Bienvenida, Lara. Muchas gracias por tu tiempo y por responder a nuestras preguntas.
Bueno, ¿qué tal si empiezas contándonos quién es Lara Barcos?
Pues es una estudiante de Derecho de Córdoba que ya está prácticamente acabando. Se metió en el mundillo del debate nada más entrar en la carrera porque, ya en el cole, una antigua presidenta de CDU vino a dar una charla sobre debate y me llamó muchísimo a atención, y pues ya este año es mi quinto en debate y siendo la Presidenta de CDU. Así, grosso modo, poco más.
Hablemos de ti entonces como debatiente. Cuéntanos, ¿por qué entraste en debate, un poco más concretamente? Ya nos has contado cómo lo conociste pero, ¿qué te motivó a apuntarte?
Bueno, en el cole, además de que vinieron a hablar del tema, hubo una especie de “torneillo”, por así decirlo. No fue como un escolar como lo conocemos hoy en día, sino que fue un torneo más interno, y me encantó. Me lo pasé súper bien y dije: “cuando vaya a la facultad y tal —que además lo comentaron— me gustaría participar”. Y ya cuando llegué a la Facultad había diferentes clubes, y al final por cercanía y porque ya conocía a gente de CDU, me enganché ahí y me enamoré. De hecho me enamoré muchísimo más de debate gracias a ellos y a día de hoy los considero una familia y estoy súper contenta. Me da mucha pena que este prácticamente sea como mi último año en debate ya que el año que viene empiezo ya con mis cosas de mayores de trabajar, etc. Jajaja.
Ya que nos has dicho que llevas una trayectoria bastante extensa en debate, ¿qué es lo que más te gusta de debatir?
Lo que más me gusta son los nervios esos que tienes antes de empezar a hablar y el momento en el que estás hablando, cuando no eres realmente consciente. Muchas veces, no sé si te ha pasado, pero a mí por ejemplo me ha pasado te pones a hablar, te pones a hablar y de repente termina el turno y dices: “búa, tengo la sensación de que he dicho muchas cosas, estoy un poco aturullada y como que he descargado todo lo que tenía que descargar”. O sea, esa sensación de nerviosismo cuando estás debatiendo es lo que más me gusta de debate. Bueno, y obviamente que conoces a mucha gente, pero ese sentimiento es lo que creo que al fin y al cabo a la gran mayoría le engancha.
Completamente. Como has mencionado hace unos minutos, este año hablamos de ti también como presidenta de CDU. ¿Cómo es la experiencia de dirigir el club en el que te has formado durante tantos años?
Es duro. Al fin y al cabo, CDU es algo que hicieron unos estudiantes que dijeron: “vamos a montar nuestro propio club de forma independiente”, y al final somos personas que nos estamos formando a día de hoy y que no tenemos esa experiencia laboral que tienen otras personas que ya han abierto una empresa o que ya han ejercido algunos cargos por debajo de alguien que les ha enseñado… Con nosotros, al fin y al cabo, empezó todo nuevo y, quieras o no, es gente universitaria enseñando a gente universitaria, y vas aprendiendo conforme vas trabajando, y aprendes a base de errores y a base también de los errores que hayan podido cometer tus anteriores. Te dicen: “oye, esto tenlo en cuenta”, y al final se hace duro, pero es muy bonito porque solo lo hacemos personas jóvenes y estamos en constante relación con personas jóvenes. No tenemos a ninguna persona mayor que interfiera en ello y yo lo disfruto mucho a pesar de ello.
Seguro que, como todo, tiene una serie de ventajas y desventajas pero, ¿qué es lo que más te ha sorprendido de dirigir el Club?
