Murmullos. Rugidos. Unas ruedas de maletas suenan a lo lejos al ser arrastradas por el áspero suelo lleno de tierra amarilla. El ruido de unas puertas automáticas deslizándose, mientras que se escuchan algunos saludos de un extremo a otro. Los reencuentros son ensordecedores. Da igual que se lleven viendo durante tres fines de semana seguidos, porque lo importante son los cinco días que quedan. La SIPA XV da comienzo.
“¡Hey! Por favor, esperadme”. Un grupo de novatos de Málaga camina acelerado hacía no saben demasiado bien dónde. Simplemente siguen a algunas caras, porque de conocidas tienen poco. Avanzan rápido y ven cómo los simulados que tienen delante giran la esquina hacia la izquierda. Se han desvanecido. Por suerte al girar se encuentran una marabunta de palabras, risas y saludos que aguardan a la espera de que se abran las puertas. Un chirrido de una de ellas que reclama aceite pone a todos en alerta. Nadie duda ni un segundo. Es hora de entrar y ocupar lo que será durante estos cinco días su silla. Mejor dicho, su escaño. “Creo que soy el 66”, “¿Me podéis mirar el PDF?”, “Yo iba contigo, ¿verdad?”. Un mar de dudas y expectación tiñe de azul las paredes de Sala Europa, más de lo que ya están.
“Os damos la bienvenida”. Palabras que resuenan en la cabeza de lo que para muchos se siente como el inicio de las clases en Hogwarts. El Presidente, Alejandro Pena, y la Vicepresidenta, Beatriz Valcarce, el Director General de Cánovas Fundación, Pablo Sánchez, el Coordinador General de Cánovas Fundación, Pablo Ruiz, y la responsable de organización, Manuela Piera, presiden la mesa. Tienen el honor no solo de inaugurar la simulación, sino de orientar en lo que se va a hacer durante estos días. Los veteranos saben que este preámbulo se agradece, pero también son conscientes de que los novatos no lo pillarán hasta que estén en situación cada día.
Todos en la sala están expectantes. Cuando la mesa nombra a los “presis y secres”, estos se miran entre ellos. Cuando se dirigen a los novatos, estos se buscan con la mirada. Todo son nervios. Es mucha información que procesar y eso lo saben. Y qué mejor manera de procesar todo esto que con un “donut de Mollina”. La merienda sirve para hacer un alto al fuego y atrincherarse junto al café, las galletas y las conchas, que serán grandes aliados en estos días de batalla.
Con los estómagos llenos y con ganas de aprovechar todo el tiempo. El pleno por primera y, posiblemente, última vez empieza a su hora con todos los diputados en sala. Listos para el espectáculo.
Una música desconcierta a los allí presentes. Las bancadas andan revolucionadas. Irrumpe un grupo de personas de morado, vestidos de chándal y con ropajes anchos al ritmo de “El violador eres tú”. El presidente de la mesa inaugura las llamadas al orden, pero el caos se apodera de la sala. Es el grupo parlamentario Cambiemos, guiado por Juan José Tello y Rafael Raya, que pretende alterar la dinámica parlamentaria, y reclamar la postura del “Estado opresor”, cambiando las acusaciones de machistas que hasta ahora canturreaban a Voz, para incriminar a la mesa.
Por suerte, las llamadas al orden consiguen mantener estable la actividad parlamentaria. Aunque estén cuestionadas por la intencionalidad o ideología de la mesa que para muchos suscita sospecha. Aunque no da demasiado tiempo a pensar. La actividad parlamentaria nunca había sido tan dinámica. Renovación, como partido veleta, se mueve por los soplidos de su presidente y secretario, Rodrigo Soriano y Manuel de la Torre, que se encuentran respaldados por sus orgullosos diputados “liberales y europeístas”. Pero no vienen solos. Esta SIPA están dispuestos a luchar y, con la compañía del dócil perro de peluche y adoquín en mano, deciden intentar imponerse en esa sala, donde parecen producir más risa que miedo.
