Irene Miguelsanz Villanueva

Irene ha estudiado Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid, tiene un Máster en Derecho Constitucional del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales; y otro en Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Escuela Diplomática.
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¿Cómo empezaste en esto?

Empecé de manera casual en abril de 2013; formé una asociación en la UAM junto a unos compañeros defender los derechos de los estudiantes; utilizamos una subvención del rectorado para organizar un curso de oratoria impartido por su profesor de debate en su Colegio Mayor (como no podía ser de otra manera, se trataba de Paco y del Colegio Mayor Isabel de España). De esta forma, conocí el debate. Unas semanas después, participamos en el V Torneo de la UC3M, me gustó mucho la experiencia y me fui enganchando hasta hoy. 

¿Qué es lo mejor que te ha dado?

El debate me ha otorgado muchas cosas maravillosas, desde todas las personas y amigos que he conocido de muy diferentes partes del mundo hasta los lugares que he podido visitar y el avance en mi formación personal y profesional; gracias al debate me expreso mucho mejor, creo que pienso mejor, que formo parte de una comunidad única y muy valiosa y que puedo emprender proyectos que ayuden a mejorar nuestro mundo. 

¿Qué es para ti la Sociedad de Debates de la UAM?

Para mí, como puede resultar obvio, la Sociedad de Debates de la UAM es una institución muy relevante en mi vida, al tratarse de un proyecto que fundé con muy buenos amigos, que se ha mantenido y que sigue creciendo gracias a los nuevos miembros, que también se convierten en muy buenos amigos, con los que comparto la ilusión y pasión por el debate y por el aporte a nuestra comunidad universitaria; es cierto que los inicios siempre resultan muy duros, que nos costó mucho esfuerzo sacar adelante la Sociedad, sobre todo, durante el primer año de funcionamiento pero que, sin duda, ha merecido la pena, no sólo porque mi vida mejorara gracias a esta institución sino, también, porque creo que ayuda a mejorar la vida de otros muchos estudiantes de la UAM e, incluso, de la comunidad de debate. Haber tenido la oportunidad de formar parte desde el principio de esta experiencia es algo sumamente especial y bonito para mí (como si fuera un hijo propio que he visto nacer y crecer jaja).

¿Cómo es llegar a dos finales del CMUDE?

Es agridulce; por un lado, supone una gran alegría tener la oportunidad de debatir en todas las rondas del torneo con el gran aprendizaje y la experiencia que eso conlleva con tu pareja de debate y con los otros equipos participantes. Una muy grata recompensa a todo el trabajo invertido. Pero, por otro lado, supone un fracaso perder dos finales consecutivas aunque creo que, en este caso, el balance resulta muy positivo y que sería injusto por mi parte no sentir que he ganado muchas cosas buenas (aunque no haya ganado el CMUDE) gracias a haber llegado a dos finales de dicho torneo. 

Llegar hasta ahí fue un logro, ¿qué ha de tener el buen debatiente?

Creo que toda persona, en general, cuando se propone lograr algo tiene que tener muy presente que es necesario dedicar tiempo, trabajo y esfuerzo, con una actitud siempre positiva, humilde y de respeto hacia las demás personas con las que se trabaja. Es muy importante tener claro que se debate, no para ganar, sino para aprender, disfrutar, pasarlo bien, ser feliz y compartir una actividad que te apasiona con otras personas, que seguramente se convertirán en amigos. Ser buen debatiente no implica solo ganar, implica aceptar cuando se pierde, implica respetar y considerar a los demás y, sobre todo, disfrutar del debate.

¿Cuál es la mejor moción que has visto?

Creo que sería injusto decantarme sólo por una, por lo que voy a relatar varias, las que tengo más presentes, porque supongo que eso significa que son las que más me impactaron; recuerdo varias mociones del CMUDE Colombia 2015: la famosa moción del “botón”, muy presente durante toda la humanidad pues constantemente nos encontramos en una lucha entre el bien común y el bien individual; la moción acerca de que el Estado ha de promover una empresa pornográfica que luche contra el estereotipo dominante, para que rompamos nuestros esquemas mentales y prejuicios acerca de la realidad, etc. Me gustó también mucho una moción del Europeo (EUDC) del 2016 que invitaba a debatir que la música de Richard Wagner tenía que ser tocada de manera frecuente por la orquesta filarmónica de Israel (como todos sabemos, la música de Wagner fue utilizada por los nazis en los campos de concentración y de exterminio por lo que, en cierta manera, se encuentra socialmente prohibida en Israel ya que tocar y escuchar esta música allí crea mucho dolor, creo que es un debate muy interesante).

¿Es real la repercusión de los éxitos conseguidos en el mundo del debate cuando saltas al mundo laboral?

