asimilar. No quiero decir con esto que “los mayores” o los “dinosaurios del debate” (como se denominan en el circuito en inglés –muy acertadamente-) deban dejar de debatir y en ese sentido creo que Alberite ha dado alguna alternativa que me gusta en su entrevista.

7. Las parejas de BP acaban convirtiéndose en un matrimonio en los primeros y en los cuartos. Un CMUDE supone mucha presión, ¿cómo sobrevive una pareja de BP a sí misma? ¿Por qué María García?

Probablemente la primera pregunta se responde contestando a la segunda. Sin duda una de las cosas que ya veía cuando formaba a María en interescolar es que tiene ganas de aprender y de crecer, y esas ganas superan a las de ganar (aunque ambas somos muy competitivas). Esa ilusión es algo importante que se difuminó un poco para mí cuando entré en universitario y que recuperé cuando empezamos a debatir juntas. 

Igualmente si me tuviese que quedar con algo sería con que ambas conseguimos sacar lo mejor de la otra y confiamos ciegamente. En BP y sobre todo en un CMUDE hay muchos momentos en el que uno de la pareja tiene que coger las riendas y salvar el debate (porque la otra persona no sabe del tema –viva la economía-, está de bajón por un cuarto, está pasando por un momento personal malo o simplemente está agotado), y ahí o eres generoso con tu pareja y confías ciegamente o el equipo se acaba quemando. En ese sentido las dos hemos conseguido entendernos y complementarnos, y eso para mí es fundamental. 

Debatir no solo significan 15 minutos de preparación, 7 de discurso por persona y algunos POI (que siempre hará María antes que yo, obviamente); sino mucho tiempo de trabajo, momentos buenos y malos, los “eventos sociales de debate”, y muchas cosas que nada tienen que ver con debate y nos afectan. Al final son esas cosas y no las rondas las que hacen sobrevivir a una pareja en CMUDE. Por suerte para mí, debatir con María significa mucha ilusión y muchas ganas de trabajar, y saber que pase lo que pase ella sabe lo que pasa por mi cabeza y cómo ayudarme (y eso sé que no es fácil).

8. ¿Cómo se presenta el CMUDE18?

Como un proyecto y una experiencia que me hace muchísima ilusión, no solo porque repito con María (y eso ya de por sí me encanta), sino porque ya no vamos nuevas a un CMUDE ninguna de las dos, y creedme que el primer CMUDE es una experiencia tan chocante que no eres capaz de vivirlo al 100%. 

9. ¿Referente?

Depende de para qué, incluso en el mundo del debate. Como estilo de debatiente probablemente Javi de la Puerta. Para empezar es una persona muy ordenada y a mi ordenarme me cuesta muchísimo, pero sobre todo es mi referente en debate porque es el perfecto ejemplo de que con trabajo se llega lejos. Como icono dentro del mundo del debate, probablemente Irene Miguelsanz. Ha hecho muchísimo por la comunidad de debate en español y siempre con una sonrisa, y en un mundo que a veces puede ser demasiado competitivo se agradece tener una mano tendida. En definitiva ambos son grandes debatientes y muy buenas personas, cosa que es casi más importante.

10. ¿La gente que cree que eres buena debatiendo es porque no te ha visto cocinar?

¡Aunque El Debatiente no solo lo formas tú, te he pillado Adriana, esta pregunta solo podía ser tuya! Que conste que solo cocino cuando estoy de vacaciones porque no me da tiempo a más, y tampoco cocino tan bien. Lo que sí puedo decir es que no cocino para todo el mundo: solo para los niños a los que formo, los equipos con los que debato, en el piso de los torneos, para la SIPA, para amigos… en fin, ¡para poca gente! 

11. ¿Debería ser obligatorio llevar un cronómetro colgado para debatir? 

