Bueno Juanjo, comenzamos el curso escolar entrevistándote a ti, así que vamos a romper un poco el hielo… ¿Cómo entraste en el mundo del debate?
Entré en el colegio casi de casualidad, en 4º de la ESO. Participé en dos torneos escolares y me gustó el mundillo, pero fue al entrar en la Universidad cuando realmente lo descubrí. Y aquí estoy.
Está claro que las mejores cosas pasan por casualidad… y a día de hoy, ¿en qué punto de tu carrera como orador dirías que te encuentras?
Estoy en una fase intermedia. Creo que he crecido mucho desde que entré, pero aún me queda mucho por aprender. Digamos que estoy a mitad de un viaje en el que aún quedan muchas paradas.
Qué ilusión ver que alguien que lleva tantos años como tú sigue pensando que aún le queda mucho camino por recorrer.
Desde tu punto de vista, ¿Cómo definirías el mundo del debate hoy día?
Es una pequeña sociedad que sigue evolucionando como tal cada día, y pienso que cada vez es más abierta. Creo que este año, por ejemplo, ha evolucionado adaptándose a las circunstancias. La pandemia no ha parado el mundo del debate como muchos nos temíamos, nos hemos reinventado. Eso es señal de que está vivo.
¡Y tan vivo que cada día nos reinventamos todos como podemos!
¿Qué podrías contarnos sobre tu club o sobre la importancia del sentimiento de pertenencia a uno?
Uno de los motivos por los que quería estudiar en la UAM era su sociedad de debate. Desde el primer momento me sentí acogido. Creo que es una pequeña familia de gente muy dispar pero muy unida, donde todo el mundo es bienvenido. Una sociedad no puede juzgarse por cómo trata a los “buenos”, a los veteranos. Eso es muy fácil. La clave es cómo trata a los nuevos. La SDUAM es una casa donde cabe quien quiera entrar y a todo el mundo se le dan las mismas oportunidades. Para mí es un orgullo pertenecer a nuestra Sociedad por lo que es y representa: unión y crecimiento en equipo.
Qué bonito es escucharte hablar así de tu círculo cercano, nos ha dado mucha ternura. ¿Algún referente personal en el mundo del debate?
A todos se nos ocurren personas que sin duda han sido y son referentes para el circuito español. Pero, para mí, un referente es alguien de quien aspiras a aprender, un modelo que puede aportarte conocimiento. No es tanto un “ojalá ser como”, sino también un “ojalá aprender de”. Cuando entré en debate me encontré con varios de los primeros, y evidentemente siempre quise llegar en algún momento a ser como ellos. Pero fue cuando casi llevaba un año cuando realmente aprendí a debatir y disfrutar del debate, con Javier González Ripoll en el BP URJCEU y con Javier Sánchez Villegas en el BP Comunícate. Creo que son de lo mejor que tiene actualmente el circuito.
Aunque no seamos conscientes de ello, es una suerte tener a tanta gente de quien aprender, ¡qué alegría que las nuevas generaciones como la tuya os deis cuenta!
Ya que estamos hablando un poco sobre tu visión de los demás, ¿¿Qué
características crees que debe tener un buen debatiente?
Además de las evidentes, como la capacidad de construir argumentos, convencer o utilizar el pensamiento crítico, hay varias virtudes que son muy importantes. En mi opinión, humildad, empatía y generosidad. Parece sencillo, pero a todos se nos olvida alguna vez. Tanto a nivel de sala, es decir, en el momento del debate, como a nivel de crecimiento: y es que a veces parece que cuando uno va avanzando en esto se olvida un poco del resto, como si el crecimiento personal fuese incompatible con el de otros, algo que puede ser achacable al exceso de competitividad. A veces parece que el conocimiento es un juego de suma cero cuando en verdad es un recurso infinito: cuando se comparte, no se “distribuye” esa riqueza, sino que se genera en manos de otros, y esto al final contribuye a que tanto nosotros como el circuito de debate seamos mejores. Yo siento que he podido crecer gracias a la generosidad y la confianza de gente como la que mencionaba antes. Al final es más gratificante ver crecer a otros a tu lado y sentir que creces dentro de una comunidad que hacerlo individualmente. Y por suerte creo que es así en la mayoría de los casos, algo que hace que esta parte de nuestra vida tenga más valor.
