Bueno, buenas tardes Franja, ¿qué tal? ¿Qué te parece si, para que nuestros lectores te conozcan un poco mejor, empiezas contándonos cómo entraste al debate y cuáles fueron tus primeras impresiones de este mundo?
En primer lugar, muchísimas gracias por la invitación y por la entrevista. Yo entré en este mundo del debate básicamente porque ya desde bachillerato tenía muchas inquietudes, me gustaba mucho hacer actividades extraescolares, pero lo cierto es que nunca había practicado ningún tema de debate ni de oratoria. Sí es cierto que de repente un día al correo me llegó la posibilidad, asistí a la inauguración del aula de debate de la UJA, hace ya cinco años. Recuerdo que de asesor de presidencia estaba José Miguel Puerto, que fue luego el siguiente presidente. Fui a la presentación, hicieron una exhibición y vi que eso molaba mucho, así hablando coloquialmente, y que la verdad que era un muy buen ambiente donde se podía conocer un montón de gente. También en aquel entonces me recibieron con los brazos abiertos y dije: “Parece que aquí puede ser un buen sitio para formarme como persona, formarme también intelectualmente y conocer gente”. Y aquí estamos desde entonces.
Sabemos que este año te has estrenado como Presidente de la asociación. ¿Por qué crees que te han elegido a ti? ¿Qué crees que aportas a nivel individual al club para que todos se hayan puesto de acuerdo contigo?
Efectivamente, este año me ha tocado la difícil tarea de capitanear este proyecto, después de Lucía, justamente en el año en que ella consiguió ser la mejor oradora de España y la verdad que es el orgullo de toda la UJA en definitiva.
En este caso ella fue la que decidió que yo fuera su sucesor y yo creo, sinceramente, aunque tendríais que preguntárselo a ella más bien. Lo cierto es que, como comentaba, este ya es mi quinto año en debate y la experiencia que esto otorga tantos años en debate, al fin y al cabo, es muy importante y también yo con ella he vivido muchas experiencias y hemos trabajado mucho juntos.
Creo que otorgo esa serenidad y esa calma que alguien que lidera un proyecto tiene que aportar siempre. Durante un año pueden surgir muchísimos problemas, la gente que esté dentro de una junta directiva lo sabe. Siempre hay pequeñas discusiones, siempre hay pequeños rocecillos, problemillas. Yo siempre lo digo, para mí ADUJA es una gran familia y como toda gran familia hay cosas buenas y también cosas malas.
Por eso digo que creo que aporto esa calma, esa mente fría en los momentos tensos. Aparte de que yo pienso, aunque no quiero pecar de falsa modestia, que también soy bueno a la hora de gestionar el equipo, de mediar entre la gente y eso es muy importante. Al fin y al cabo, llevar a cabo la presidencia de UJA es mediar, mediar y apagar fuegos. Yo creo que literalmente ser bombero y ser presidente de ADUJA es muy similar, ja, ja, ja.
Ahora que, como hablas, capitaneas el proyecto, tienes en tu mano la capacidad de cambiar lo que quieras de la asociación. ¿Qué es lo que te gustaría cambiar de ADUJA?
Ya hemos implementado muchos cambios, yo y mi equipo. Afortunadamente no lo hago solo, si no fuera por Andrés, que es secretario, y por Laura y Vicente, que son los dos vocales, sería imposible.
Precisamente hemos querido, sobre todo, dar más visibilidad al aula de debate dentro de la propia universidad. Es decir, que eso no sea como una especie de grupo separado, de gente diferente o especial. Ya este año vamos a hacer charlas temáticas y especiales en las que toda la gente de toda la universidad pueda asistir, para que por un lado nos conozcan y para que vean que es verdaderamente eso. ADUJA tiene las puertas abiertas para todo el mundo. Básicamente es eso, añadiendo a lo mejor algún cambio a nivel interno y organizativo, buscamos sobre todo esa sensación de que ADUJA puede ser la casa y el hogar de todo el mundo.
A nivel competitivo, queremos seguir haciéndolo lo mejor posible: seguir formando a los novatos y a la gente que está entrando de nuevo y sobre todo darles cabida. Eso también puede ser, a lo mejor, otro punto muy importante: transicionar poco a poco a nuevos debatientes que puedan tomar la batuta en un futuro. Porque lo cierto es que esa gran estela que empezó Belén, sigue José, sigue Lucía, luego sigo yo, pues ya se va acabando, por desgracia. Ahora tenemos que buscar a las próximas grandes estrellas de ADUJA. La visibilidad externa también la hemos intentado impulsar con nuestro nuevo TikTok, estamos muy fuertes en redes sociales, en Instagram principalmente. Hemos creado un blog nuevo del aula de debate, que también invito a todo el mundo a que le echen un vistacillo. Así que señalaría esas dos vertientes: visibilización, tanto interna como externa, y también la generacional.
Sabemos también que como debatiente tienes un amplio palmarés de participaciones y reconocimientos. ¿Cómo dirías que has llegado hasta ahí? ¿Cuál es la clave detrás de cada victoria?
Pues mira, yo no me voy a echar flores porque no creo que haya sido tanto cosa mía. Ha sido sobre todo de que la gente ha confiado en mí, incluso más de lo que yo confiaba. Yo, por desgracia, en mis primeros años, no tuve una participación tan fuerte y tan grande como me gustaría. Yo no iba a tantos torneos. Pero lo cierto es que José, en este caso, vio en mí que tenía esas cualidades que podíamos explotar y mejorar.
