Presidente y formador en la Asociación de debate BABEL. Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Granada y participante, tanto como debatiente como juez, en torneos a nivel nacional e internacional, alcanzando el break en algunos de ellos. Él es Marco Antonio Ruiz.
Arrancamos como de costumbre, ¿Cómo entraste al mundo del debate?
La realidad es que ya me habían hablado en algún momento del debate universitario, pero fue durante ese primer año de carrera, cuando coincidí con un chico dentro del grupo de nuevos compañeros de la universidad que, en cualquier momento del día, aprovechaba para decirme, a ti te tiene que gustar el debate, se te daría bien. Él estaba en BABEL desde el primer día que llegó a Granada. Tras un cuatrimestre entero de insistencia, decidí acudir a una formación para dejar de escucharle. El resto es historia, así que, gracias Víctor.
Qué importante es animar a los estudiantes a que se unan al mundillo, y qué importante es también dejarse convencer…
¿En qué punto de tu carrera como orador crees que te encuentras?
Probablemente en un punto intermedio, creo que hasta ahora he aprendido muchas cosas, he acudido a varios torneos y he conocido a mucha gente. Sin embargo, creo que aún me queda por delante muchos objetivos por alcanzar. Quizás el COVID, y ese año atípico, ha truncado en cierto modo esas expectativas, pero ha sido también una oportunidad para probar el debate online y centrarme en otros aspectos de mi vida. Ahora tengo más ganas que nunca de volver a los torneos presenciales y continuar progresando.
¿Qué aconsejarías a quiénes se acaban de iniciar en el mundo del debate?
Que disfruten, que disfruten mucho. Creo que, en determinados momentos, nos ponemos unas metas u objetivos a las que supeditamos nuestra realización como debatientes. Esto es interesante para incentivar ser lo más competitivos posible, y mejorar en el día a día, pero el problema existe cuando por circunstancias que escapan a nuestro control, no alcanzamos estos objetivos. Desde mi punto de vista, la frustración o decepción que esto produce nunca debería estar por encima del disfrute de una experiencia tan bonita como es cada uno de los torneos a los que asistimos. Son momentos únicos a los que deberíamos extraer el 100%.
Tomen nota!
Eres el nuevo presidente de Babel, ¿Cómo esta siendo la experiencia? ¿Qué objetivos tenéis este año?
Creo que, por un lado, es bastante estresante, puesto que es mucha la responsabilidad que se asume, y en esto imagino que cualquiera que se haya encontrado en esta situación empatizará con ello. No es tanto la carga de trabajo, como si la presión de saber que de ti y de tu coordinación depende que el club funcione con normalidad. No obstante, aquí tengo que dar las gracias a todos los que hoy me acompañan en esta labor organizativa, porque lo hacen mucho más fácil y ameno.
Al margen de esto, en el cómputo global es una experiencia satisfactoria. Por ejemplo, no hace mucho hemos acudido con dos equipos novatos al BP UAM. Ha sido fantástico verles descubrir el mundo del debate y acompañarles en la vivencia que supone un torneo. Ahí es cuando te das cuenta que ese trabajo merece mucho la pena.
Respecto a los objetivos que nos marcamos, creo que principalmente pasan por continuar fortaleciendo un proyecto de debate en la ciudad de Granada, donde esté asegurado el relevo generacional, y donde cada vez se alcance a más estudiantes interesados.
Hablando sobre el sentimiento de pertenencia a su club: ¿Qué podrías contarnos?
Me atrevería a decir que BABEL es uno de los clubes que mejor fomenta este sentimiento, de forma directa e indirectamente. Aunque puede ser que no esté siendo muy objetivo. Lo cierto es que, a diferencia de otras sociedades, BABEL es una asociación universitaria de estudiantes, por estudiantes y para estudiantes. Esto facilita que rápidamente surja un fuerte sentimiento de pertenencia, puesto que el funcionamiento del club depende de la implicación, única y exclusivamente de sus miembros. En definitiva, en BABEL encuentras realmente un grupo de amigos, con inquietudes similares y con objetivos compartidos, lo cual implica que se cree una dinámica de grupo muy bonita.
Aprovechamos para mandar un saludo a todos tus compañeros!
Pasamos al plano más personal. Algún referente personal en el mundo del debate.
Imagino que no soy el primero al que le pasa, pero son muchos sin poder decir uno en concreto. Cuando entré en el circuito, los nombres que más sonaban eran Fabregat y de la Puerta, y sin duda eran una referencia para cualquier novato que llegaba al mundo del debate. No obstante, poco a poco fui descubriendo debatientes de enorme calidad como Guillermo Serrano, Sabrin, Alberite, Villegas, Prieto, y un largo etcétera, de los que he aprendido muchísimo. Del mismo modo, a día de hoy, Gorka, Belén o Raúl Viñas están a un gran nivel y considero que compartir panel con ellos o cruzártelos en una sala es una suerte.
Alguna moción/pregunta favorita o sobre la que te habría gustado debatir?
Quizás por deformación profesional, pero aquellas que implican el análisis político de grupos de interés, sociedad, movimientos sociales, etc. me encantan. Probablemente de las que más, las de la UE, en ellas hay muchos intereses contrapuestos, y siempre puedes encontrar un análisis diferente al del resto de equipos.
¿Alguna lectura o autor que pueda ser especialmente útil a la hora de debatir?
A mi juicio, creo que hay dos libros esenciales para todo aquel que se inicia o quiere mejorar en el mundo del debate, y que escapan en cierto modo a ese estilo súper académico y un tanto tedioso que podemos encontrar en autores como Toulmin. Me estoy refiriendo a “Tolerancia crítica y ciudadanía activa: una introducción práctica al debate educativo”, y sobre todo, a “Ganar debates: una guía para debatir con el estilo del Campeonato Mundial Universitario de Debate”, ambos propios o traducidos por J. Mamberti.
Y ahora la pregunta ineludible: ¿Qué le falta y qué le sobra al mundo del debate?
Tras la pandemia, le falta hacer piña, por lo menos entre el circuito español. Han sido muchos meses sin vernos presencialmente, y mínimo una generación de novatos que no ha conocido la experiencia de acudir a torneos presenciales, y la oportunidad de generar esos lazos de amistad entre los distintos clubes.
Respecto a que le sobra, aunque responde también a un qué la falta, pero creo que le sobra elitismo. Con esto me refiero a que generalmente el factor económico supone una barrera enorme para clubes pequeños, que dificulta su asistencia a torneos, y por tanto a sus posibilidades de mejora. Si es verdad que está habiendo esfuerzos por tratar de encontrar ayudas y descuentos en alojamientos y transporte de los torneos, pero creo que es insuficiente. Sería muy interesante en este sentido que hubiese una mayor implicación institucional de universidades y entes públicos.
Y la última respuesta no va acompañada de pregunta, te pedimos una última reflexión.
Como decimos en BABEL, no trabajamos bisutería.
Ya en serio, con esto quiero decir, que sea cual sea el objetivo que se plantee como debatiente, que sea consciente que, con trabajo, buen trabajo, y algo de suerte, es más que posible.
Nos gustaría poder seguir, pero no tenemos tiempo para más. Muchísimas gracias Marco y os deseamos la mayor de las suertes a ti, y a todos tus compañeros de Babel!!
A los demás, nos vemos la semana que viene aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.