Sorprenderme… Yo creo que lo que más me ha sorprendido he sido yo misma, porque creo que soy una persona un poco pasiva, que me dejo un poco llevar por los demás, y al estar en el cargo en el que estoy me he dado cuenta de que no soy tan así y de que puedo dar más de mí sin tener que depender tanto de lo que me diga alguien, y que yo de verdad puedo tomar decisiones y que de verdad son importantes. Que no necesito a nadie que me lleve, que yo siempre había pensado que era así. Y con esto me he dado cuenta. Me ha sorprendido de decir: “pues a lo mejor sí que tengo yo esa capacidad de poder dirigir hasta cierto punto” y no tanto el tener que ser tan “me dejo llevar”.
O sea, que además de estar viviendo la experiencia de presidencia, estás también autoconociéndote.
Sí, estoy haciéndolo un poco más.
Además, no solo en tu club, sino en general un poco en todos, se está viviendo un relevo generacional, donde los más veteranos se van retirando y entran muchos novatos. ¿Crees que es importante este cambio? ¿Qué crees que pueden aportar las nuevas generaciones al debate?
Yo creo que esto al final siempre pasa, y este año nos ha tocado a mí y al resto de personas que forman parte de mi Junta, porque yo creo que siempre hay un período en el cual un grupo de veteranos se mantiene en el tiempo hasta que obviamente llega un momento en el que el debate, que al fin y al cabo es algo universitario, hay que dejarlo ir. Ese punto es el que nos ha tocado a nosotros, y realmente yo lo que veo como algo positivo. Te encuentras con que se van muchas personas a las que vas a echar de menos, pero realmente vienen muchísimas personas nuevas con muchas ganas de aprender y con muchas ganas de saber qué es lo que tú les vas a contar. Poder formar y ayudarles a comprender mejor lo que es el mundo del debate y que entren allí de lleno me parece súper positivo, y creo que son cosas que acaban pasando cada “x” tiempo.
CDU desde fuera se ve como un club bastante familiar. ¿Crees que este ambiente y que el sentimiento de pertenencia a un grupo es un factor que puede afectar a los resultados que se obtienen?
Yo creo que no a los resultados como tal, creo que eso da un poco igual. Yo creo que a lo que afecta más es al cómo te tomas cada resultado, me explico: si por ejemplo, en el caso de CDU, al estar en un contexto de familia, de relación de apoyo constante, al fin y al cabo, si pierdes, tienes a tu familia apoyándote, y no es como “me siento mal o recriminado porque podría haberlo hecho mejor”, sino que tienes ese apoyo que mantiene a flote de cara a futuros torneos, a avanzar, etc. Incluso si ganas, a mí me ha pasado, que al final te sientes que aunque no lo hayas ganado tú, sientes que lo has ganado con todos juntos, y la persona que lo gana también, porque al fin y al cabo somos como una familia y si gana uno, ganamos todos, y si pierde uno, perdemos todos. Ese apoyo me parece súper fundamental y en CDU se da mucho, entonces, más que en los resultado, en cómo te los tomas. Creo que es lo importante.
Como también has comentado, estás ya acabando tu trayectoria como debatiente. ¿Cuál es legado que quieres dejar en CDU? ¿Cómo quieres que te recuerden?
Ay, no lo sé… Nunca lo había pensado. El legado que me gustaría dejar simplemente es que creo que cuando te apuntas a algo, ya sea debate o a cualquier cosa, que te sientas que formas parte de algo, que tienes a gente que te apoya… Sé que me reitero mucho en esto pero es que me parece súper importante, porque al fin y al cabo a todos nos pasa que llega un momento en nuestra vida donde nos encontramos a lo mejor un poco perdidos, que no sabemos dónde debemos estar o dónde queremos estar, y tener esa familia y que la gente me perciba como alguien en quien se pueden apoyar… Que todos mis novatos se sientan acogidos por mí y por todos los que somos más veteranos, es lo que verdaderamente me gustaría que se quedase en el club, más allá de cualquier otra cosa más técnica respecto al debate. Así que, sinceramente, mi legado sería que puedan contar conmigo, esté en el club o esté fuera.
Pues Lara, se nos acaba el tiempo. Muchas gracias por tu tiempo una vez más. Esperamos verte pronto.
A los demás, volvemos la semana que viene con más, aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.
