Poco a poco, el curso académico va llegando a su fin… pero son muchos los debatientes que mantienen la ilusión y ganas de debatir, y es por ello que podemos hablar hoy del maravilloso torneo que ha tenido lugar los días 21 y 22 de abril en Barcelona.
IEB, Cánovas, UAL, IQS, ESADE Y La Universidad Pompeu Fabra son los clubes que pusieron rumbo a la ciudad para participar en la primera edición de la Liga San Ignacio de debate académico, que se desarrolló en el campus de ESADE en el barrio de Pedralbes, y debatir sobre una interesante pregunta: ¿Debe separarse al artista de su obra?.
A las tres de la tarde del viernes, comenzaba la primera de las tres rondas clasificatorias que tendrían lugar el primer día, durante las cuáles, al igual que en las dos rondas de la mañana siguiente, todos los equipos se enfrentaron entre ellos para conseguir la clasificación a la semifinal, a la cual pasarían los cuatro equipos con mayor puntuación.
Pese a las dificultades que se presentaron durante estas rondas (puesto que un equipo tuvo que abandonar a mitad del torneo), la organización fue capaz de solucionar los problemas y crear un equipo Swing formado por organizadores, miembros del staff y jueces, entre otros, lo que permitió que el torneo continuase su desarrollo de la mejor forma posible.
Entre risas, nervios, banderas y dulces de la ciudad, nombres de artistas catalanes en las aulas… nuestros debatientes habían acabado las cinco rondas y la semifinal (en la que se enfrentaron los equipos de Cánovas-UAL y ESADE-IEB) casi sin darse cuenta y estaban a punto de conocer a los dos equipos clasificados para la gran final del torneo.
Las puntuaciones obtenidas determinaron que el premio de mejor equipo debía disputarse entre UAL e IEB, el primero de los clubes formado por Jesús Gómez “Capi”, Bogdan Vlad, Joaquín Rodríguez y Matteo Venettoni (AF) y el segundo constituído por María Galán Azcoitia, Inés Rodríguez Solana, Patricia Pastor y María Jesús Sánchez-Cabezudo Tovar (EC).
Trás una gran final en la que los debatientes demostraron el excelente nivel que caracterizó al torneo, la Universidad de Almería se proclamó ganadora con cinco votos favorables frente a dos.
Además del equipo ganador, se concedieron premios honoríficos para los subcampeones y la mejor investigación y Dalía Bartel de Cánovas fue galardonada como mejor oradora.
El nivelazo del torneo no solo se pudo observar sobre los atriles, sino que el equipo de jueces estuvo constituído por grandes personalidades del mundo del debate, como Mariam de Loretto Pérez y jueces de ESADE con un mínimo de tres años de experiencia, cinco torneos nacionales y, al menos, un premio de equipo finalista.
Pero… ¡No todo iba a ser debatir!, en la noche del sábado los debatientes se pusieron sus trajes más desenfadados para disfrutar de una bonita cena, en la que además de conocerse un poco (o mucho) mejor, cargaron las pilas para disfrutar de lo que se venía después… una gran fiesta que se celebró en el Local Poca Solta que significa algo así como “Bala perdida”, dónde bailaron hasta el suelo y revelaron los gossips que habían estado escribiendo durante todo el torneo (de los que no nos han querido filtrar información y nos podemos imaginar el motivo).
Pero lo que sí sabemos es que la velada puso la guinda del pastel a un fin de semana que los debatientes recordarán siempre y que ya están deseando repetir.
Hoy no tenemos tiempo para más. Nos vemos la semana que viene aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.