Creo que igual este palmarés, que tampoco creo que sea súper extenso, pero es cierto que tengo la suerte de haber ya tenido ciertos premios y cierta experiencia, ha sido porque la gente que me rodea ha confiado en mí y ha sabido sacar de mí ese potencial. Luego, aparte, la experiencia y los grandes equipos que tenía a mí alrededor me ayudaron mucho. No creo que haya sido tanto cosa mía, sino de ellos. También destacaría la constancia y el trabajo en equipo como una cosa que hemos fomentado mucho. Al final el debate es algo mucho más de equipo que individual. En ese sentido, he estado rodeado de lo mejor.
Bueno, seguro que nuestros debatientes novatos, cuando estén leyendo esto, se preguntarán pues cómo, o sea, qué es lo que más te impone a la hora de empezar a hablar en público después de tantos años debatiendo. O sea, ¿has conseguido, por ejemplo, salir a hablar sin nervios o ya…?
Yo creo que los nervios siempre están ahí. Igual habrá gente que sea un carámbano de hielo, eso no es mi caso. Los nervios siempre están ahí. Y también creo que eso es lo bonito, de que nunca se pierda esa chispa de la competitividad, esa chispa de qué va a pasar, porque si no, no tendría gracia. Finalmente lo que hay que conseguir es vivir con ello, saber gestionarlo, saber racionalizarlo y saber que, verdaderamente, si fallamos o ganamos, las consecuencias no son tan importantes. Al fin y al cabo, dentro de un error siempre va a haber una forma de mejorar y de sacar algo positivo. Hay que tener mucha confianza en uno mismo, saber que, por mucho que pueda salir mal, por mucho que pueda salir irregular, nosotros somos capaces de gestionarlo, de lidiarlo y sacar algo positivo. Al fin y al cabo, si tú confías en tus posibilidades, confías en la gente que te rodea en tu equipo, poco a poco sabes gestionar mejor esos posibles fallos y el miedo a… y si no sale bien. A veces no sale bien, pero insisto, si llevas estas dos metas o estas dos claves en tu cabeza, sabrás encajar mejor el golpe y, sobre todo, sabrás sacar provecho de ello para que la próxima vez vaya mejor.
Bueno, siguiendo con tu amplia trayectoria, y enlazando con la pregunta anterior, ¿cuál dirías que es tu mejor técnica a la hora de debatir?
Muy buena pregunta. A ver, yo tengo que agarrar un poco para casa.
Yo soy conclusor, imagino que lo sabréis. En este caso, yo creo que mi mayor capacidad es la capacidad de síntesis y de saber identificar dónde ha estado el punto del debate. Esa es la gran capacidad que tiene que tener cualquier conclusor.
Esto también lleva de la mano que me gusta hacer las preguntas. De hecho, en los exámenes cruzados, suelo ser yo quien hago las preguntas. ¿Por qué? Porque, al fin y al cabo, si sabes identificar el punto del debate, el punto de la línea o el punto clave que tiene que ir para ti, eso mismo se puede hacer con una pregunta. Creo que sería esa capacidad de ver el punto clave. Que, insisto, a veces no es muy fácil, a veces también necesito que mis compañeros me lo entrenen un poco así o que me ayuden en ello, porque, eso es lo bonito del debate. Pero diría esa percepción y esa capacidad de síntesis.
Hay una pregunta que nos gusta hacer mucho y es para recordar un poco a los debatientes que, como nombrábamos antes, ya han ido dejando este mundo (del debate, ja, ja). Por eso, te queríamos ¿quiénes han sido tus grandes referentes en el debate?
A ver, esta pregunta me encanta, pero tiene, como siempre, lo malo de que no me gustaría dejarme a nadie en el tintero.
Mi gran referente y la gente que me ha hecho crecer… Uf. Pienso en Belén Osorio, que, como he dicho, empecé con ella en esto del debate. Se me ocurre José Miguel Cueto, que ya ha dejado prácticamente de debatir. Pienso también, por ejemplo, en Rodrigo Soriano, que nos ha ayudado muchísimo, aunque no sea de Jaén, nos ha formado diversas veces. Él tiene una experiencia y una capacidad de analizar debates que a poca gente se le ha visto. Se me ocurre Guillermo Fernández, de Vigo, porque, insisto, aunque sea de Vigo, también tenemos buenísima relación con él y nos ha ayudado muchísimo. De hecho, con él fui al Cánovas hace ya dos años y fue una experiencia increíble. Y por último, Alejandro Puebla, que estuvimos con él preparando e hicimos unas conexiones y una amistad única, y la verdad que él para eso es increíble. Y aunque no siga con nosotros, evidentemente Lucía. Porque yo con Lucía entró el mismo año que yo, hemos ido muchísimo a debatir juntos y la experiencia y el aprendizaje que he sacado de ella es muy importante. Y aunque siga debatiendo, lo cierto es que cuando deje de debatir, sin duda va a ser de la debatiente más recordada junto a todo el palmarés de gente que he dicho.
Y ya sí, para concluir, si solo pudieras quedarte con una cosa de todo lo que te ha aportado el debate hasta el día de hoy, ¿con qué sería?
Yo diría, sin duda, familia. Me ha aportado, me ha abierto puertas, me ha permitido vivir una experiencia y todo ello ligado a gente tan importante para mí, que ha terminado siendo una familia. Aprendizaje y familia.
Bueno, esto es todo por hoy. Muchas gracias, Franja, por tus palabras y por tu tiempo.
Muchas gracias a vosotros siempre.