Mientras, la bancada de la derecha se acomoda tranquila. El prado rojo y gualdo de banderas de España cubre todos los escaños de Voz, aunque Tradición parece contagiarse. Aunque intentan mantenerse al margen de la agrupación verde, sus líderes, Almudena Cordero y Álvaro Aleñá, parece que con sus discursos están consiguiendo que el azul de su partido se convierta poco a poco más en un agua marina. “Además, no podemos consentir la constitución de un gobierno que tiene casos abiertos como los Trajes del señor Aleñá”. Ya han empezado a surgir los casos de corrupción, y con ello las filtraciones a prensa. Pero ¿Atenderá SIPA VISIÓN las llamadas de los diputados? ¿Se desmentirán algunos escándalos?
Eso sí, Francisco Hernández y Myriam Bejarano parece que no quieren tener nada que ver. Ellos solo luchan por España, con su “gran ejército” verde de diputados, que marcha con mucho ruido pero pocos tambores, porque sus discursos han quedado reducidos a los juramentos por la corona y la unidad de “nuestra Gran Nación”.
Por su parte, Progres se reserva el ruido para cuando sea necesario. Antonio de la Cruz busca ocupar la primera fila de aquellos escaños azules, y para ello está respaldado por Ana Messa y todos sus diputados. “Presidente, presidente, presidente” marca el ritmo de la despedida del primer día. Antonio ha conseguido entre tanto “circo” ser el domador, alzándose con el Gobierno. Eso sí, siempre con valores a juego con su barba, porque todo ha salido gracias a la coalición con Renovación. Para muchos este Gobierno tiene los días contados. Pero, mientras está por ver, los elegidos proceden a ocupar sus asientos. Como presidente, Antonio de la Cruz; como vicepresidente, Rodrigo Soriano; consejera de Educación, Chándani Montañez; consejera de Igualdad, Pepa Leiva; consejera de Transición Ecológica, Paula Higuera. Con estos puestos ocupados se levanta la sesión de este primer día de simulación.
“Cógete mucho pan”. Parece que esa frase va en la línea de las acusaciones que esta misma tarde hacía Tradición contra Progres de “no hay pan para tanto chorizo”, cuando en realidad, es más un consejo de supervivencia de cara a la comida del CEULAJ. Algunos diputados llegan algo especialitos con los gustos alimentarios. Pero todo sea para coger fuerzas para… el segundo día de simulación.
“Consejo de veterano: coged los huevos revueltos”. Una noche movida para algunos, es sinónimo de donuts como desayuno. Pocos son los valientes que se arman con las bandejas a primera hora de la mañana. Pero menos son los capaces de llegar a sala Europa antes de que dé comienzo la nueva sesión plenaria.
Toca estar despierto aunque alguno prefiere contar ovejitas ¿o son corderos? La cuestión es que la diputada Cordero senior no aguanta la presión de ser oposición. Mientras, la mesa da comienzo al momento estrella de los Proyectos de Ley. Inmigración, Regulación del Juego, Educación y Medioambiente se preparan para ser defendidos por sus ponentes.
Alberto López se abrocha la chaqueta y se dirige al atril. Es el primero en dar a conocer el Proyecto de Ley. Inmigración. Resulta tentador pensar en la idea de cómo acabará desvirtuada la que para ti es una ley que se adecua a la realidad social, pero más tentador resulta para los diputados enfrentarse a su reconversión. Alza la mirada y comienza el contador. De pronto comienza a hablar, pero los ceños fruncidos de la sala no comprenden al ponente. Pasan unos 30 segundos hasta que todo el mundo lo entiende. Ha empezado su intervención saludando en varios idiomas.
A más de uno en el pleno le cuesta hasta entender el español. María Guerrero es consciente de ello y, desde Progres, prefiere dar los “Buenos días a todos lo que estén suficientemente despiertos después de visitar el museo Mamajuana”.
