Durante la última década, las redes sociales han transformado significativamente la sociedad contemporánea y la interacción humana. Sin embargo, la conciencia de los usuarios sobre el profundo y multifacético impacto de estas plataformas en la vida cotidiana es, en muchos casos, insuficiente. En este artículo, se examinará críticamente el impacto de las redes sociales en diversos aspectos de nuestras vidas y se abordarán las implicaciones tanto a nivel individual como social.
Vamos a plantear un tema que a priori puede suscitar un debate complejo, debido a la seriedad e importancia de este concepto. “Socialización” ,“Información”,“Entretenimiento”, son algunas de las palabras que hacen referencia a las utilidades de las redes sociales, pero, ¿Son estas las más correctas? Debemos ser conscientes, de la gran repercusión que tienen en la sociedad, dado que se han integrado en nuestro proceder en todos los ámbitos de la vida, personales y profesionales, y son utilizadas a nivel masivo y global, la mayoría de veces, con mucha desinformación e insensatez.
Uno de los aspectos mas prominentes y preocupantes es el impacto en la salud mental. Las redes sociales, al promover la comparación constante y la búsqueda de validación en forma de «me gusta» y comentarios, han sido asociadas con un aumento de la ansiedad, la depresión y la disminución de la autoestima. La representación idealizada de las vidas de otros puede llevar a una percepción distorsionada de la realidad y a un deterioro del bienestar psicológico. Además, el ciberacoso y la exposición a contenido perjudicial pueden agravar aún más estos problemas, especialmente en niños y jóvenes, los más vulnerables. Educadoras como nosotras, se enfrentan al desafío de abordar estos problemas tanto dentro como fuera del aula, consecuentemente, la necesidad de educar a los estudiantes sobre el uso responsable de las redes sociales y la promoción de la empatía y el respeto en línea se ha convertido en una prioridad en la educación primaria.
Sin darnos cuenta, las redes sociales también influyen en nuestro comportamiento y forma de pensar. Si indagamos sobre el tema, podemos descubrir los múltiples testimonios de trabajadores de diversas plataformas como google, gmail, facebook… que, entre otras cosas, nos advierten de la manipulación y segmentación de contenido que ejerce la inteligencia artificial, el algoritmo y las redes sociales sobre nosotros, debido al estudio y análisis profundo que realizan sobre nuestra persona, afectando gravemente a nivel ideológico, debido al sesgo informativo, polarización política y la creación de burbujas informativas, llevando al usuario a la formación de comunidades aisladas y a la falta de entendimiento entre diferentes grupos, impulsando de manera alarmante la socavación de la cohesión social y la capacidad colectiva para abordar problemas complejos.
Sin embargo, es fundamental reconocer que respecto a las redes sociales, no todo es perjudicial, estas nos proporcionan grandes beneficios, como son la comunicación global,; búsqueda de empleo; información; herramientas para realizar de forma flexible y cómoda diferentes actividades, también pueden ser un instrumento poderoso para el activismo y la concienciación social, facilitando la organización de movimientos sociales y permitiendo que voces marginadas tengan un alcance global. Siendo estas plataformas vitales para la difusión de información relevante y la promoción de causas justas, además de su utilización para la búsqueda de información y empleo, comunicación en línea, socialización…
En última instancia, es imperativo que los individuos se vuelvan más conscientes del impacto de las redes sociales en sus vidas, implicando un mayor grado de educación y pensamiento crítico sobre su uso, convirtiéndolos en usuarios informados y que aboguen por prácticas éticas y regulaciones adecuadas en el ámbito digital.