¡Buenos días! Hoy tenemos el enorme gusto de entrevistar a Catalina Peña Pineda.
Nos encantaría que esta entrevista nos la tomemos como una conversación entre amigos, no solo por ser de esta casa, de Cánovas Fundación, sino porque además eres una gran profesional y si algo te define es tu naturalidad, así que, si bien todos los aquí presentes sabemos quien es “Cati”, queremos que se lo cuentes tú al mundo del debate… Entonces, primera pregunta:
¿Quién es Catalina Peña Pineda y cómo llega al mundo del debate?
Pues ojo, empezamos fuerte jajaja. Pues mira, Cati Peña a nivel intrapersonal es una persona muy exigente y perfeccionista, pero que a nivel interpersonal le encanta estar con gente, rodearse de buenas compañías y siempre dispuesta a ayudar y poner su granito de arena.
En cuanto a mi entrada en el mundo del debate, he de decir que si bien entré de una forma muy casual, con el curso ya medio empezado, en primero de carrera, gracias a dos amigas que me insistieron un poco, las razones por las que me quedé fueron muchas, como es obvio, pero si tengo que destacar a quién marcó mi primera toma de contacto ese fue Alvaro Aleñá. Además de amigo, es todo un profesional, lo vi hablar y dije 2quiero ser como él». La primera clase a la que asistí la daba él y me quedé asombrada de cómo se combinaba tan bien la diversión con el aprendizaje. Después de esa clase, sólo sabía una cosa, y es que quería saber más y más del mundo del debate. Así fui a mi primer BP, donde su apoyo fue incondicional, al interno de Navidad, a la SIPA etc. Cada experiencia que tenía era más enriquecedora.
Bueno, este medio coincide en que la Escuela de Debate de Cánovas tiene su magia para ilusionar a los alumnos de nuevo ingreso y, entre otras razones, es gracias a personas como Álvaro Aleñá, pero también como tú.
Cati, tienes un recorrido digno de admiración. eres debatiente, formadora, jueza, además de haber ocupado y ocupas actualmente distintos roles en la organización de la Fundación. Nos gustaría que nos destacases cuál de ellos te ha gustado más. Es decir, si tuvieses que elegir uno, ¿con cuál te quedarías?
Es complicado elegir porque cada uno te aporta un aprendizaje único.
Como jueza aprendes a escuchar, ver gente de una edad bastante parecida a la tuya debatiendo es una forma muy curiosa de asimilar la inquietud que tenemos los jóvenes cuando debatimos. Como debatiente, el aprendizaje a nivel personal es impresionante, te empapas de un montón de temas de actualidad y te sorprendes a ti mismo de todo lo que puedes llegar a saber de un tema en concreto y de expresarlo en condiciones, algo que considero que es un camino ya andado para el futuro profesional. Como formadora, la ilusión de ver a tus alumnos mejorar y superarse no tiene precio. Es una satisfacción gigante.
Y, por último, en los roles de organización, es como una mezcla de todo. Al final es una fusión de trabajar en equipo, expresar tus ideas, ponerlas en común e intentar que todo salga lo mejor posible.
Me es imposible quedarme con un rol, he disfrutado y aprendido en cada uno de ellos.
Sí, lo cierto es que en todos lados se aprende si uno se lo propone. Oye, y ahora que comentabas eso del impacto positivo de este mundo en la carrera profesional, y yéndonos a tu propio caso, que vas a opositar ya mismo, ¿en qué crees que te han beneficiado y te van a beneficiar todos estos años de formación de debate y liderazgo?
Pues bueno, para empezar, el propio examen de acceso es oral, y haber desarrollado durante estos años la oratoria mucho más sé que es una gran ventaja, pero más allá de esto, en el propio trabajo, haber formado parte del equipo de organización me ha permitido tener una inteligencia emocional y una empatía que, de no haber tratado con tantas personas en estas funciones, no tendría estas aptitudes tan presentes, y estoy segura de que estos valores me van a beneficiar mucho en el futuro.
Hablando de estos puestos organizativos, vamos a indagar un poco más, ¿tuviste alguna vez en mente llegar a ser Responsable de logística y posteriormente Coordinadora de Debate Universitario? ¿O te pilló por sorpresa?
Me pilló totalmente por sorpresa, yo no sabía que había gustado tanto mi forma de trabajar y, cuando en tercero de carrera, me ofrecieron formar parte del equipo de organización, no lo dudé ni un segundo. No sólo por la confianza que depositaron en su día el equipo de dirección (Pablo Sánchez , Pablus, Miguel Ángel y Aleñá), sino porque además sabía que era una oportunidad que no podía dejar escapar, el aprendizaje ha sido infinito desde entonces, tanto a nivel profesional como personal. Y lo más guay de todo ha sido trabajar con tus amigos. Eso sin duda.
