Buenas tardes, Elena, para romper el hielo, ¿cómo entraste en el mundo del debate?
Pues como prácticamente todos los debatientes de Comillas, entré gracias a Paco Valiente. Yo me apunté al Club de Debate en primero de carrera, pero mi participación se limitaba a aproximadamente a un torneo al año. Ya en el segundo cuatrimestre de mi tercer año de carrera, Paco decidió acogerme y me integró en un equipo de debate académico con las que luego serían mis dos compañeras de debate en BP: Blanca Orts y Belén Montes. Fue entonces cuando me metí hasta el fondo en el mundillo.
Todos hemos necesitado alguna vez de ese empujón que nos haga salir de nuestra zona de confort y cuán agradecidos estamos luego…
¿En qué punto de tu carrera como oradora te encuentras? ¿Con qué expectativas personales afrontas este nuevo año?
Hace ya un año que me retiré del mundo del debate. Creo que es un mundo que aporta muchísimo, pero también hay que saber cuándo retirarse y considero que mi momento ya llegó. Ahora participo de vez en cuando juzgando algún que otro torneo, pero muy esporádicamente.
Ya conocemos el dicho, una retirada a tiempo…
¡Pero desde luego que tu retirada fue a lo grande!
Dada tu larga trayectoria, ¿con qué rol te quedas de todos los que has tocado?
Todos los roles tienen su aquél. Juzgar es importante porque aprendes muchísimo, además de ser una oportunidad para aportar al mundo del debate una pequeña parte de lo que te ha aportado él a ti. Lo mismo ocurre con adjudicar o formar. He disfrutado mucho con todos estos roles, pero sin duda aquél que mejores momentos me ha ofrecido es el de debatiente.
Qué bonito eso de quedarte con la parte positiva de cada uno de ellos…
¿Cómo definirías el mundo del debate hoy día?
Competitivo, para lo bueno y para lo malo. Sin duda, la competitividad anima a cada uno a sacar lo mejor de sí mismo. Al fin y al cabo, a todos nos gusta ese puntito de emoción por ganar un debate o un torneo.
Sin embargo, creo que en muchas ocasiones se vuelve excesiva. Pasamos muchísimas horas con otros debatientes, y creo que la competitividad del debate se acaba extrapolando en ocasiones al ámbito personal. En mi opinión, esto fomenta un ambiente que puede llegar a tornarse en algo tóxico, que nos impide percibir las cosas con perspectiva y ver el debate como lo que es: un hobby.
Sois muchos los que coincidís en este punto, así que imaginamos que algo de verdad tendrá lo que dices…
Para conocer un poquito más a fondo a Elena Gillis, ¿algún referente personal en el mundo del debate?
Muchos. Ya he citado a Paco Valiente, a quien considero probablemente la persona que más ha hecho por el debate en España. No solo es un formador estupendo, sino también una bellísima persona.
Por otra parte, como no, dos de mis grandes referentes han sido Javier de la Puerta y Antonio Fabregat. Además de ser dos personas excepcionalmente brillantes, son un ejemplo de trabajo incansablepor mejorar día a día. Aparte, considero que han hecho muchísimo por internacionalizar el circuito español. Puede que de no ser por ellos siguiésemos sin saber lo que es una “métrica”, una “comparativa” o el “framing”. Creo que el debate español ha pegado un salto de calidad inmenso en los últimos años, y en gran parte ha sido gracias a ellos.
Por último, mi gran referente será siempre mi queridísima compi Belén Montes. Belén es un ejemplo de cómo disfrutar de una actividad que realmente te encanta, mejorando cada día y esforzándote por ser la mejor versión de ti mismo, sin dejarse llevar por la competitividad y queriendo sacar al mismo tiempo lo mejor de los demás.
Ojalá pudieran haber visto lo bien que hablas de ellos… estamos seguros de que se habrían emocionado tanto como lo hemos hecho nosotros.
¿Qué características cree que debe tener un buen debatiente?
Ante todo, la humildad. Puedes nacer con mayor o menor facilidad para hablar en público o para analizar ideas en abstracto. Y no vamos a engañarnos, eso ayuda. Sin embargo, creo que no es suficiente. Todos hemos visto a personas que estaban empezando en el mundillo, que apuntaban maneras, y que se quedaron estancadas echándoles la culpa a los jueces o a los compañeros. Como me dijo Antonio Fabregat una vez: “quejarse del juez es de mediocres”. Creo que esa idea debería calar hondo en el mundo del debate: en vez de quejarte de lo que perciben los demás, céntrate en ver qué puedes mejorar tú para cambiar esa percepción.
Tomamos nota de estas sabias palabras…
¿Y qué características crees que tienes tú como debatiente? Venga va, señálanos una virtud y un defecto que tengas como orador.
Pues creo que, en efecto, siempre he sido bastante humilde como oradora y he buscado el bien del equipo por encima del mío propio. Como defecto, siempre fui un completo caos. Ahora lo pienso y pobre el juez que tuviese que descifrar lo que yo decía en mis siete minutos de intervención. ¡Menos mal que estaba ahí mi fiel compi Belén Montes para clarificarlo todo y traducirle a los jueces lo que yo había dicho!
Jajaja ahí está la gracia de formar un buen equipo, en saber complementaros…
¿Alguna moción/pregunta favorita o sobre la que te habría gustado/te gustaría debatir alguna vez?
Yo soy una apasionada de Oriente Medio y, en particular, de Israel. Creo que se debate mucho sobre la situación actual de la zona, pero me encantaría debatir sobre sus inicios. Algo así como: “EC, siendo la ONU en 1947, no habría aprobado la creación del Estado de Israel”.
