UFV, cuando la experiencia es sinónimo de renovación

Hay que remontarse 20 años, cuando la oratoria quedaba reservada a una asignatura obligatoria dentro del grado. Comillas, UCM y UFV fueron las pioneras en una época donde el debate miraba con recelo a la oratoria a la espera de que alguien o alguna organización apostara por esta actividad.
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Hay que remontarse 20 años, cuando la oratoria quedaba reservada a una asignatura obligatoria dentro del grado. Comillas, UCM y UFV fueron las pioneras en una época donde el debate miraba con recelo a la oratoria a la espera de que alguien o alguna organización apostara por esta actividad. Aunque no hizo falta mucho, sólo un grupo de alumnos que pedían más y fueron en busca de un maestro. El afán por aprender embarcó a esta sociedad en un camino que le ha llevado a ser uno de los pioneros en este mundo: la Sociedad de Debates de la Universidad Francisco de Vitoria.

No resulta fácil ser una sociedad con tanta trayectoria, más cuando se trata de un mundo como debate donde cada día aparecen más y más proyectos jóvenes que llegan para quedarse. Aunque realmente supone una virtud. Una virtud en clave de renovación. Desde la organización son plenamente conscientes, cada vez son más creativos y las expectativas de mejora siempre van encaminadas a la actualización. Desde formaciones con métodos novedosos, hasta trabajar con otros modelos de debate, pasando por más horas o mayor participación. Pero todas estas miras no serían posibles sin lo que llaman ese “espíritu de la casa”. Las ganas de formar y acompañar con el debate como medio y no como fin son la bandera de este buque antiguo que navega con la tecnología punta. Es más, cuando hablan de la proyección de futuro lo tienen claro “¿Quién sabe?”, lo que significa que la iniciativa y la ilusión siguen estando como el primer día.

“No es tan importante el inicio sino el futuro de la sociedad”, asegura Álvaro Reyes, veterano de la asociación. Él se aventuró en este mundo del debate a ciegas y guiado por la curiosidad, ya que fue llegar a la universidad y simplemente se apuntó. No pudo imaginar que ese gesto acabaría algún día siendo el primer paso para entrar a esta familia. “Sé que es un concepto muy utilizado en este tipo de respuestas, pero es que, a mi modo de ver, encaja perfectamente con el espíritu de la Sociedad de Debates de la UFV. Existe un orden jerárquico en el que hay unos padres, Cris y Jorge, que ya son padres reales, y luego estamos el resto de las personas que son los hijos”. 

Pero este sentimiento de familia se crea. Todos entraron por un motivo diferente, pero acabaron quedándose. Para esta sociedad los valores son algo muy importante que inculcar por medio del debate. La búsqueda de la verdad, pensamiento crítico, espíritu empático, trabajo en equipo y destreza dialéctica y lógica. Todas estas habilidades consiguen ayudar a sacar la mejor versión de los que participan de él y les ayuda a salir de su zona de confort.

Todo ello se puede resumir en el concepto de sociedad. Javier Abellán prefiere sociedad antes que club. Él entró buscando algo que no le quitara mucho tiempo en la carrera, aunque ya había tenido algo de contacto en el instituto…No estaba preparado para lo que se le venía. “Poca gente en su sano juicio se hubiese quedado después de ver a gente gritándose sobre si el rojo de Papá Noel es una campaña publicitaria de Coca Cola, pero a mí me pareció entrañable. Y hasta el día de hoy, no me arrepiento de haberme quedado”.

Suerte que se quedó, sino Carlota Monedero no podría destacarle como su figura más admirada. Ella entró al mundo del debate como amante de la palabra y se quedó como amante de su sociedad. “Lo que más recuerdo de esos primeros años no son los torneos en los que participé, sino los amigos que hice, las tardes en el despacho, los viajes que hicimos y los buenos momentos que pasamos juntos”. Ella lo recuerda con ese sentimiento que te hace achinar los ojos.

Pero es normal, porque cuando el debate pasa a llamarse recuerdos a todos se les viene lo mismo a la cabeza: Salamanca. Cada año, como actividad de integración, las personas novatas y veteranas de la sociedad realizan un viaje de un fin de semana a Salamanca, donde se hacen dinámicas de debate, juegos por la ciudad y, de paso, un poco de turismo. Al igual que Carlota, Aarón Hoffman recuerda con especial cariño su primera vez.