Mientras la Ley de Inmigración aguarda los futuros conflictos de comisiones, se pasa a la Ley de Regulación del Juego, que más polémica no pudo tener. Miguel Merediz, su ponente, se enfrenta a comentarios que pululan por el aire sobre posibles ilegalidades. Mira sus notas desde el atril. Nunca se hubiera imaginado cuando la estaba redactando que la ley sería tan redundante, porque está dando bastante juego durante la intervención. Su mayor competidor en esta ley será Voz, que desde el principio se posiciona en contra de esta ley y da pie a lo que pueda pasar en comisión. Un diputado de la agrupación verde se levanta. Es el diputado Epifanio que con un cuestionable tono crítico bromea: “Estos serán los últimos 50 euros”. Hace una pausa en busca de miradas cómplices. “Claro son 50 y no 5, porque son niños de bien ¿no?”.
Sala Europa parece una sitcom con risas enlatadas a cada comentario que parece sacado de contexto. “Pues la ley no parece tan facha como nos la esperábamos”. Gran carta de presentación de la Ley de Educación presentada por Jesús Fúnez en representación de Renovación, gracias al posicionamiento de Cambiemos. Calificación que parece haberle salido cara a los de morado al ganarse una sanción por faltar el respeto a “los ciudadanos andaluces que no votaron a su partido”. Parece que el partido del presidente Tello no comprende demasiado bien que para tener representación hay que evitar ser expulsados de estas dinámicas porque acto seguido, Cambiemos recibe otra llamada al orden por defender la bandera. Sí, “la republicana”.
Parece que la mañana no se quedará tan tranquila como le gustaría a la mesa. El diputado Samaniego se dispone a tratar la Ley de Medio Ambiente, que sale al ataque directo contra Voz, o más bien, a uno de sus componentes. “Habrá un resplandor y hará pum y, señor Epifanio, ya está aquí la guerra”. Pero esto no queda aquí. Este mano a mano continúa. “No sé si se han dado cuenta pero crear comités solo sirve para enchufar a sus amigos”, sentencia Voz contra la izquierda. Los gritos de “ASESINOS” retumban en sala Europa ante la intervención de Voz.
Cuando la creatividad parece estar agotándose, al igual que la energía de sus señorías, el diputado Pablo Moreno tiene su turno de palabra antes de emprender el camino hacia las comisiones. Su partido aplaude. Muchos novatos se quedan extrañados. Siguen un ritmo muy flamenco. Para los veteranos suena a nostalgia. Es inevitable no pensar en Giner, y por alusiones en Camaradas. Algo pasa cuando tus años se pueden medir en SIPA. Se llama, el paso del tiempo.
Y para paso del tiempo el que experimentan los diputados. Un chico con gafas de tercera fila en la bancada de la derecha mira desesperanzado su reloj. “Son las 12. Comienza el trabajo en comisiones”. Toda la sala se levantan a la vez. Este aparenta ser el único atisbo de unidad en lo que queda de día.
Avanzan por el pasillo dejando atrás las sedes de los partidos y la prensa. “¿Cuál era la nuestra?”. Por suerte cada comisión está indicada con un letrero electrónico desde las televisiones que están sobre la entrada de cada una.
Preámbulos, artículos, enmienda a la modificación, a la totalidad, papeletas amarillas, conversaciones por teléfono entre diputados, pactos, argumentaciones sin sentido, disciplinas de voto. Esto y mucho más marca el ritmo de una actividad en comisión que podría llegar a romper amistades. “A ver, ¿es que nadie está entendiendo que esto va en contra de la constitución?”. Se puede intuir la presión sobre las enmiendas y las aprobaciones de medidas algo disparatadas. Ninguna comisión de salva: la exención de sanciones por tráfico contaminante a las personas que lleven una bandera del reino de España, un crucifijo, una imagen de SM Don Felipe VI o una imagen de la virgen del pilar; la obligatoriedad de portación de una pegatina de Don Rodrigo Soriano Palomo vestido de Cigala en los coches eléctricos; la consideración como juegos de azar las máquinas tragaperras, las cajas sorpresas de los videojuegos; la aprobación de una asignatura de ciudadanía; la denegación del PIN Parental; el sistema de becas; derecho de acceso a beca pública en inmigración legal; se asegura la protección de los MENAS; entre otras muchas.