¡Interesante cuanto menos!
¿Y algún tema de actualidad que estimes que deba ser debatido actualmente?
Me parece muy interesante el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán que ha estado muy vivo en los últimos meses y tiene un impacto geopolítico muy infravalorado, sobre todo en Eurasia.
Nos pondremos a investigar a fondo sobre ello
¿Qué expectativas tienes del mundo del debate en general en este año tan diferente que se nos plantea? ¿Qué opinas de los debates online?
No es lo ideal, pero es lo que hay. Al fin y al cabo, la comunicación no verbal no deja de ser un componente importante en el debate, y considero que gran parte de esta faceta se pierde en los debates online. Sin embargo, está bien que la gente sea capaz de adaptarse y que se busquen medios alternativos para que el debate continúe existiendo y las nuevas generaciones no dejen de formarse.
No hay manera más clara y concisa de expresar lo que todos pensamos
Pasando un poco a la parte más emocional, ¿algún recuerdo que guardes con especial cariño?
Ahora mismo se me vienen a la mente dos. El primero es el momento en que anunciaron que mi compañera Belén Montes y yo breakeamos segundas en fase de equipos de CMUDE. Fue un momento tremendamente emocionante, a la par que inesperado. Sobre todo, fue bonito porque Belén y yo crecimos juntas como debatientes y a nivel personal, y siempre hicimos todo lo posible por sacar lo mejor la una de la otra. Siempre es bonito ganar, pero lo es mucho más cuando lo haces con una de tus mejores amigas.
El segundo es una conversación que presencié entre cinco debatientes militantes del PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y ERC, que además estaban todos bastante involucrados en sus respectivos partidos. Realmente es una tontería, pero me pareció muy bonito ver cómo cada uno de ellos criticaba a los suyos y apreciaba los puntos fuertes de los candidatos de los demás partidos. Creo que es el tipo de situación que cuesta muchísimo encontrar hoy en día fuera del mundo del debate, y ése es uno de los principales motivos por los que me encanté con este mundo.
Compartimos mucho la forma tan especial y bonita que tienes de apreciar los momentos que mencionas
Venga Elena, un clásico que no puede faltar: ¿BP o académico? ¿Postura favorita?
Creo que voy a ser poco original en este punto: mi respuesta es ambos. Personalmente, disfruto más del BP. La sensación de adrenalina de construir un argumento sosteniéndote únicamente sobre tus propios conocimientos y capacidad de razonar es algo que no obtienes del académico. Además, creo que esto propicia una capacidad lógico-analítica que se desarrolla muchísimo más, a mi parecer, en el BP. De hecho, mi rol favorito es el de extensionista porque creo que combina esa sensación de improvisación absoluta con la necesaria capacidad de análisisdel debate para saber cuál es el caso más efectivo en ese momento concreto.
Sin embargo, creo que el académico también es muy importante y tiene muchísima aplicación práctica en la vida real. Al final si tienes algo parecido a un debate, ya sea una exposición en clase, una conferencia o una mesa redonda, las habilidades que se esperan de ti se adquieren en mayor medida del académico que del BP. Primero, tienes que ser capaz de informarte, analizar grandes cantidades de información y saber sintetizarla. Segundo, tienes que saber expresar estas ideas, y en el mundo real sí darán mucha importancia a tu capacidad oratoria. Creo que, al final, lo que el mundo percibe como un buen orador equivaldría al ganador de un debate académico, no el del debate de laboratorio que es el formato BP.
Para ir terminando: En una palabra, ¿qué es el debate para ti?
Ante todo, un hobby. Creo que es importante no olvidarlo.
¡Nos dejas planchados! Cuánta razón y que pena como se disipa esa idea en la actualidad debido a la alta competitividad
Para profundizar un poco, ¿cómo resumirías que es lo que te ha aportado el debate?
Ahora que he empezado a trabajar, me he dado cuenta de lo muchísimo que se aprende en debate. Aprendes a trabajar en equipo, a colaborar y a buscar el beneficio común. Aprendes a ser analítico, a sintetizar ideas, a aplicar la lógica y a alcanzar conclusiones fundadas. Aprendes a exponer tus ideas con claridad, y esto redunda tanto en la exposición oral como en la escrita. Y, sobre todo, conoces a personas tremendamente enriquecedoras que son difíciles de encontrar en otros ámbitos y aportan muchísimo valor a tu vida.
¿Qué aconsejarías a quiénes se acaban de iniciar en el mundo del debate?
Aconsejaría que se centren en que su único objetivo sea aprender. A todos nos ha pasado que hemos ganado dos debates seguidos y nos hemos creído invencibles. Es importante saber que siempre habrá gente mejor que tú, y si quieres que este mundo te aporte algo, tienes que saber exprimir el conocimiento de los demás.
Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión
A modo de última reflexión, destacaría la importancia de saber relativizar. El debate no es más que un hobby y es fácil entrar en un círculo vicioso en el que se pierde la perspectiva del lugar que debe ocupar en tu vida. Es importantísimo mantener a tus amigos de fuera del mundo del debate, seguir centrándote en tu carrera y, en definitiva, seguir teniendo vida fuera de este mundo. El momento en que el debate deja de aportar es aquél en el que pasa de ser un hobby a ser el centro de tu vida.
Muchísimas gracias Elena por dedicarnos el escaso tiempo libre que tienes.
Ha sido todo un placer conocerte más a fondo, esperamos que te vaya todo genial que por lo que vemos, te lo mereces.