¡Qué reflexión más bonita y tan cierta!
¿Y qué características crees que tienes tú como debatiente? Venga va, señálanos una virtud y un defecto que tengas como orador.
¿Defectos? Muchos. Creo que más de una vez no he disfrutado un torneo preocupado por conseguir el mejor resultado posible. Obviamente esto es importante, pero ni siquiera pienso que sea lo principal. Al final este mundillo es un entretenimiento fantástico que nos hemos inventado y hay que tomárselo como una herramienta de crecimiento principalmente como personas.
Como virtud, creo que soy una persona empática, y me gusta trabajar y crecer en equipo.
Ya que estamos hablando de ti vamos a aprovechar para meternos contigo un poco… Sabemos que tienes una foto tras ganar el último Torneo Cánovas Nacional dando vueltas por ahí que no te hace justicia, ¿algo que decir en tu defensa? Jajaja.
Yo estaba tan contento posando con mis compañeros cuando, de repente, Pablo movió el cheque justo antes de que hiciesen la foto. Lo pagó mi corbata. ¿Ves cómo todo es relativo? Acabas de ganar el Cánovas y, en un momento, eres el refu de la corbata ebria. Gracias, Pablo.
¡Pregunta clásica que no puede faltar! ¿BP o académico? ¿Postura favorita?
Algunos lo tienen claro y otros dicen que esto es como elegir entre “papá y mamá”. Yo creo que simplemente depende de lo que busques. Me gustan los dos formatos (y en algún torneo he odiado ambos). Es como elegir entre literatura o cine. Cada uno te aporta unas cosas muy distintas pero complementarias, y debate es una experiencia de la que debemos llevarnos lo máximo posible.Si nos quedamos con una sola cosa, puede que no lo estemos aprovechando al 100%. El Académico sirve para fomentar la investigación, la argumentación basada en evidencias tan importante en un mundo en el que todo el mundo emite opiniones obviando muchas veces los datos, además de otras habilidades como la oratoria, el trabajo en equipo y la persuasión. El BP nos aporta una gran rapidez mental y lógica, y posiblemente al final te hace dudar de todo o al menos replantearte muchas cosas con facilidad. ¿Por qué quedarnos solo con una parte?
Vaya respuesta más buena, nos has dejado sin palabras. Como se notan los años aprendiendo a argumentar…
Al hilo de la pregunta anterior ¿Tienes alguna moción/pregunta favorita o sobre la que te gustaría debatir alguna vez?
Posiblemente la pregunta del Cánovas 2019. Nada más verla me entraron ganas de empezar con ella. Soy un poco friki del tema.
No tendrá nada que ver que quedasteis primeros, ¿no? Jajaja es broma…
¡Gracias por la parte que nos toca!
¿Y algún tema de actualidad que estimes que deba ser debatido actualmente?
¡Todo menos la COVID, por favor!
Aunque ya se ha tocado en algún momento, creo que un debate que debe ponerse sobre la mesa es el problema de la deriva política que caracteriza a casi todas las democracias, especialmente la nuestra. Esta crisis ha dejado ver que cada vez elegimos a peores gestores, solo preocupados por el juego político, pero hacemos la vista gorda si son “de los nuestros”. Las redes sociales y la inmediatez de la información hacen que cada vez importe menos el largo plazo, lo importante es el relato. ¿Pueden sostenerse así en el tiempo una democracia y un Estado de Derecho? ¿Cuál es la alternativa?
Vaya… parece ser que la pregunta del Cánovas de este año no te va a gustar tanto como la del pasado…
Pero sí, es cierto que lo que planteas es muy interesante.
Volviendo a centrarnos un poquito más en el Juanjo más cercano y personal, ¿podrías señalarnos alguna anécdota o momento de “tierra trágame”?
Supongo que obviando el momento de la corbata…
Seguramente en el UFV 2019. Gané el Mejor Orador, subí al estrado y Jorge Whyte me pidió que dijese unas palabras. Y, con la emoción, no sé ni lo que dije. Me podrían haber quitado el premio en ese momento.