Pero el mayor reconocimiento sin duda se lo deben llevar aquellos héroes en la sombras. Aquellos diputados a los que se les ocurren los nombres de organismos como: FALCON-COCA (Federación Andaluza de jugadores Ludópatas Concienciados en la mejora y el Comisionado Objetivamente a las Casas de Apuestas), COCA (Comisión Organizativa de Conceptos Ambientales) o la Patrulla Canina para luchar contra la trata de personas (formado por Antonio Epifanio, Salvador García, Almudena Cordero, Antonio de la Cruz y Juan González Ripoll).
No podían faltar siempre hay expulsados. Se procede a la aprobación de uno de los artículos de la Ley de Inmigración. Un cartel con la cara del presidente de Cambiemos queda pegado en la puerta. Hay muchos colores y no se distingue lo que pone. Empieza la cuarentena. El caos se adueña de la sala y Juan José Tello es expulsado casi en volandas de la sala. “Primer infectado por COVID-19 en el CEULAJ”. Saltan las alarmas entre el resto de diputados, aunque en la comisión de Educación paralelamente se salte el protocolo con el castigo de “besa a la bandera”. Una bandera de España que viste a la mesa de la presidenta Almudena Hens, pese a los intentos de la izquierda de imponer la Republicana. “En realidad, todo es una táctica”, se escucha entre susurros. Nadie sabe si lo es o no con seguridad, pero el caso es que ha servido para que Voz no pueda aprobar el PIN Parental en la sala.
Mientras Tello intenta colarse a través de la ventana de nuevo en la Comisión de Inmigración, paralelamente en la comisión de Regulación del Juego hay una noticia que cubrir. “¡Necesitamos a prensa, necesitamos a prensa!”. Un cámara sale corriendo hacia la tercera puerta del pasillo de las comisiones. “Queda aprobada por unanimidad la ley planteada por Voz”. Todos son cartulinas verdes y aplausos. Voz ha conseguido hacer historia y hacerse con el apoyo de la comisión al completo.
“No puedo más, en mi comisión vamos muy lentos”. Es hora de comer, pero no de descansar. Para muchos, la comida supone momento de asegurarse los apoyos ante las enmiendas. Pero los diputados están confiados con que la actividad seguirá con la misma normalidad hasta ahora. SIPA VISIÓN, investiga por su parte un chivatazo que han recibido desde algunos diputados de Tradición que prefieren seguir manteniendo su anonimato sobre un vacío legal creado por el señor Merediz. “Esto lo cambia todo, es muy tocho ¿eh?”. No importa. Ya están en directo en sala Europa. El escándalo es inaudito. “Esta misma tarde se tomarán las medidas pertinentes contra el ponente y diputado”. ¿Cuáles son las medidas? La apertura de una comisión de investigación contra esta prevaricación. “Yo no me arrepiento de nada y se lo debo todo a ellos”, señala a sus compañeros de comisión de Progres que en ningún momento confirmaron las acusaciones.
Se desvisten de su papel de diputado para pasar a abanderarse de su ideología propia con la que preguntaran sin reparo alguno al senador, por designación autonómica, de Vox. “¿Ese no es Santiago Abascal?” Se escucha a algunos murmurar. Pues no, es Jacobo González-Robatto. El senador se deja poner en el punto de mira de los diputados y responde a sus preguntas sobre los medios de comunicación, educación, colectivo LGTB o feminismo. “Es que sabía que me lo ibais a preguntar”, dice entre risas y manteniendo un tono cercano con los simulados. Con la mirada se da cuenta del potencial crítico de la sala. “Me gustaría haceros algunas recomendaciones de lecturas …”. Todo para que lean y se continúe la formación de este pensamiento que con sus números de diputados alzados están mostrando y desarrollando.
