Sabía que me la estaba jugando al entrar a ese despacho. Al fin y al cabo era mi director, y me sabía mal traicionar su confianza, pero siendo maquiavélico, el fin justificaba los medios. Aparté esas ideas de culpa de mi cabeza y cogí el móvil de Pablo. Clave del Twitter de la Escuela de Debate y clave del Instagram de la Fundación… Ya era oficial, tenía el control de las redes de Cánovas. Y tened por seguro que las iba a usar…
Por la mañana del viernes 9 de noviembre estaba tirado en una de las mesas de la Facultad de Periodismo. Había tenido que desdoblarme como tantas otras veces. Ya está empezando a preocuparme que uno de estos días cuando me separe no voy a poder volver a juntarme y ese desdoble se va a convertir en un clon malvado… ¿Cuántas horas llevo despierto? Me está empezando a preocupar mi estado de salud. Debería descansar más.
Volviendo a lo importante, cogí el coche y me planté delante del Colegio San Estanislao de Kotska de Málaga. Ya había por allí un montonazo de equipos sentados charlando así que yo aproveché para colarme rápidamente como generalmente hago en los torneos. Aunque me sorprendieron, porque estaba en la puerta el señor Ale Pena esperándome, con una acreditación para mí. Me descolocó, pero uní los cables. Pablo lo sabía.
Ahora la pregunta era, si sabía que había tomado prestadas las claves… ¿por qué no me había frenado? O confiaba mucho en mí, o había algún interés que yo no estaba viendo. En realidad daba igual, estaba allí, tenía el control e iba a hacer una crónica fantástica.
A ver, como sigo… La pregunta, sí. ¿Debe dejar de venderse material bélico a regímenes no democráticos? Frente a ella se encontraban 20 equipos, que venían de los clubes: Safa 1 y 2, Comillas, UCO 1 y 2, URJC 1 y 2, Dilema, GAD-UAB, UAM, CDU 1 y 2, UJA 1 y 2, SDUS 1 y 2, Loyola 1 y 2 y Cánovas-UMA 1, 2 y 3.La verdad es que todos tenían pinta de ser bastante simpáticos en la entrada, pero como había entrado con las prisas no me había dado tiempo a parar siquiera.
Nada más subir fui testigo de la maquinaria que funcionaba por dentro del torneo. Había staff corriendo de un sitio a otro, organización hablando de forma agresiva al micro en la solapa de la chaqueta mientras corrían detrás del staff que iba a la sala que no era, y estaba yo parado en mitad del pasillo atónito a todo lo que pasaba a mi alrededor.
En una de sus muchas carreras, Cristina Negro me vio parado, me puso unos papeles en las manos y me dijo que los fuese colocando por las salas. Para cuando quería decir que no era un staff, ella ya estaba lejos, así que pensé: «bueno, si de todas formas no tengo nada que hacer». Así empecé poniendo un par de reglamentos y acabe ayudando a llevar el agua para los debatientes.
Cuando por fin habíamos terminado de organizar todo, yo ya estaba molido. Ahora es cuando llegaban los participantes y yo empezaba a trabajar. Creedme, si me diesen un euro por cada vez que pienso que me meto en líos que no me merecen la pena, ahora mismo sería rico. El caso es que al menos no estaba solo, sino que tenía un equipo de otros tres fotógrafos. Nos organizamos para que en principio todo el mundo tuviese su foto, porque se como es ir a un torneo y ver que el cámara ha pasado de hacerte fotos por algún motivo.
Las primeras rondas fueron una pasada, no solo porque el nivel era altísimo (que lo era) sino porque se empezó a generar un ambiente de compañerismo incluso entre clubes que no tenían absolutamente nada que ver. Los coffe-break servían para algo más que arrasar con los cruasanes rellenos de chocolate (a los que un servidor no se puede resistir). Ahora era una oportunidad para conocer a la gente contra la que acababas de debatir.
Para mí, de todas formas, fue un poco estresante porque estaba haciendo apuntes de las anécdotas del torneo, pensando en chistes y subiéndolos a Insta, poniendo tuits de forma constante y haciendo fotos de todos los debatientes. La cosa para mí estaba fea, pero el trabajo estaba quedando de lujo.
Aun así siempre había algún momento para parar y reirse. En uno de los debates, uno de los oradores de GAD-UAB sufrió un pinzamiento en la espalda, y al no poder moverse, parecía que no iba a poder debatir. Sin embargo, la organización rauda y veloz, buscó una silla con ruedas, para hacer, bueno, de silla de ruedas.
Las rondas siguieron avanzando sobre ruedas (ya paro) hasta que acabó la fase de grupos, y llegaron los cuartos. Que no las campanadas, los cuartos. La sala se encendió cuando vieron los enfrentamientos. Los tres Cánovas y Comillas pasaron en lo más alto de la lista, seguidos por los dos equipos de SDUS, el equipo GAD-UAB y el equipo de la UAM.
Las semifinales la encendieron aún más, cuando los enfrentamientos que se daban eran Cánovas-UMA 3 contra Cánovas-UMA 1 y Comillas contra Cánovas-UMA 2. En la primera, el tongo estaba clarísimo. Iba a ganar Cánovas.En la segunda ya no lo tenía tan claro. Pero para eso estaba la resolución, que dieron en el Museo del Colegio SEK, dónde se iba a celebrar el debate.
La gran final se anunció, y contra todo pronóstico el enfrentamiento sería Cánovas-UMA 3 contra Comillas. Y digo contra todo pronóstico porque era un equipo de «novatos» que había estado batallando desde la primera ronda.
La final fue una pasada. Y no lo digo solo por el nivel de los oradores, que también, sino porque durante todo el debate hubo una actitud de cuestionamiento desde el respeto y una limpieza en la argumentación envidiable, cosa que toda la sala, y yo en especial, agradecimos tremendamente.
Por supuesto, uno de los dos equipos tenía que sobreponerse y hacerse con la victoria. Y tras este gran debate, el equipo vencedor fue: CÁNOVAS-UMA 3.
Puede que en parte viviese el torneo de forma diferente porque esta vez tuve la oportunidad de empaparme y tocar el suelo más ya que me pasé el día charlando con los oradores y disfrutando del ambiente.
Por último, creo que es importante remarcar que el equipo ideal fue:
– Intro: Fiorenza Lannicelli (Comillas)
– Refu: David Bailón (Comillas)
– Contrarrefu: Juan Pablo García (Cánovas-UMA 2)
– Conclu: Santiago Santaella (Cánovas UMA 3)
– Mejor orador: Antonio de la Cruz (Cánovas-UMA 1)
Esto es todo por esta semana, espero que hayáis disfrutado con el número y ¡nos vemos la semana que viene!