Ignacio, antes de empezar, muchas gracias por estar hoy aquí con nosotros. ¿Qué te parece si empiezas contándonos un poco quién eres?
Lo primero, gracias a vosotros por este espacio que nos dais también para poder expresarnos los debatientes, porque más allá de la entrevista en medio de comunicación, ElDebatiente es una voz muy importante en el mundo del debate.
Sobre quién es Ignacio Blanco, desde el lado personal os responderé que soy una persona sociable, amigo de sus amigos y a la que le gusta disfrutar de las cosas que hace más que del rédito que puede sacar a nivel académico y laboral. Ese es siempre mi primer objetivo en las cosas que hago. Y luego, si me preguntáis en lo académico, soy estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Carlos III. Te diría que soy periodista en acto, pero sobre todo creo que lo soy en potencia. Actualmente trabajo en el periódico 20 Minutos, pero creo que todavía estoy aprendiendo mucho y la oratoria me ayuda mucho a poder desarrollarme como periodista. Diría que las palabras “periodismo” y “oratoria” y, en tercer lugar, “política” son las que más resumen los intereses que tengo.
¿Y cómo entraste al mundo del debate?
Fue en segundo de la ESO, cuando participé en el Torneo Escolar de las Rozas, que es el municipio de donde vengo. Un profesor me escogió para formar equipo junto a otros compañeros y a partir de ahí empecé con el debate académico. Más tarde, en bachillerato, pude formar a varios equipos de la ESO. Cuando llegué a la universidad, fue el culmen: empecé a experimentar el debate en estado puro, a conocer gente de verdad, a disfrutar del debate de una forma plena. Esos son mis inicios.
Como comentabas al principio, eres estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual, y lo cierto es que no hay muchos perfiles como el tuyo dentro del circuito. ¿Qué relación de simbiosis has encontrado entre el periodismo y el debate? ¿Qué te ha aportado el debate como periodista y qué te han aportado tus estudios en periodismo al hacer debate?
Lo cierto es que mi interés por la oratoria llegó antes que mi interés por el periodismo, pero mi interés por el periodismo se ha visto potenciado claramente por la oratoria. Probablemente, si no hubiese descubierto el debate, yo no me dedicaría a lo que me dedico, no habría estudiado lo que estudio y no tendría ni un cuarto de la ambición y la pasión que me aporta el periodismo. Por la otra parte, la de lo que me aporta el periodismo al debate, principalmente es estar muy informado siempre, que es algo que siempre te va a ayudar mucho a poder hacer mejores debates y a poder tener mayor bagaje detrás. Con respecto a la forma, el periodismo y la oratoria tienen que ir siempre de la mano.
Y el apunte que has hecho me parece muy interesante. ¿Por qué no suele haber muchos perfiles de periodismo en debate? A mí es algo que me llama mucho la atención. Yo invito a todos los que quieran ser periodistas a lanzarse al debate porque, por experiencia, tanto por mi compañera Adriana Lado, que estudia Periodismo también, como por la mía, se ha visto que quienes hacen debate destacan después más en esta profesión.
¡A ver si conseguimos enganchar a más de los nuestros! Ja, ja, ja.
Algo que a los debatientes novatos les suele inquietar es el encontrar información en fuentes fiables, algo con lo que tú estás bastante familiarizado por tu profesión. ¿Qué consejos les podrías dar con respecto a este tema a los que están empezando ahora?
Primero les diría que lean absolutamente todo lo que encuentren sobre el tema. No pueden quedarse únicamente con una información, porque cuanto más plural es la información que lees, más facilidad tienes a la hora de detectar cuáles son más veraces y cuáles no. Lo segundo: que por supuesto, sean fuentes fiables. Yo mismo hago y leo titulares, y no siempre recogen la información como el debate la exige. ¿Por qué? Porque el debate exige una extensión de la información, una profundidad, y es cierto que el periodismo, a veces, por su propia constitución se limita a contar de forma rápida y corta algunos temas. Y por supuesto, variedad.
Bueno, hablando ahora un poco más de ti puramente como debatiente, ¿qué cambiarías del mundo del debate en la actualidad?