“¿Alguien tiene un Ibuprofeno?”. A estas alturas el “contrabando” de Lizipaina e Ibuprofeno es de los “mejores chanchullos”. Además, hay que estar frescos para el gran día. Sí, mañana toca ir a Sevilla y parece mentira que hace ¿día y medio? estuvieran jurando el cargo desde su escaño.
Dos autobuses con letreros luminosos aguardan en el aparcamiento del CEULAJ de Mollina a la espera de los diputados. “Diputados de la izquierda y diputados de la derecha”. Y algunos se preguntan: “¿Dónde va Renovación?”. Parece mentira que la creatividad se agote en tan poco tiempo, y cómo hay veteranos que siguen riéndose después de haber escuchado tras tantas SIPA la misma broma.
Este viaje en bus viene como agua de mayo. Es la oportunidad perfecta para echar una cabezadita en las casi dos horas de viaje hasta Sevilla. Pero la peor de las pesadillas no serán en los sueños, sino el micrófono del autobús. Y si no que se lo digan a los diputados de izquierda que vieron su viaje amenizado por el mismísimo Matías Prats, o mejor dicho Alejandro Pena. O el autobús de la derecha con Epifanio de moderador, junto con los azafatos de vuelo terrestre, Myriam Bejarano y Guillermo Ramos.
DNI en la mano, los diputados pasan con respeto por el detector de metales pero, no os preocupéis, que este detector no entiende de nervios y no va a pitar por ello. El Palacio de San Telmo ya se está acostumbrando a recibir cada año a nuestros particulares diputados. En muchas ocasiones son casi un ejemplo de comportamiento para las sesiones plenarias de nuestros políticos de verdad. Y, para que parezca aún más de verdad, la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet, acompaña a los diputados durante la primera parte del pleno.
Todo hasta el momento aparenta ser un pleno normal, con sus momentos serios, y no tan serios. Protestas, llamadas al orden, golpes en las mesas. El clima perfecto para la expulsión. Los culpables, la bancada de Cambiemos que entre gritos y reivindicaciones parece haber olvidado las formas de la actividad parlamentaría. “Por favor, le pedimos a los servicios de la cámara que acompañen a la diputada Navas …”. Interrumpen el grupo morado el llamamiento del presidente de la cámara: “Franco no está muerto, está en el Parlamento”. Los diputados del partido mantienen las manos en alto y los brazos en cruz. Mientras, el resto de grupos aplauden. Aún no sabemos si es por apoyo a la expulsión o para intentar evitar la propia en sus grupos parlamentarios.
Las miradas ahora se depositan en los diferentes diputados que se levantan de su escaño para pronunciarse sobre distintos temas. 30 segundos. Segundos en los que educación, feminismo, inmigración, economía o agricultura son los valores de los que cada partido decide abanderarse y defender en nombre de todos los andaluces y andaluzas que desde sus casas pueden seguir la actividad.
“Este es Pepe” se escucha de repente desde un escaño de Voz. Manuel Mora irrumpe en el hemiciclo con un guardia de seguridad del Parlamento. Incluso las ujieres se pusieron en alerta. ¿Qué está pasando? Diputados de Tradición de las bancadas más escondidas sacaron sus cabezas para poder ver la pomposa intervención. “Por eso tuvo que defenderse”. Al parecer cuenta la historia de un atraco. Con las manos arriba vistas con anterioridad en algunos diputados de Cambiemos, eso no se descarta. Pero, centrémonos en la defensa de las armas en casa. Porque sí, toda la reivindicación por parte del diputado Mora sobre la vidad de Pepe era por y para la defensa de las armas.
Un piloto azul parpadea junto a unos botones de colores. Toca votar por la actuación del gobierno. Las leyes ya se han debatido. Los escándalos están en proceso de investigación. Los diputados ya han tenido voz. Ahora tienen su voto. Las pantallas que hasta ahora mostraban a los diputados en sus intervenciones, ahora muestran el hemiciclo. La mayoría aparece en rojo. “¿Y qué estamos votando?”, se escucha un fino hilo de voz desde un escaño casi ilocalizable. “Al Gobierno. Estamos votando al Gobierno”.