Bueno, sabes que este medio es un poco pícaro y, ya que nos has contado todo lo bueno de estas funciones, ¿podrías mencionarnos qué es lo que menos te gusta de estos puestos de tanta responsabilidad? ¿Cuál es la parte menos bonita?
Bueno, obviando que en Cánovas lo malo no es tan malo, al final, como todo en la vida, tiene su parte buena y su parte mala. Trabajar con gente de tu misma edad, que son tus amigos, con los que hay mucha confianza, a veces en un equipo de trabajo puede servir de precedente para que se den choques de opiniones, sensaciones divergentes respecto de una decisión… y aún así, no es por otra razón que por el hecho de que, al fin y al cabo, somos jóvenes y no hemos alcanzado la madurez suficiente para trabajar en equipo seriamente y separar a la perfección amistad y trabajo, pero aún así, en Cánovas se aprende esto también. Hay muy buena sinergia.
Bueno, Cati, sabemos que el año que viene tu vida universitaria acaba y empiezas a opositar. ¿Qué va a pasar con el mundo del debate?
Pues muy a mi pesar, yo, el año que viene, como sabéis, oposito y eso supone dedicarse en cuerpo y alma a las oposiciones por lo que para mí está etapa se cierra. Sin embargo, y aunque suene muy típico, esto no es un adiós sino un hasta luego.
Siempre pienso que me veré reflejada en personalidades como Almudena Cordero o Ale Pena, que están opositando pero que cuando tienen un día o unas horas libres se escapan para juzgar un debate, formar a un equipo etc. Así me veo en los próximos años.
Catalina, tú eres consciente de que para mucha gente, y no solo para tu casa (Cánovas), te has convertido en un modelo a seguir. ¿Qué emociones surgen dentro de ti al saber el orgullo que eres como profesional y como persona para muchos de nosotros?
Pues os voy a responder emocionada, porque para mí siempre ha sido y será un placer formar parte del equipo. Siendo sincera, lo cierto es que para una persona tan perfeccionista y exigente como yo, siempre hay cosas que mejorar, conversaciones, tareas, torneos… siempre quiero que todo salga lo mejor posible y siempre pienso que lo puedo hacer mejor. Así que, escuchar estas palabras que me decís, es la mayor satisfacción que puedo tener.
Y Cati, sabemos que nos quieres a todos mucho jajaj pero a ¿quién te llevas en el corazón?
Pfff, esta pregunta es muy difícil. Lo cierto es que hay tanta gente, que seguro que ahora empiezo a decir nombres y me olvido de la mitad. Pero bueno, partiendo de la base de que Cánovas, al completo, es una familia, sí tengo que mencionar algunos nombres, y en especial:
Álvaro Aleñá, que ha sido mi padrino, Pablo Sánchez, que igual, otro padrino que me ha cuidado y apostado por mí desde el minuto uno; también mencionaría a nivel de amistad a Vito Pulido, a Pepa, a Antonio, a Ali y Mar (las peques de la casa), a Patricia García, a María Mérida, a Marina, a Juanmi, a Juanjo Tello, a Rafa Raya y este año me llevo también a Dalía, que es una persona que se ha convertido en un pilar fundamental, es mi hermana pequeña y ella sabe que entre nosotras no hay nivel jerárquico alguno.
Bueno y ya como última pregunta… ¿Qué legado quieres dejar en el mundo del debate?
El legado que me gustaría dejar es básicamente que tengamos siempre la siguiente idea en mente: “la clave es poner a la persona en el centro”. La escuela no es solo de debate y liderazgo sino también de talentos, existe y persiste para sacar a relucir los talentos de cada uno de sus miembros. Por eso, es muy importante que la persona esté en el centro.
Quiero que la gente de Cánovas se quede con esta idea y el mundo del debate en general: sólo cuando se pone a la persona en el centro, se consigue el máximo rendimiento en todos los ámbitos.
Wow, qué palabras más bonitas Cati, ha sido un honor poder entrevistarte aquí en este medio. Muchas gracias por todo.
Gracias a vosotros, a ElDebatiente por esta entrevista y a Cánovas Fundación por dejarme vivir una de las mejores experiencias de mi vida universitaria, y de mi vida en general.
No tenemos tiempo para más, pero nos vemos pronto aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.