A mi juicio, depende de la persona; creo que hay personas que enfocan el debate como una actividad complementaria de su formación profesional para las cuales la repercusión puede resultar menor (también dependiendo de la profesión a la que te vayas a dedicar, el debate provoca más o menos repercusión) y, en cambio, otras personas que aprovechan esa formación para convertirla en su profesión o en parte de su profesión experimentan una mayor repercusión. En mi caso, creo que el debate sí ha repercutido muy positivamente en mi formación profesional y en mis oportunidades laborables, ya que, no sólo he tenido oportunidad de desempeñarme como profesora de debate, sino que el debate también me ha otorgado unas cualidades y habilidades que me diferencian de otros candidatos, así como diversos méritos que acreditar en mi currículo. Al fin y al cabo, el debate te enseña a trabajar en equipo, a liderar proyectos, a sentirte cómodo hablando en público, a sintetizar y analizar cuestiones complejas o a pensar críticamente. Todas ellas habilidades son necesarias para desempeñar cualquier trabajo y muy valoradas en el ámbito profesional. 

Hace poco se pretendía limitar la asistencia al CMUDE a 4 años. Explícanos un poco en qué consistía esta medida, por qué razones se pretendía implementar y en qué punto se encuentra ahora mismo.

La Constitución del Mundial en Inglés (WUDC) limita la asistencia al torneo a 4 años; este año, el Consejo Mundial de Debate en Español decidió aprobar una Constitución similar a la del WUDC, tomando ésta como referencia, con el fin de obtener una mejor regulación del torneo, por lo que se incluía esta cláusula limitativa, que consiste, simplemente, en que ninguna persona puede participar como debatiente en más de cuatro ocasiones en el CMUDE. El sentido de la medida es que se produzca un relevo generacional y una renovación de los debatientes (es decir, intentar evitar que haya personas que debatan durante muchos años seguidos) para que, así, los debatientes más experimentados comiencen a adoptar otros roles, también muy necesarios y vitales para la organización de torneos, tales como jueces, equipo de adjudicación, formadores, organizadores, etc. En muchas ocasiones nos encontramos problemáticas porque los jueces tienen menos experiencia que los debatientes y éstos se quejan de ello o encontramos también que los nuevos debatientes encuentran más dificultades para participar en torneos porque siguen participando debatientes más veteranos y no tienen cupos suficientes para todos y, en muchos casos, esto sucede porque no se produce dicho relevo. Finalmente, el Consejo Mundial de Debate en Español decidió, por votación, eliminar esta cláusula de la Constitución por lo que no hay límite de participación para debatientes en CMUDE.

¿Crees que el formato académico acabará quedando desplazado o muriendo por la fuerte inclusión del BP en nuestro país?

No lo creo y tampoco creo que fuera aconsejable; creo que cada uno de los formatos cuenta con ventajas e inconvenientes, que se complementan muy bien y que, por tanto, ambos convivirán en paz y armonía. Sí creo que es positivo potenciar y mantener el BP, así como otros posibles formatos que enriquecen nuestra comunidad de debate siempre manteniendo y valorando, a su vez, el académico. 

¿Qué le sobra al mundo del debate?

Prepotencia y arrogancia. En muchas ocasiones, creo que pecamos de pensar que somos mejores personas que las otras que no debaten, que sabemos más, que pensamos mejor, que somos más abiertos de mente; y no creo que necesariamente sea así e, incluso, aunque así fuera, creo que es un error creerse mejor por ello. Además, creo que somos bastante egoístas, que no buscamos mejorar altruistamente nuestra sociedad a través del desarrollo, por ejemplo, de proyectos de debate dirigidos a personas desfavorecidas, en riesgo de exclusión, etc. o de contribuir a nuestra comunidad participando como jueces, equipo de adjudicación, organización, etc. en torneos; nos limitamos a debatir (si ganamos algo, mejor) pero no pensamos más allá de nosotros mismo. Espero estar equivocada y, por supuesto, no ofender a nadie, tan solo es mi visión porque yo misma he pecado de ello y creo que tenemos que ser conscientes y controlarlo. 

¿Qué le falta?

En mi opinión, le falta humildad, financiación, compromiso y estabilidad. Tenemos que lograr que más gente sienta pasión por esta actividad, para poder lograr una mayor financiación y compromiso y así poder establecer una estructura estable.

¿Con qué clubes colaboras?

En la actualidad, principalmente colaboro con la Sociedad de Debates de la Universidad Autónoma de Madrid, pero he tenido la suerte de colaborar con otros clubes de debate e instituciones educativas. Además, intento siempre asistir a torneos como equipo de adjudicación, juez, lo que sea necesario.

¿Cuál es tu mayor logro?

No creo que los premios sean nuestros mayores logros. Si alguna vez he logrado algo, creo que lo más importante que he podido lograr ha sido ser feliz con la labor que estaba desempeñando y estar a gusto conmigo misma que, al menos para mí, en muchas ocasiones, resulta más difícil que ganar torneos, lograr premios, etc. 

¿En qué consiste el taller de jornadas abiertas de Debate en Segovia?

Consistió en una serie de charlas de debate, oratoria, etc. que impartí en mi querida ciudad este año, con el fin de acercar la materia que tanto me apasiona a cualquier persona. Tuvo muy buena acogida, lo pasamos muy bien y para mí fue una experiencia muy importante. Por desgracia, las ciudades más pequeñas, como Segovia, cuentan con más dificultades para acceder a actividades más novedosas, como el caso del debate, y me parecía un sinsentido que yo me dedicara a enseñar en otras partes y no haber dedicado, al menos, unas jornadas a mi ciudad. El lugar de nacimiento de las personas no tiene que, en ningún caso, ser una limitación.

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