Estoy a una crónica de mis vacaciones. Es solo una crónica, y me pican los ojos y me llama la cama, pero una vez que termine, será oficialmente época de comer polvorones y jugar al bingo. Ahora vamos a lo que vamos: el torneo.
Cogí, por última vez este año, un autobús dirección a Madrid, otra vez más. La diferencia es que en esta ocasión, no iba a ver a mis oradores de siempre, de las universidades de siempre, con los mismos equipos y parejas de siempre… No. Esta vez iba a ver a las pequeñas máquinas refutadoras que se van gestando por escolar. Y me hace una ilusión especial ver como niños de estas edades hablan y argumentan a este nivel y viven el mundillo con esa inocencia y felicidad. Me recuerdan a mí a principio de año, cuando tenía la libreta de contactos vacía y la cartera llena…
Al llegar al Colegio Montpellier, dónde se celebraba el torneo, me encontré con una cantidad inusual de niños. Contaba unos 50, 60… No, 80 niños. Eran 20 equipos, que se dice pronto. Yo me mezcle, haciéndome el interesante mientras miraba mi carpeta como si fuese de organización, y hablando con uno de los staff que estaban por allí pude saber que venían equipos de los centros: I.E.S. Garcilaso de la Vega, Colegio Sagrado Corazón de Jesús; Esclavas Chamberí, Nuestra Señora del Buen Consejo – Madrid, Colegio Internacional SEK-Alborán, Colegio Hispano Inglés de Las Palmas, Colegio Brains, Colegio San Felipe Neri, Colegio Esclavas A Coruña, Maristas Alicante, Colegio San Estanislao de Kostka 1 y 2, Colegio PHOENIX, Colegio Novaschool Añoreta, Colegio Madre Asunción, Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, CEU San Pablo Sanchinarro, Colegio SEK Ciudalcampo, IES José García Nieto y, por supuesto Montpellier 1 y 2.
¿Los tenéis todos? Fantástico, acabáis de vivir los 15 minutos que yo me quedé copiando los nombres de los equipos. Ahora vamos con la pregunta, que no es para poco: ¿Debería cambiarse el actual sistema de pensiones español basado en el método de reparto por uno de capitalización?
Ahora quiero que paréis un momento. Volved a mirar la pregunta. Había chicos y chicas de 14 y 15 años debatiendo sobre las ventajas del método del reparto del dinero público en cuanto al sistema de pensiones. Y lo mejor es que estaban haciéndolo con un nivelazo impresionante.
¿Oís eso? Es el mundillo universitario temblando…
Fuera de la broma y dicho esto, el torneo tuvo un desarrollo sencillo (pero no por ello menos interesante, creedme). Hubo 4 rondas clasificatorias. El primer día (viernes 14) se celebraron las tres primeras y el segundo (sabado 15) la que quedaba. Podría deciros que fueron las típicas rondas eliminatorias en las que nunca hay nada que contar, pero si que pasó alguna cosilla.
Uno de los equipos que competía traía en su postura a favor un exordio en el que rompían una hucha. Comenzaron las teorías y los chismes. La más discutida entre los jueces era que habían comprado una hucha para cada posible debate al que se enfrentasen. Una cosa está clara: con lo que se gastaron en huchas les daba para un plan de pensiones.
Tras las rondas clasificatorias se dieron los resultados, y justo después, entre sonrisas y lágrimas, se organizó un desayuno para todos los participantes en el comedor. Un poco más tarde comenzó la ronda de cuartos, y después semis, y por supuesto, la fantasía no acabó aquí.
Uno de los equipos de escolar que acostumbra a traer siempre a todos los torneos un Jenga (el juego de hacer una torre con listones de madera e ir quitándolos sin la torre se caiga), como era de esperar, trajo un Jenga como exordio. Como no había pasado hasta ahora, y como habría escrito Gabriel García Márquez, se le cayó la torrecita en mitad del exordio en la introducción. No se sabe si por suerte o por casualidad, el equipo contrario llevaba una escoba como exordio, y algún juez, mostrando un gran sentido del humor, sugirió al debatiente utilizarla para «barrer» su exordio.
Después de una breve pero apasionante sesión de limpieza, solo quedaban dos equipos que pasaron a la final: SEK Málaga 2 y SEK Ciudalcampo. Os aseguro que la final fue digna de ve, porque los dos equipos parecían sacados de otro mundo, pero por supuesto, solo podía ganar uno. Y para que veáis tanto los resultados como los premios individuales, os dejo aquí la tabla en la que se muestran cada una de las posiciones después de acabar el torneo:
Esto es todo por este año, así que… *chiste de cuñado en 3,2,1…* ¡Nos vemos el año que viene!
