Buenas, Mariam. Para romper el hielo, cuéntanos por qué entraste en debate y qué pensaste de este mundillo al principio.
La verdad que la historia de cómo entré supongo que es muy parecida a la de muchos. Cuando me encontraba en bachillerato, empezó a picarme la curiosidad sobre este mundo gracias a Instagram. Veía como algunos de los seguidores que tenía de mi ciudad iban a varios torneos y hacían simulaciones. Eso es lo que empezó a llamarme la atención.
Siendo sincera, siempre había tenido mucho miedo a hablar en público, pero era algo que sentía que debía superar. Una de mis amigas se enteró que había una jornada de bienvenida a los nuevos estudiantes de la Facultad de Derecho en un bar y decidimos ir para ver qué era esto del debate y porqué había tanta gente de nuestra edad interesada.
Fue éxito absoluto ya que desde ese día supe que lo que quería era estar en este mundo y conocer a tanta gente maravillosa como sabía que iba a conocer.
Te entendemos, al final este mundo es eso, pasarlo bien, conocer gente maravillosa como tú dices y, sobre todo, trabajar y esforzarse, ¿no? Es una de las cosas que más nos cuentan los debatientes cuando les preguntamos cómo han llegado tan lejos. ¿Y tú? ¿Cómo crees que has llegado hasta aquí?
Pues me hace mucha gracia que me hagáis esta pregunta porque no creo que haya dos palabras mejores para definir mi historia en el mundo del debate que esfuerzo y trabajo.
En el debate, me pasa como en la vida en general, nadie nunca me ha regalado nada, y tener esa capacidad de saber que dependes única y exclusivamente de ti para superarte ya pone el listón del trabajo muy alto. También tengo que decir que gracias a Dios he tenido amigos que me han apoyado siempre con esto, y eso ha hecho de la mujer que hoy soy.
Empecé, como todos, siendo una novata que con mucho miedo fue a su primer interno y en ese torneo conocí a una de las personas que más me ha inspirado a día de hoy como es Ana Lobo. Siempre cuento la historia de cómo me quedé callada a los 2 minutos en mi turno de conclusión. Ana supo qué palabras justamente decirme después de mi intervención para que esa experiencia, en vez de tornarse como algo negativo, me impulsara a mejorar.
Después de eso, fui a mi primer Cánovas y al Tres Culturas, donde también quiero hacer mención a Ana Gálvez y Alberto López por confiar en mí. Los comienzos, sin duda, siempre son difíciles, pero tuve la suerte de cruzarme con buenas personas.
Por circunstancias de la vida, empecé a soltarme más, probar nuevos roles y a trabajar como capitana en varios equipos. Eso supuso un cambio muy grande en mi perspectiva de ver el mundo del debate, me hizo ser sin duda más crítica y analítica de mis errores, y darle todo mi apoyo al resto de personas de mi equipo para que también sacaran lo mejor de sí.
Si me tuviera que quedar con dos torneos donde di todo mi potencial sería sin duda el Nacional de CDU del año 2020, donde mi equipo quedó subcampeón, y el Torneo de la UJA del pasado 2021, donde un gran trabajo en mi equipo tuvo su recompensa. Creo firmemente que el trabajo y el esfuerzo me definen, aunque haya personas que les cueste creer eso. El tiempo siempre pone a cada uno en su lugar. Y yo estoy donde tenía que estar sin duda.
Sabemos que eres la presidenta de CDU… Y con la pregunta de antes, ¿qué le aportas al club? ¿Cómo es ser presidenta? ¡Queremos saberlo todo!
Creo, sin duda, que CDU me da más a mi de lo que yo le puedo llegar a dar. Pero, por mojarme un poco, lo que aporto es mi sentido de cuidado y cariño, como si fuera una madre, darlo todo, como dicen mis novatos.
Me preocupo muchísimo porque todo vaya bien, porque nadie se quede atrás, porque aprendan, porque disfruten, etc. Creo firmemente que cuando vives algo muy bueno y muy positivo en tu vida te gusta que los demás también experimenten. Quizás por eso me sale ese instinto maternal para que aprovechen la experiencia al máximo. Cuando me importa algo mucho, me dejo la piel por hacer las cosas lo mejor posible y es sin duda con lo que me gustaría que se quedaran las personas de este precioso club.
