Para romper el hielo, Jorge: ¿cómo entraste en el mundo del debate?
Por casualidad. Mi profesora de Lengua y Literatura, María José Lago, me seleccionó en 4º de la ESO para formar parte del equipo para el primer torneo de debate de colegios jesuitas en España. Tras algunas dudas acepté, y esa decisión me dio la oportunidad de descubrir el mundo del debate, que me cautivó. Además, la competición fue una experiencia inolvidable, y me animó a continuar el año siguiente y crear junto a mi profesora el club de debate del colegio.
Si supieras la de veces que se repite esta respuesta te llevarías las manos a la cabeza… Y después de tantos años, ¿cómo definirías el mundo del debate hoy día?
Creo que el debate está viviendo una etapa de crecimiento, porque los jóvenes somos conscientes de la importancia de la oratoria, la capacidad de argumentación y el pensamiento crítico para la sociedad del futuro. También es un lugar de encuentro entre personas con inquietudes, que entienden que su formación va más allá de la materia curricular. Todo ello lo convierte en un ecosistema diverso y enriquecedor.
Bendito el momento en el que los estudiantes descubrimos lo importante que es hacer actividades extracurriculares… Y actualmente, ¿en qué punto de tu carrera como debatiente crees que te encuentras?
Estoy iniciando el camino del aprendizaje. Llevo formándome y compitiendo desde 2017, y espero seguir haciéndolo. También, este año he asumido junto a dos de mis compañeros la dirección de la asociación de debate de la universidad, comenzando mi etapa como formador. Siento que, en cierto modo, la mejor forma de agradecer a quienes dedicaron su tiempo a enseñarme es seguir su ejemplo.
Desde luego que coger el relevo de alguien y dar lo mejor de uno mismo para seguir viendo crecer ese proyecto es el mejor de los agradecimientos.
Centrándonos un poco en tu experiencia como debatiente, ¿qué características cree que debe tener un buen debatiente?
Considero importante la diferencia entre orador y debatiente. Los buenos debatientes son, en general, buenos oradores. Pero no todo buen orador es buen debatiente. La oratoria es una disciplina unilateral, que implica la exposición y transmisión de ideas con una metodología individual. Un buen debatiente es aquel que, siendo buen orador, sabe escuchar y comprender al otro, buscando una bilateralidad argumental. En un debate, mi oratoria está condicionada a la del otro equipo. Ello permite confrontar argumentos y estructuras de pensamientos, y que los oyentes tomen partido por una u otra opción. Un buen debatiente debe buscar esta interacción, y tener siempre como objetivo convencer con la razón.
¿Y tú? ¿Qué características crees que tienes tú como debatiente? Venga va, señálanos una virtud y un defecto que tengas como orador.
Una de mis virtudes es mi capacidad de actuar bajo presión. Identifico rápidamente los elementos clave del debate, y me adapto a la estructura funcional del otro equipo. Defectos tengo muchos; tal vez resaltaría un intenso compromiso y la autoexigencia en la preparación antes de los torneos.
Sabemos que tu club es muy importante para ti, ¿qué podrías contarnos sobre él y sobre la importancia del sentimiento de pertenencia a uno?
Me parece una experiencia atractiva/enriquecedora. En ADUZ somos una comunidad de estudiantes (¡más de 100!) con muchos gustos e intereses comunes, más allá del propio debate, lo que convierte a la asociación en un verdadero punto de encuentro para el aprendizaje de ámbitos muy distintos.
Entré en ADUZ en septiembre de 2019. Recuerdo las primeras formaciones para los estudiantes de primer año con cariño porque los veteranos se esforzaron para que nos sintiéramos como en casa. Los debates de los miércoles, las cervezas de después, los torneos y viajes, debatir por Skype durante el confinamiento… Muchas vivencias que nos han unido como grupo.
Pasamos a un clásico: ¿BP o académico? ¿Postura favorita?
El académico me enseñó a construir un discurso y a controlar mi lenguaje no verbal a la hora de hablar en público. En resumen, a ser un orador. Además, conocer el tema con antelación permite una preparación previa que redunda en la calidad del debate. Por otra parte, el BP me planteó nuevos retos muy interesantes. Exige crear argumentos muy sólidos y refutar de una manera más precisa, con la dificultad añadida de prepararlo en 15 escasos minutos. Requiere por tanto una profunda capacidad lógica y analítica, así como de improvisación. Me encuentro más cómodo en el segundo formato.
Respecto a mi postura favorita, en ambos casos prefiero los turnos de refutación; se me da bien identificar los puntos clave de las líneas argumentales. Además, me encanta tener que adaptarme al otro equipo.
¿Y alguna moción/pregunta favorita o sobre la que te gustaría debatir alguna vez?
Me apasionan las mociones con un contexto mundial, que implican analizar las características de los agentes que intervienen y permiten crear argumentos en base a ello. Por ejemplo, la idoneidad de una medida concreta, o las consecuencias del apoyo a una determinada política internacional. Son preguntas muy abiertas, generalmente bien balanceadas, y además ofrecen en mayor medida defensas argumentales novedosas y creativas.
Al hilo del tipo de preguntas que comentas, ¿algún tema de actualidad que estimes que deba ser debatido a día de hoy?
La Unión Europea firmó el 10 de marzo una Declaración conjunta relativa a la Conferencia sobre el Futuro de Europa, una serie de debates y diálogos que determinarán el papel de la Unión en los años venideros. Aprovechando esto, sería muy interesante que desde la comunidad de debate española fomentáramos un mayor conocimiento de la UE y su importancia en la vida de los ciudadanos.