Que conste que yo al principio no llevaba crono colgado, de hecho no usaba ni el móvil para poner el tiempo porque soy muy torpe, pero unas semis en la UCO me hicieron cambiar de idea… Ahora que llevo 6 meses con el crono colgado sí que lo recomiendo a todo el mundo. Da la casualidad de que en debate controlar el tiempo es importante, y el formato BP no siempre te garantiza tener un crono en grande (o ni siquiera tener un crono). La gente en general usa el móvil, pero si lo usas mil cosas pueden ocurrir: que se te quede sin batería, que se te bloquee la pantalla, que te llamen o te entren notificaciones, que suenen alarmas… si a eso le sumas que suelen pasarme esas cosas todo el rato entenderás que un crono que solo sirve para ser crono es una gran solución.

12. ¿Es cierto que tienes un ritual para elegir conjuntitos en función de la suerte que te haya dado y la suerte que necesites para el día en cuestión?

Sí, jajaja. Pero no tanto como un ritual. Al final el debate sigue dependiendo mucho de la suerte que tienes y (al menos un poquito) soy un poco supersticiosa. Es verdad que hay días con estrella y días estrellados y si puedo contribuir un poquito poniéndome el vestido que me puse cuando le gané a determinado debatiente o casi hice pleno de puntos un día en un torneo, ¿por qué no usarlo? 

13. ¿Por qué no has dado el salto a la adjudicación? ¿Cuál es la mejor que has escuchado?

No he dado el salto a la adjudicación porque creo que todavía no estoy preparada ni tengo la experiencia suficiente (ni como debatiente, ni como juez), pero me encantaría entrar en el mundo de la adjudicación porque me parece tremendamente interesante. En cuanto a la mejor moción que he escuchado, quizás no sea la mejor en cuanto a tema planteado, pero para mí una de las mejores mociones que he debatido es la RONDA 5 del BP URJC 2016: “Esta casa siendo Nemo y Marlin, no irían a buscar a Dory”. Aunque a priori se plantea como una moción graciosa resultó ser una moción equilibrada, con un debate de fondo muy interesante (DEONTOLOGÍA-UTILITARISMO), y que salió muy muy bien en todas las salas, porque te permitía usar muchos registros como orador y no era difícil ver por dónde iba el debate. De las serias voy a coger otra de ese mismo torneo (RONDA 4 URJC 2016, si no me equivoco) “EC crearía un ejército de la UE”, para mí es el ejemplo perfecto de moción política, bien equilibrada y que permite un buen debate de fondo sobre RRII.

14. ¿Qué te ha aportado la formación a escolares y universitarios?

Probablemente la formación en general es lo que más me ha aportado como debatiente, porque me obliga a entender mucho lo que explico, y por tanto me permite tener una visión más amplia y más profunda de cómo funciona el debate. Fundamentalmente en la escuela universitaria, ese aspecto académico se potencia muchísimo y es en lo que ahora estoy muy centrada. Este año Cánovas me ha dado la oportunidad de diseñar algunas sesiones e impartirlas, y la verdad que he descubierto que me gusta muchísimo dar clase. Obviamente depende mucho del carácter de la escuela y de cómo responda la gente, pero en mi caso mi estreno en universitario no podría haber sido mejor.

Sin embargo si tuviera que quedarme con universitario o interescolar siempre escogería interescolar. Para mí formar un equipo de bachillerato (sobre todo de segundo, que están en un año difícil y de muchos cambios) es mucho más que revisar las líneas para un torneo: es acompañarlos a partir de ahí – y no solo en debate- porque, lo queramos o no, para los debatientes sus primeros formadores se convierten en un apoyo para más que solo un torneo (o al menos esa es mi filosofía como formadora). 

15. ¿Qué es lo más inteligente que se puede hacer en esta vida?

Ser feliz. Lo complicado de eso es que hay que averiguar lo que nos hace felices y probablemente los errores que he cometido en los últimos años es porque he perdido eso de vista en algún momento, sobre todo porque todavía tengo que aprender que lo que me hace feliz un día por circunstancias externas o mías propias puede dejar de hacerme feliz al día siguiente. Así que supongo que en mi caso lo más inteligente que puedo hacer es aprender a soltar aquello que ya no me hace feliz, aunque me cueste mucho.

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