¡A todos nos han jugado los nervios una mala pasada alguna vez!
¿Y algún recuerdo que guardes con mucho cariño?
La ilusión de ganar el Cánovas junto a mi equipo. Habíamos trabajado mucho y fue un momento de felicidad para los cuatro. Disfrutamos cada ronda juntos y fue muy gratificante sentir que lo habíamos hecho bien.
Quien os estuviera viendo sabe muy bien a lo que te refieres, se os veía en la cara la felicidad. Y por el contrario, ¿el momento más complicado al que te has enfrentado?
En el BP Elías Ahúja.Iba con Cristina Oñate, y lo hicimos muy bien el primer día. No sé qué ocurrió, pero siento que no di todo lo que podía, y nos enfrentamos a un mal resultado. Fue un momento duro a nivel personal porque esperábamos algo totalmente distinto. Me habría gustado hacerlo mejor, sobre todo por Cris. Me hacía mucha ilusión debatir con ella y llevábamos buenas expectativas. A ver si la pandemia nos deja un torneo para resarcirnos.
Seguro que no fue tan mal como lo pintas, aquí estamos para aprender de los errores. Por cierto, ¿cuáles son tus mayores inseguridades a la hora de debatir?
A todos nos invaden los nervios y el miedo al fracaso, a hacerlo malo no tan bien como cabría esperar de nosotros. A mí especialmente me da miedo decepcionar a alguien, bien sea mi pareja o alguien que ha puesto su confianza en mí.
Sabemos que no todo lo que haces en este mundo es debatir, sino que también eres un gran apasionado de las simulaciones y que este año vas a entrar de lleno en la organización de SICODI, ¿qué supone este nuevo reto para ti?
He participado en dos ediciones de SICODI y siempre he pensado que es una experiencia muy enriquecedora en muchos sentidos. Tengo muy buenos recuerdos de ambas. Me hace mucha ilusión poder organizarlo este año para que otros disfruten esa experiencia, especialmente porque somos un buen equipo y eso hace mucho. Nos enfrentamos a complicaciones sin precedentes por el contexto actual, pero eso hace que sea un reto aún mayor. Estoy seguro de que saldrá una edición a la altura de lo que es SICODI.
¡Seguro que te va todo genial, con organización e ilusión todo se puede conseguir!
Para ir terminando: En una palabra, ¿qué es el debate para ti?
Es una parte de mi vida, posiblemente a la que más tiempo he dedicado en los últimos dos años. Por algo será. En una palabra, y en todos los sentidos de esta, para mí debate es crecimiento.
Qué sabia reflexión…
Brevemente, ¿qué diríasque te ha aportado el debate?
Habilidades que considero imprescindibles, experiencias maravillosas, crecimiento personal y, sobre todo, grandes amigos.
Cada cual mejor que la anterior.
Los novatos suelen estar muy asustados de entrar a este mundo. ¿Qué les aconsejarías a quiénes se acaban de iniciar en el debate?
¡Que disfruten! Que lo vivan al máximo, que aprovechen la experiencia y que se lo tomen como una etapa de desarrollo personal.
Esperemos que te escuchen y te hagan caso.
Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión.
Debate es un entretenimiento más. Unos dedican su tiempo a leer, a tocar un instrumento, otros hacen teatro, algunos viajan… Cada cual elige en qué invertir su tiempo. El objetivo siempre tiene que ser el mismo, disfrutarlo al máximo, llevarse lo mejor de la experiencia. La competitividad es buena, pero hay cosas mucho más importantes que sacar de esta experiencia. No tiene sentido creerse mejor que nadie ni aspirar a serlo. ¿Por qué vamos al cine? ¿Por qué viajamos? A veces no debe haber más objetivo en nuestras decisiones que disfrutar, aunque luego podamos llevarnos más cosas. El desarrollo personal como fin en sí mismo, no como instrumento para lograr más o menos premios. Eso es lo que te llevas al final de cada torneo. Debate es una experiencia más, y las experiencias hay que vivirlas, exprimirlas al máximo.
Ha sido todo un placer contar contigo, ¡muchísimas gracias Juanjo!