Este fin de semana, Almería ha sido la encargada de acoger a jóvenes de toda España ansiosos por debatir en la primera edición del torneo Indalo.
Un total de 14 equipos pertenecientes a los siguientes clubes: UAL, UGR, ADUMA, UJA, Cánovas, ESADE, Comillas, El Pasico, Retórica de Vigo y Universidad Loyola; decidieron poner rumbo a la ciudad andaluza para debatir la pregunta: ¿es positiva la influencia estadounidense en nuestro país?.
A las cuatro y media del 17 de marzo, tuvo lugar el comienzo de la primera de las cinco rondas clasificatorias que se disputarían en la Universidad de Almería, tres de ellas en la tarde del viernes y las dos últimas en la mañana del sábado 18.
En las dos primeras, los participantes conocieron cómo se iba desarrollando su clasificación en el torneo, puesto que en los propios feedbacks se revelaron los resultados. Sin embargo, nuestros queridos debatientes se fueron a la cama, o no, con la incertidumbre de la última ronda, sabiendo que esta se mantendría hasta el anuncio de los equipos clasificados para la semifinal.
Al día siguiente, una vez disputadas la cuarta y quinta ronda, los participantes se trasladaron en autobús hacia Roquetas, donde almorzaron y esperaron con nervios y mucha ilusión la revelación de los clasificados a semifinales.
Finalistas y semifinalistas tuvieron la suerte de debatir, nada más y nada menos, que en el Castillo de Santa Ana, aunque los verdaderos reyes fueron Matteo Venettoni y Belén Osorio, a los que se les coronaría esa noche como “mejor rey y reina de la fiesta”… pero no adelantemos eventos, que la noche dará para más de un párrafo, y volvamos a las rondas.
La final enfrentó al equipo de la Universidad de Jaén, formado por Laura Molina, María Tobaruela, Lucía Troyano y Hugo Desir (AF), y a los representantes del Club Retórica de Vigo, Inés Túnez y Tomás Aparicio (EC).
Después de una final que no dejó indiferente a nadie, los jueces, trás deliberar, anunciaron el nombre del equipo ganador: El club Retórica de Vigo. Sus componentes recibieron el ansiado premio pase directo a la LEDU, así como, 1250 euros que no están nada mal. También el equipo a favor de esta final recibió un premio de 500 euros, y el mejor orador del torneo, Tomás Aparicio, fue premiado con 250 euros.
El equipo ideal lo constituyeron Ignacio Rigau (mejor introductor), Tomás Aparicio (mejor refutador), Lucía Troyano (mejor contrarrefutadora) y Laura Ortiz (mejor conclusora), quienes fueron premiados con unas placas de recuerdo. Además, María Tobaruela y Rodrigo Sánchez recibieron una mención honorífica en las posturas de refutación y contrarrefutación, respectivamente.
Una vez finalizado el torneo, los debatientes dejaron el descanso para otro momento, se vistieron con sus mejores galas y se dirigieron al Hotel Bahía Serena, donde cenaron y disfrutaron de una fiesta para el recuerdo.
La noche estuvo marcada por las risas, el confeti, el cotilleo, con una velada marcada por los más de 150 gossips, el baile, la máquina de humo y… el ligoteo, mucho ligoteo, culpa de las maravillosas vistas a la playa que ofrecía el Hotel, capaces de poner romántico a cualquiera…
La velada nocturna puso la guinda del pastel a un fin de semana especial para todos los participantes y organizadores, que se despidieron con la ilusión de repetir pronto la experiencia, dentro y fuera de las salas.
Hoy no tenemos tiempo para más. Nos vemos la semana que viene aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.