Resultados sobre la mesa, pero no da tiempo ni a celebraciones ni a penas. Ahora toca el momento favorito de todos. Fotos. “Yo quiero con las banderas”, “¿Me haces una desde el escaño?”, “No, repite que no salgo bien”. Parece que para los simulados el postureo nunca es suficiente. Más sabiendo que tras salir por esa puerta ya no volverán a tener la oportunidad, y habrá acabado esta experiencia.
Con los estómagos llenos y después de un par de ronquidos, más de una que otra foto a traición y declaraciones comprometidas en la segunda parte de la gossip box virtual… ya estamos de vuelta en Mollina. Todos los diputados se aglutinan en la puerta de sala Europa mirando a la pared. ¿Qué hay pegado? Son unos folios donde se detallan los talleres y sus participantes. “¡Ah! Esto es lo del formulario!”. Sí, efectivamente. Y este año las salas se dividen en: Comunicación y Discurso (Ismael Sánchez), Gestión de Equipo (Jesús Ramos), Entrevista de Trabajo (Guillermo Bermúdez) y Liderazgo (Miguel Ángel Ruiz). Muchos de los talleres no se quedaron aquí, y siguieron durante la cena. Mucho que aprender, y sobre todo mucho por reflexionar.
Para muchos la reflexión nocturna los ha derivado en un dolor de cabeza que no les ha permitido levantarse a por el desayuno. El Museo Mamá Juana requiere de mucha concentración. Aunque mayor es la concentración requerida esta misma mañana. Las cartulinas relucen en sus colores de aprobación, abstención y denegación. Toca aprobar las leyes debatidas. Pero antes un breve resumen por parte de portavoces de comisión para hacer un poco de memoria de cómo ha sido el resultado final. Algunas han acabado pareciendo una Frankestein legislativo, pero al final lo que cuenta es que en mayor o menor medida todos los aquí presentes lucen una sonrisa al ser conscientes de que sus propuestas se han tenido en cuenta. “Se aprueba la ley”. Esto es un antes y un después. Se ha acabado. Es hora de colgar el traje de simulado. Adiós a la seriedad, que pocas veces estuve – pero que al menos hubo -. Ahora, toca idear desde los valores propio las tan esperadas Proposiciones No de Ley. Esa oportunidad que se deja, y que a veces se arrepienten de dejar, para que puedan expresar su ideología. No tanto por esta, sino por la falta de filtro que genera este ambiente de juego y confianza. Eso sí, las risas siempre están aseguradas.
Dos diputados salen comiéndose los nervios, de las ganas de que llegase este momento. A alguno parece que la comida del CEULAJ no le es suficiente y por ello abogan por una apertura extra del comedor a las cinco de la madrugada. Ahora ya no es tanto un “Todo por la patria”, sino más bien un “Todo por la comida”. Si no que se lo digan a los diputados Ramos y Cascos.
Y si de comida hablamos, no podemos más que, como buenos andaluces que aceptan a foráneos de Despeñaperros pa’ arriba, alabar la gastronomía andaluza, o más bien a toda Andalucía entera, tal y como el diputado Heráclito quiere lograr con su PNL.
Que por alabar no quede, para el diputado Ripoll, la tauromaquia. “Ni el torero mata al toro, ni el toro mata al torero. Los dos se juegan su vida a un mismo azaroso juego”. La defiende a toda costa como un arte. Se sembró en su día la polémica y se vuelve a sembrar. Ahora suben al atril los diputados Epifanio y Merediz. Sí, han leído bien, quienes se han estado tirando shade durante todas las sesiones plenarias se juntan para hacer una compañía de viajes. Que sí, que sí, que habéis vuelto a leer bien. Y es que nuestros diputados están muy preocupados por amenizar los viajes de sus compañeros en los autobuses de la SIPA.
No solo los viajes son algo que atormenta a nuestros diputados, también los refugiados, aquellos que por alguna u otra razón quedan a merced de las frías noches en el CEULAJ porque no pueden acceder a sus habitaciones. Y en todo esto ha pensado el diputado Hernández.