Aarón es uno de los veteranos, pero de esos de los que parece tocar despedirse, en la sociedad de debate esperan que Oxford no le haga olvidar su tiempo como debatiente. Lleva activo muchos años y ha participado de las formaciones. Él entró de oídas, porque su hermano conocía el mundillo, y acabó aportando mucho. Pero para él, es mucho más de lo que ha aportado. Él es resultado de lo que le ha aportado la sociedad. Desde gestionar la frustración, hasta la diferencia entre tener excelentes resultados y no tenerlos, “en la mayoría de los casos, era cuestión de horas dedicadas”. Pero una de las cosas que destaca es “la forma en la que te prepara para el mundo real”. Esto asegura que la experiencia sea lo más verosímil y que aporte una serie de aptitudes y habilidades aplicables al mundo exterior.

Y aunque a veces en este mundo exterior sea muy difícil encajar, en la Sociedad de Debates de la UFV no sucede lo mismo. Más allá del viaje a Salamanca, se tratan de un grupo de personas implicadas en la integración. Organizan jornadas de integración a principio de curso, procuran el acercamiento entre novatos y veteranos, se reúnen juntos para comer después de las formaciones para comer juntos, también hacen algunas actividades al aire libre, … 

No todo pueden ser formaciones, aunque sea una de las características mejor valoradas por su exhaustividad y profundidad. Existen dos niveles de debate, y en algunos momentos del año hasta tres. El de novatos, trabajan el debate académico y otros elementos de retórica y comunicación persuasiva. Aquí las formaciones las imparte Jorge Whyte. Un nombre casi indispensable cuando se unen admiración y gratitud en el discurso de los que conforman la UFV, también por la cercanía en calidad de coordinador del alumnado.

En el nivel de veteranos, al inicio de año, también se divide en dos: los de primer curso y el resto. En este nivel se trabaja con el modelo BP a nivel formativo, aunque seguimos participando en el modelo académico. Las formaciones iniciales, así como la relación de temas, talleres, etcétera las imparte Cristina Guerrero, coordinadora académica, el resto de las formaciones más específicas al grupo de veteranos las imparten entre los propios alumnos, siempre con conversación previa con la formadora. 

Jorge y Cristina parecen ser el tándem perfecto. Muchos los ven como figuras que admirar por su entrega, trabajo y disposición. Y, en parte, ellos son los que aportan también cierta estabilidad a esta sociedad de debates que la diferencia del tipo de organización del resto de clubes.

En cuanto al resto la organización cuenta con Javier Mula como director. Él es el que mantiene la esencia de los comicios. Y, por el contrario, también se asegura la presencia de becarios y la participación del alumnado que integra la sociedad. Una parte fundamental, porque, aunque las decisiones se toman entre la dirección y coordinación, siempre se trasladan y matizan en relación con los intereses y la opinión del alumnado.

En este sentido, los veteranos tienen un papel fundamental en las formaciones y otros proyectos organizados como torneos o las actividades de integración. Actualmente cuentan con 45 alumnos que pese a las circunstancias sanitarias han disfrutado de las formaciones y han conseguido crear recuerdos tan buenos como los de antes de la pandemia. Pero esto no queda aquí. Colaboran en la organización del Torneo Intermunicipal de Debate Escolar, que lleva IX ediciones y en el que han participado un total de 350 centros educativos públicos, privados y concertados de la Comunidad de Madrid.

La Sociedad de Debates de la UFV tiene muchas actividades, organiza torneos, se incluye en muchos proyectos, pero lo que más dice de ella son las personas que se encargan de mantener vivo el debate. Son esa Laura que se le viene a la cabeza a Aarón cuando le preguntas por alguien a quien admiras, o Yolanda para los que consiguieron pillarla por antigüedad. Javier Abellán que sale como pensamiento automático de las palabras de Carlota Monedero (cosa que es recíproca) o Aarón que no solo nombra sino es nombrado. Todos representan algo para cada uno. Un modelo de admiración, esfuerzo, trabajo, entrega, … 

Todo esto les ha llevado a ser la sociedad que son, una sociedad con experiencia y trayectoria que sigue renovándose día a día para forjar un futuro aún más prometedor. 

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