Pues no voy a engañaros, es muy duro, y a mi personalmente me ha supuesto un reto de superación bastante importante. Sabes que tus decisiones, al final y al cabo, influyen en cierta medida en aspectos futuros de los demás, y eso te hace pensar las cosas muy bien. También hay que tener mucha suerte con las personas que están contigo en la junta, y que esa decisión que depende de ti, sirva para que sean tu apoyo.
Tuve muy buen ejemplo el año anterior de mis amigas Marta Barron y Paula Higuera, de su trabajo codo con codo, sin intentar ser una más protagonista que la otra, creo que eso es el verdadero trabajo en equipo, luchar por un objetivo en común y no en quién queda por encima. He trabajado con personas maravillosas este año como Javier de León, que es la persona que parece que está detrás, pero que sin él, y sin Alejandro Millán (que es el ojo que todo lo ve jajaja), este año se hubiera hecho muy difícil.
También a mis dos soletillos, Maria Jimenez y Ana Molina, porque, siendo su primer año en junta, han hecho mucho porque todo saliera como debía salir. Y porque si de algo estoy orgullosa, es que cuando me vaya se quedan aquí muchos novatos con potencial (ojalá poder mencionar a todos), que sé que van a hacer de CDU todo lo grande que es. Es duro, porque a la gente se le olvida la edad que tenemos y la capacidad con la que contamos. Somos un club con mucha historia pero no dejamos de ser un club pequeño que depende única y exclusivamente de sus socios. Creo que a CDU se le exige mucho, y es normal dado la trayectoria que siempre ha tenido, pero a muchos se les olvida que lo que ayuda de verdad son criticas constructivas, lanzarse al barro a hacer las cosas lo mejor posible si de verdad te importa en vez de creer que uno haría mejor las cosas, sin ser participativo.
Sin duda, ha sido una experiencia que se quedará en mi corazón para siempre. Me ha enseñado mucho, una capacidad de liderazgo que daba por desconocida, a confiar en aquellas personas que no se ponen medallas y trabajan por hacer las cosas bien aunque desgraciadamente nadie nunca se lo reconozca. Pero, sobre todo, también esta experiencia me ha enseñado que no necesito valoración externa, porque los verdaderos agradecimientos, que merecen la pena son aquellos que recibes de ti misma, y de los tuyos.
Los años de experiencia seguro que son importantes para no ponerte nerviosa. Pero los nervios son cosas que no controlamos, ¿los sigues sintiendo a día de hoy?
Sí, y seguramente deje de debatir el día que no los sienta. Los nervios sé que muchas veces pueden llegar a paralizarte, pero a mi me suponen un motor para hacer aquellas cosas en las que debo dar lo mejor de mi. Sigo teniendo nervios a la hora de debatir porque quiero hacerlo lo mejor posible, y el día que no quiera eso, ya no debatiré más. Otra cosa es que haya aprendido a controlarlos, que con el tiempo y los debates se aprende sin duda.
Preferir, seguro que prefieres académico. Pero, ¿podrías contarnos alguna moción vivida en un BP que te haya marcado? ¿Y por qué?
Evidentemente prefiero académico porque mi trayectoria ha estado más enfocada a esa modalidad de debate. Pero el BP se ganó un bonito recuerdo en mi corazón hace justo un mes cuando fui al Torneo Regional Suroeste de BP de Jaén. Disfruté como una niña chica de las mociones, de mis equipos de CDU, de los de otras instituciones y de los compañeros que tenía a la hora de juzgar. Tanto es así, que empecé el torneo como jueza trainee y acabé de principal, y eso es sin duda por la cantidad de conocimiento que adquirí en esta experiencia.
Y, hablando precisamente de este torneo, hubo una que me marcó especialmente, la moción decía: ECCQ la banalización del amor es positiva para las personas. Me impactó, por así decirlo, esta moción porque el enfoque que se dio en la sala en la que estaba juzgando era hablando casi de un futuro despótico en el que el amor ya no existe. Pero creo sin duda que el espíritu de la moción estaba en el presente, en cómo actualmente nuestras relaciones son cada vez más superficiales e interesadas. Me gustó porque creo que es un melón que se debería abrir más a menudo. ¿El amor puro sigue existiendo a día de hoy? A mi personalmente me dan mucho que pensar este tipo de cuestiones.
¿Cómo ha influido la oratoria en tu carrera profesional? ¿Y en tu día a día?