Para llegar a ser tan solidarios y pensar en las necesidades de los demás hace falta tener muy buena educación, eso lo sabe el diputado Duarte, quien ha presentado una PNL sobre el tema. “Está desactualizada y la educación es la raíz de toda la sociedad”. No se le puede quitar razón, quizá por eso fue aprobada por una inmensa mayoría.
Un mar de cartulinas de colores se funde entre las manos alzadas de los diputados. Algunos usan los dedos como indicativo de voto porque a esta altura ya no saben ni donde han metido esas cartulinas. Todo era más sencillo con los botones en el Parlamento. “Queda aprobada la última PNL, se levanta la sesión”. Ninguno de los aquí presentes es consciente de lo que esto significa. Solo queda la reunión por partidos y evaluar la experiencia con los compañeros de escaños y grupo parlamentario. Ya todo ha acabado. Y la máxima preocupación de los simulados ahora mismo es prepararse para la cena de gala.
“Yo con vosotros”, “No hay hueco”, “¿Queréis esa mesa?”. Las conversaciones esas que solo surgen “porque sí”. Los bailes improvisados. Las fotos de familia. Más música y muchas risas. Pero como siempre hay cosas que mejor se guarden en la memoria de aquellos capaces de recordar lo sucedido en esa noche. A otros los recuerdos les afloran en forma de sonrisa.
A la mañana siguiente, todos los módulos del CEULAJ duermen. O, mejor dicho, los simulados. Todos se resisten a lo inevitable. El crono va cuenta atrás y no es por las intervenciones de los exdiputados.
“¿Quién quiere empezar?”. Todos los presentes se miran. Sala Europa ha dejado de ser un hemiciclo, ahora es solo una sala con personas. Personas con una gran sonrisa en la cara y en estado de “lágrima fácil”. No hay nadie que se lance a hablar. Todo el mundo sabe lo que significa. La experiencia más esperada del año para los andaluces debatientes y para otros foráneos se está acabando, porque aún no se ha llegado a la aceptación de un final inminente. Y las reflexiones finales no ayudan demasiado.
“Para mí, esta SIPA ha sido …”. Qué curioso resulta ver cómo todos los aquí presentes empiezan de la misma manera, pero lo viven de diferente forma. Entre lágrimas se agradecen amistades. Entre lágrimas se agradecen oportunidades. Entre lágrimas solo caen más lágrimas.
El presidente de Cánovas Fundación, Joaquín Ramírez, lanza una mirada general a la sala. Él ha estado siguiendo desde cerca la simulación, y aunque no ha estado en la actividad plenaria es capaz de sentir los nudos en la garganta de cada simulado que se levanta con solo palabras de agradecimiento.
No todo van a ser lágrimas. Este no es solo momento de despedida, también es momento de premiar. Premiar a aquellos diputados que han destacado durante esta simulación, por su trabajo y entrega. Aunque no excluye las lágrimas durante la entrega. En este caso:
– Mejor diputado: Álvaro Aleñá
– Mejor orador: Antonio de la Cruz
– Mejor proyecto de ley: Miguel Merediz
– Mejor Proposición No de Ley (PNL): Rafael Heraclio
– Diputado revelación: Manuel Mora de Alvear
Algún diploma tiembla. Es normal. El ambiente respira emoción. Todo queda clausurado. Ya no queda nada. O, mejor dicho, ahora se queda todo. Se queda todo en el recuerdo de muchos. Muchos que ahora vuelven a casa con sus maletas llenas, tanto que no cierran. No por la ropa metida a presión por la prisa de que el bus se va, sino por las experiencias. Las amistades no se cierran. Las bromas no se cierran. Todo se resiste a quedarse guardado. Esta SIPA no han sido solo estos cinco días. Esta SIPA XV seguirá con todos, al menos hasta la próxima. Pero hasta entonces, la SIPA continuará siendo esa maleta que nunca cierra.