Creo que el circuito de la liga española de debate universitario, tal y como está conformado, es infinitamente mejor a cómo lo estaba antes, pero estoy convencido de que en el futuro, va a ser mucho mejor. Por lo tanto, me parece que hay cosas que son muy mejorables, pero que somos nosotros, los actuales debatientes, quienes tenemos en nuestra mano que ese futuro se vaya a dar. Estoy muy convencido de que, viendo el entusiasmo que tienen todos los jóvenes, incluido yo, incluidos mis compañeros de la Carlos III, el circuito de debate va a acabar siendo algo mucho más extendido, tanto en calidad como también en cantidad.
¡Muy de acuerdo! Hay mucho potencial en este país.
Algo fundamental y especialmente característico del debate académico es que se hace en equipo. Para nuestros oradores más novatos, ¿cuál les dirías que es la clave para que un equipo funcione?
El primer matiz que quiero hacer es que no hay debate sin trabajo en equipo y, de hecho, no hay diversión sin trabajo en equipo. Este detalle, que lo cuiden mucho.
Yo diría que lo primero para tener un buen trabajo en equipo es la sinceridad y el ir desarrollando confianza. El debate exige mucho tiempo juntos y exige que ese tiempo sea muy eficiente. Como más eficiente va a ser ese tiempo es siendo muy honestos, muy sinceros y, obviamente, siendo muy respetuosos, porque no siempre tu compañero de debate va a ser respetuoso con tus opiniones o respetuoso contigo, pero es una lección que todos deberíamos aprender: a respetar las opiniones de los demás, tanto como las nuestras. Así que, sobre todo, es confianza, sinceridad y respeto.
Te hemos visto debatir recientemente por distintos puntos del mapa nacional. Queríamos preguntarte: ¿cuáles son tus próximos objetivos como debatiente durante este año que empieza?
Dudo mucho que este año vayáis a verme tanto como me habéis visto hasta ahora, porque hay que hacer hueco a otras personas, ya que este año la sociedad de debate ha crecido muchísimo en número de socios. Cuantos más somos, más nos tenemos que apartar los que ya llevamos debatiendo muchos años. Si bien es cierto que es mi último año de debate y lo quiero disfrutar y voy a estar también, mi objetivo es, poco a poco, ir dando ya mi último adiós.
Bueno, esperamos verte y que ElDebatiente esté ahí para contarlo. No queremos dejar pasar la oportunidad de hablar de lo que te ha aportado el debate a tu vida. Si lo dejaras hoy mismo, ¿con qué te quedas después de todos estos años que llevas en este mundillo?
Lo que más me llevo es a la gente. Me parece que he aprendido más de la gente de debate, que del debate en sí mismo. He tenido la suerte de estar rodeado de personas que han cambiado mi vida en la forma de hacerme ver las cosas, en la forma de entender la amistad y el compañerismo y, por supuesto, en la forma de crecer también como orador e incluso como periodista. Sin duda, lo que más me llevo es la gente que me acompaña.
Pues justo de personas va la última pregunta, con la que ya acabamos, que es prácticamente un clásico en ElDebatiente. ¿Quiénes consideras que son o han sido tus referentes en el mundo del debate?
Yo tengo cuatro claros referentes de los que no tengo ninguna duda, que se llaman Álvaro Pineda, Rocío Membrives, Víctor Ramos y Adriana Lado. Conformamos la junta del año pasado, cuando dimos un vuelco a la Sociedad de Debate de la Carlos III. La unión que he tenido con ellos no la he tenido con nadie en el mundo del debate. Me han enseñado, desde que empecé el primer torneo con Rocío, el segundo con Adriana y el tercero con Víctor, y ya más tarde con Álvaro Pineda, de una forma espectacular. También quiero hacer mención a Juan José Vélez, que me acompañó también en mis primeros torneos y de él he aprendido mucho también.
Pues entonces esto es todo por hoy. Muchas gracias, Ignacio, por tu tiempo y por dejarnos conocerte un poquito más.
Muchísimas gracias a vosotros.