Esta pregunta, quizás, es la que más vértigo me da responder porque me hace darme cuenta del impacto que han tenido el debate y la oratoria en mi vida. No tengo dudas, si yo no me hubiera centrado tanto en el debate durante mis cuatro años de carrera en Derecho, hoy sería una persona totalmente distinta.
Estoy muy orgullosa de todas las cosas buenas que me ha aportado, lo dije al principio, antes me daba pánico hablar en público, pero la curiosidad por ver qué pasaba si me lanzaba me pudo. Y a día de hoy, prefiero mil veces expresarme en público antes que realizar otras cuestiones estudiantiles más tediosas. Si me tengo que quedar con algo de todo lo que me ha aportado es la capacidad de autocrítica que te da, creo que hay mucho ego en el mundo del debate y esta capacidad, de la que podemos disponer los debatientes, es sin duda lo que te mantiene con los pies en la tierra y te hace crecer, una lastima que no todos piensen así. Y con lo siguiente que me quedo es haber perdido el miedo y atreverme a poder expresarme delante de una cantidad de personas sin que me paralice pensar que voy a equivocarme. Cuando te das cuenta de que nadie es perfecto y de que todos cometemos errores, te relajas mucho. Pero, si ya aparte, te concentras en compararte solo con tu yo del pasado, aprendes el doble y dejas de lado ese tipo de pensamientos.
Siempre hay cosas por pulir. Incluso en debate. ¿Qué cambiarías de este mundo y por qué?
Uy la pregunta…jajaja. Bueno, creo que actualmente el mundo del debate tiene muchas cosas que mejorar. Es cierto que hablando personalmente creo que he tenido suerte con el tipo de personas que me ha tocado tratar (la mayoría de las veces, todo sea dicho). Pero creo que principalmente hay que cambiar el ambiente de competitividad tóxica en el que estoy bastante satisfecha de no formar parte.
En mi opinión, se está centrando mucho en determinadas figuras, y a algunos novatos les es difícil estar en sintonía con todo ese movimiento anterior que no han llegado a vivir. También, otra de las cosas que cambiaría es, sin duda, el desprestigio actual a la modalidad académica y personalmente me da pena que sea a veces con formas de BP. Creo que cada modalidad es bonita en su escenario pero siento como que el BP está quedando por encima y, para amantes del académico como yo, duele un poco estar presenciando esto.
Otra cosa sin duda que creo que hay que cambiar del mundo del debate, y sinceramente creo que voy a crear polémica con esto, es el hecho de hablar en andaluz. Personalmente, no he tenido ningún tipo de problema por hablar de la forma en la que me expreso diariamente (soy cordobesa y la verdad que se me nota bastante). Pero, si sé de ciertos debatientes que han tenido problemas con su acento. Incluso conozco muchas personas que llegan a cambiarlo (conscientemente). Deberíamos hablar todos de la forma en la que naturalmente nos expresamos, ya que cada acento tiene su historia, y un debate con variedad es más rico.
Tienes toda la razón, Mariám. Por último, nos gustaría que hicieras un ejercicio. Imagínate que mañana mismo tienes que hacer un torneo y no cuentas con mucho tiempo. ¿De quién tirarías, qué moción escogerías y por qué?
Vivir al límite no es algo nuevo en CDU jajaja. Pues sin duda contaría con Javier de León, Paula Higuera, Antonio Cano, Alejandro Millán, Juan María Ariza y Marta Barron porque tenemos mucha experiencia trabajando juntos después de dos años, y son personas que siempre están dispuestas a ayudar y darlo todo al máximo sin egos.
La moción que escogería sería sin duda la de nuestro interno de hace dos años: ¿desempeñan actualmente los medios de comunicación el papel adecuado en las sociedades democráticas?
Fue nuestra primera pregunta como junta el año pasado, me trae muy buenos recuerdos de la primera vez que organizamos un torneo, y aunque fuera Online conseguimos que fuera un éxito. Personalmente, con esa pregunta tuve que realizar una labor de investigación bastante intensa para realizar una buena justificación. Aprendí bastante dado que creo que es una pregunta que es completamente atemporal, siempre es un buen momento para reflexionar lo que supone y disfrutar de lo que estaba haciendo.
Hoy no tenemos tiempo para más. ¡Muchísimas gracias Máriam por tu tiempo y esperamos verte pronto por aquí de nuevo!
A los demás, nos vemos la semana que viene aquí, en ElDebatiente, la casa común del debate en español.