¡Tomamos nota!
Sabemos que tu trayectoria ha tocado todos los roles, ¿Con qué te quedas: juzgar, debatir o formar? E independientemente de la que escojas, ¿qué te aporta cada experiencia?
Juzgar es probablemente lo que menos he hecho y me parece una tarea muy compleja. Exige mantener la atención al máximo durante todo el debate, ser capaz de ponderar los argumentos y refutaciones de cada equipo y tomar una decisión final sin dejarse influenciar por los sesgos y opiniones personales. Además, como en el deporte, los jueces suelen ser objeto de críticas. Por todo ello los admiro profundamente.
El papel de formador es precioso. Para mí supone una manera de agradecer a quienes dedicaron desinteresadamente su tiempo en formarme, siguiendo su ejemplo. Además, es muy satisfactorio ver cómo van progresando a quienes preparas, y acabas por vivir sus trayectorias como algo propio.
En la actualidad me siento cómodo debatiendo. Sencillamente, me apasiona. Con el tiempo tendré la oportunidad de desarrollar las demás facetas. Es lo bueno de esta actividad: es muy variada para aprender, y se puede participar desde distintos roles.
¡Cuánta razón!
Pasando un poco a la parte más emocional, ¿alguna anécdota o momento de “tierra trágame”?
Lo tengo muy claro: el BP Pachanga Covid que organizó la Asociación de Debate Babel durante la pandemia. Yo llevaba escasamente 2 meses formándome en el formato BP y decidí apuntarme con un amigo para iniciarnos. En nuestro primer debate nos costó ubicarnos. Salimos a debatir con dos endebles argumentos contra tres equipos mucho más experimentados, y se hizo patente nuestra falta de experiencia. Recuerdo sentirnos intimidados y abrumados. Pese a todo, conseguimos acabar terceros.
Ahhh bueno!!! Nada por lo que ninguno no hayamos pasado… ojalá todo fuera eso!!!
Algún recuerdo que guardes con mucho cariño
La primera vez que gané un premio al mejor orador del torneo. Fue en Burgos, en 2017, en el primer torneo de debate en el que participaba. Para nuestra inexperiencia, hicimos un gran torneo como equipo y conseguimos quedar en la mitad superior de la tabla. No esperaba en absoluto el premio, lo que lo convirtió en un momento aún más especial. Fue un reconocimiento para todo el equipo: sentimos que el trabajo había dado sus frutos, y nos animó a continuar el año siguiente.
Nada más que de ver cómo lo cuentas, podemos imaginarnos la alegría y la emoción del momento…
¿Qué opinión te merece el debate online y cómo se ha adaptado este mundo a lo que nos está tocando vivir?
Creo que, como todos, echo mucho de menos los debates presenciales. Lo hago por dos motivos. Primero, porque debatiendo online se pierde todo el componente no verbal que transmitimos con nuestro cuerpo, tan fundamental en la comunicación. Y segundo, por todo lo que rodea a un torneo de debate. Viajar, conocer gente nueva, reencontrarte con la que ya conoces… Pese a esto, creo que el debate online es una alternativa muy interesante. Es mucho más barato, cómodo y fácil de organizar. Considero además que favorece especialmente la interacción entre debatientes de distintos países, porque es mucho más probable que nos animemos a participar en torneos nacionales e internacionales sin las limitaciones que implica tener que viajar. Por ello, opino que no deberíamos abandonar completamente el debate online una vez acabemos con la pandemia, sino que puede seguir siendo una herramienta muy útil.
Pues no te lo vamos a negar, ¡llevas toda la razón!
Para ir terminando: En pocas palabras, ¿qué es el debate para ti?
Una herramienta diferencial en la formación personal, académica y social.
¿Qué te ha aportado el debate?
Como decía, me ha enseñado a hablar en público. Controlar los nervios, el tono, mis manos, mi cuerpo, etc. Me ha ayudado a mejorar la capacidad de razonamiento, la forma de estructurar ideas y argumentos y a desarrollar un espíritu crítico. También ha despertado en mí una curiosidad intelectual, un deseo de enriquecerme con otros puntos de vista. Por último, me ha dado la oportunidad de conocer a personas a las que hoy aprecio profundamente, y de las que cada día aprendo algo nuevo.
Y, ¿qué aconsejarías a quienes se acaban de iniciar en el mundo del debate?
Que disfruten, desde luego. El debate implica salir de la zona de confort; hablar en público y además hacerlo sobre temas que prácticamente desconoces es un reto considerable. Les recomiendo ser valientes y no tener miedo a equivocarse. Conforme vayan aprendiendo de sus errores descubrirán un mundo apasionante que les ayudará a crecer como personas.
¡Lo suscribimos plenamente!
Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión.
Vivimos en un mundo nuevo, cambiante, de valores líquidos. Ante esto, es esencial desarrollar un espíritu crítico, un pensamiento racional y un interés real de conocer otros puntos de vista y comprenderlos. El debate hizo de la vieja Atenas la cuna de la democracia, y la convirtió en un ejemplo a seguir hasta nuestros días; afrontemos los retos del presente con este espíritu constructivo, esencial para avanzar como sociedad.
Qué alegría poder escucharte Jorge, te agradecemos mucho el tiempo dedicado y la ilusión que le has puesto.
Mucho ánimo con esa carrera, con la dirección de tu club y mucha suerte en todos los torneos en los que decidas participar. Un placer!!